EL CHANTAJE.

LISA

Espero que todos se marchen y me aseguro de quedarme sola en él banco, sé que no es debido, esto es todo lo incorrecto que puede ser, estoy prácticamente robando a el Señor Libardo pero es lo único que puedo hacer en este momento, la vida se ha encargado de cerrar cada uno de los caminos que he tomado y ahora la única opción que veo es esta. Laura la contadora de la empresa me dejo claro que ya pase el límite de tres prestamos por mes y por unas sumas bastante considerables; es cierto que la empresa hace una excepción conmigo porque soy buena en mi trabajo y confían ciegamente en mi pero que tampoco puedo abusar eso es lo que me hace preguntarme ─ ¿Qué más puedo hacer en una situación como esta? ─ Dios me tiene que ayudar.

Apenas hace tres meses me entere de la situación por la que pasa mi hermano Fernando, tan solo tiene diez y seis años, es decir apenas empieza a vivir la vida y no es justo que le esté pasando esto, su corazón en cualquier momento se puede ir y si no hago todo lo posible jamás me lo voy a perdonar aunque eso implique robar o tomar prestado hasta la próxima semana que es cuando mi padre me aseguro que la empresa donde trabaja iba a desembolsar el dinero del préstamo.

En este país como en todos pedir un trasplante de cualquier órgano es muy complicado y más si no tienes el dinero suficiente para ponerte en la lista de espera, de lo contrario ni siquiera puedes figurar porque en el mundo quien tiene el dinero es quien tiene más posibilidades.

Respiro profundo y me levanto de mi escritorio al salir de mi oficina está todo oscuro, la luz de mi cubículo es la única que está encendida; me quede aquí con la excusa de adelantar el trabajo atrasado que tengo debido a mis constantes ausencias y mis jefes no le vieron problema alguno. Mi madre falto hace tres años, su corazón tan poco lo soporto y ahora sigue mi hermano, para ella no hubo un trasplante porque no tuvimos la posibilidad que tenemos ahora pero mi padre y yo estamos dispuesto a no permitir que esta misma maldita enfermedad también nos arrebate a Fernando.

Camino por los pasillos observándolo todo y buscando a alguien que me pueda descubrir pero no hay nadie, mis piernas tiemplan y mi corazón esta tan acelerado que casi puedo sentir que se quiere salir de mi pecho y un presentimiento me anuncia que las cosas no van a salir bien pero sin embargo yo sigo adelante con este loco plan, camino hasta las bóvedas por donde sé que las cámaras de seguridad no alcanzan a enfocarme, mientras camino me siento un poco mareada por eso me detengo algunos minutos a recuperar el aire y a pensar ─ ¿Qué rayos estoy haciendo? ─ Pero sacudo la cabeza y saco los pensamientos negativos de ella.

Observo las llaves en mis manos de la caja de seguridad de la señora Miller y pienso en la sonrisa de mi pequeño hermano, eso me da el valor que necesito y es todo, retomo mis fuerzas, doy algunos pasos más para seguir avanzando hasta llegar a las bóvedas que dan en el sótano del banco ya que si uso el ascensor sin dudar las cámaras me van a captar, una vez adentro busco rápido la cajuela 2621 y doy vuelta a la llave, introduzco el código que me pide a continuación y la cajuela se abre dejándome ver todo el dinero y las joyas que tiene allí.

Estoy contando con mi hermano y mi padre estoy segura que con los préstamos de cada uno puedo cubrirlos, además tengo la seguridad que la señora Miller por este tiempo sale del país y se queda durante al menos cinco meses con sus hijos, es en ese momento que viene y retira algo de dinero o consigna más. Si alguno de los prestamos no salieran o algo fallara me quedan al menos cinco meses para reponerlo, tengo todo bajo control, llevo días pensando en esto, mis ojos se quedan en las demás cosas que logro ver allí y por eso me tardo más de lo que había previsto, pero es que en esta cajuela hay tantas cosas que acabarían con mis problemas de inmediato, títulos de valores y varias joyas que se nota son costosas, incluso me atrevo y me pruebo un anillo hermoso es algo como un diamante rosa pero lo devuelvo inmediatamente y cierro la caja.

El dinero lo pongo en una carpeta que traje hasta aquí, no voy a ser tan tonta de llevarlo en la mano o traer una cartera para eso, sería mucho más difícil el explicar porque estoy aquí con una cartera que con una simple carpeta, con una sonrisa en el rostro y sintiéndome muy afortunada salgo de allí a toda prisa pero cuando estoy por llegar a la puerta lo veo está allí parado con su vista puesta en mí.

A mi oficina Señorita es lo único que le escucho a decir en medio de mi aturdimiento, me pasan mil cosas por la cabeza y algunas de ellas, son mi despido, una denuncia y unos meses en prisión o no sé qué más cosas pueda llegar a hacer y lo peor es que todo será para nada porque desde la cárcel no voy a poder hacer nada por Fernando. Soy una imbécil y tenía que ser el, no podía ser alguien más.

ANDREW

¿Qué es mi vida? ─ Es lo que llevo años preguntándome, mi nombre es Andrew Williams y mi padre es el dueño de una cadena de bancos que se extiende a lo largo de Norte américa y parte de Europa, los bancos Wells y mi vida ha sido la típica vida aburrida del chico que tiene todo lo material que se podría soñar, mis padres me aman y a diferencia de los demás ellos si me dedicaron tiempo y me enseñaron valores, el día que cumplí mi mayoría de edad y mi padre considero que me hice hombre me dio una larga lista de cosas para hacer y entre ellas estuvo la carrera que quería, tenía mil opciones, me podía desempeñar en cualquier puesto en alguna de las sucursales, podría ser el Ceo o también podría irme al ejército o de policía pero tenía que hacer algo con mi vida que se salía de cause por los excesos y las fiestas.

Trabaje unos pocos meses junto a mi hermano Ardrien mayor en las oficinas del banco de la sucursal principal y el tema me gusto de inmediato fue entonces cuando me decidí por una carrera de economía y finanzas de esa forma podría darle un buen manejo a los bancos cuando fuera mi turno.

Mis padres recibieron a bien la noticia de mi elección y me fui a estudiar al extranjero, no me gustaron mucho las fraternidades ni las fiestas, creo que soy el típico chico joven al cual sus amigos señalan por tener alma de abuelo.

No me quede solo cinco años por fuera, también hice un master en finanzas y me especialice en la bolsa de valores, y soy el chico nerd con la ventaja de ser guapo pero no muy alegre aunque tengo una debilidad y esas son las mujeres, me gustan de todas las formas, por mi cama han pasado más de las que puedo contar, incluso más de las que puedo recordar; en mis veintiocho años jamás me han roto el corazón es todo lo contrario soy yo quien suelo romperlos ya que después de hacerlas mías me aburren muy rápido.

Justo por esa debilidad no volví pronto a casa, mis padres van a querer que presente una novia que aún no tengo y no quiero exponer mi vida privada precisamente por eso, pero no tuve alternativa cuando mi madre me llamo para darme la noticia del mal estado de salud de mi padre se debe precisamente a que jamás en su vida a descansado y por eso su quebranto de salud.

Volví el lunes y el mismo día me integre al banco, quiero llevar lo que más pueda del trabajo de mi padre pero no voy a hacerlo aquí tengo unas oficinas aparte a algunos minutos de aquí recuerdo que durante una temporada que me quede aquí compre un edificio muy cómodo que me ofreció Camilo uno de mis mejores amigos, según entiendo uno de sus tíos falleció y sus hijos estaban vendiendo todo porque no les interesaban los negocios de su padre, así que yo inmediatamente tome la oportunidad de adquirirlo por un buen precio.

Yo me instale allí y empecé con una pequeña inversión que fue creciendo y se multiplico mucho en menos de lo que pensaba, me gusta ser independiente de los negocios de mis padre y si estoy dispuesto a llevar esta carga es porque me preocupa la salud de mi padre quiero que mejore pronto, mi contribución será quitándole algunas responsabilidades de arriba y sus preocupaciones porque llevar una compañía tan grande no es tan fácil.