Por un dÃa más! Verónica era una chica de 20 años envuelta en una terrible depresión que cada dÃa se apoderaba más y más de ella, inexperta, llena de dudas y sin ánimos de querer vivir solo sentÃa una gran y profunda soledad; sus padres ya habÃan agotado todos sus recursos pero ella seguÃa sin recobrar sus ganas de seguir adelante. Cierto dÃa cuando ya todos creÃan que no habÃa esperanza para verónica, llego la luz a la familia, Leonardo un muchacho de 22 años quien conocÃa hacÃa mucho tiempo a Vero como cariñosamente el la llamaba se enteró de lo sucedido y decidió ir hasta su casa; allà solo pudo encontrar tristeza, llanto y dolor, por lo que pidió conversar con sus padres a lo que los mismos accedieron sin dudar; lo que ellos no esperaban era que lo mejor estaba por suceder. He venido a ver a su hija, quizá ella no quiera hablar conmigo, pero si me brindan la oportunidad le hare ver las cosas de otra manera y la sacare de ese encierro donde se encuentra su mente y su corazón, sin decir ni una sola palabra más Leonardo se dirigió a la habitación de verónica y allà estaba ella despeinada, somnolienta, baja de peso y sollozando pero aun asà para Leonardo era la niña más linda que acababan de ver sus ojos, quedo impactado ante su belleza. Muy despacio se acercó hacia ella y en voz baja le dijo, hola vero he venido aquà a conversar contigo me lo permites? Ella sin ni siquiera pensarlo grito hasta mas no poder sáquenlo de aquÃ, sáquenlo de aquà solo viene a burlarse de mÃ, los gritos se escuchaban en toda la casa cuando de pronto su padre entro en la tan oscura habitación y le dijo hija mÃa cálmate él no ha venido hasta aquà a hacerte ningún daño ni a burlarse de ti, tan solo podrÃas escuchar lo que quiere decirte? A lo que ella aun sollozando replico no papa solo quiero que se vaya, te ruego por favor mi princesa hables con él; al menos hazlo por tu madre y por mÃ, aquella petición habÃa retumbado en verónica y solo dijo está bien por ustedes lo hare, sin pensar que grandes cambios vendrÃan a su vida pero con ellos también una gran tragedia...
-Hoy como de costumbre me levante a las 06:00 Am, partà de mi cama por una ducha, en la cocina esperaban mis padres con un rico desayuno el cual ni por un momento pensé en rechazar a pesar de que ya era tarde para ir a la universidad, luego de degustar mi suculento y tan maravilloso desayuno emprendo mi camino hacia lograr mis sueños; ser maestra era una de mis vocaciones.
-Llegando a la universidad allà estaban mis amigas, Renata y Kamila, cómplices y conocedoras de toda mi vida, ellas me reciben con un fuerte abrazo, el mismo que aprecio todos los dÃas, las tres decidimos bajar al cafetÃn mientras no entrabamos a clases, cuando bajamos las escaleras justo frente a nosotras estaba el chico más guapo y apuesto que hubieran visto mis ojos.
-De pronto aquella voz varonil susurro a lo lejos, ¡Hey! A lo que le doy un empujón a Renata y le digo oye guapa es contigo, ve te están llamando, ella se dirige hacia aquel chico, ¿Dime me llamabas?, no solo estoy llamando a tu amiga replico aquella dulce voz, por favor ¿PodrÃas decirle que venga? Con cuál de las dos te gustarÃa hablar le pregunto Renata.
-PodrÃas decirle a la del lunar en la mejilla, a ella por favor, muy bien dijo Renata, Vero, ven que la cosa es contigo.
-Para mi mayor sorpresa jamás pensé que un chico tan guapo me estuviera llamando a mÃ, quizá sea para que lo ayude en algo pensé y solo voltee y me dirigà hacia a él con tono arrogante, ¿Cuéntame que quieres conmigo, para que soy buena?
-Hola mi nombre es Leonardo y desde hace mucho tiempo vengo fijando mi mirada en ti, sorprendida le dije ¿En m� Ni siquiera sabes quién soy, como para que estés hablando de esa manera.
-Mordiendo la comisura de sus labios le dijo, estas completamente equivocada Verónica Altamirano, se perfectamente quien eres, y me gustas muchÃsimo, ¿AceptarÃas salir conmigo a comer un helado y asà conocernos mejor?
-No pienso ir contigo a ningún lado, ni a la vuelta de la esquina mucho menos cuando no te conozco.
-Wow pero que odiosa eres replico Leonardo.
-Leonardo solo me miraba fijamente y eso aceleraba mis nervios por alguna razón, por lo que me di media vuelta y lo deje allà hablando solo.
-Renata y Kamila no paraban de hacer preguntas y yo solo pensaba en Leonardo.
-Ya basta, que tanta pregunta hacen, el solo querÃa saber un poco más de mÃ.
-Uy ya sabemos quién será la próxima comprometida y camino al altar dijo Kamila.
- ¿Qué? Sin duda alguna te estas volviendo loca kami.
-Poco a poco los dÃas pasaban y Leonardo seguÃa aún más enamorado de Verónica, todos los dÃas la frecuentaba al entrar o al salir de clases.
- Cierto dÃa cuando verónica iba en dirección hacia su salón, Leonardo la detuvo por un momento, tenemos que hablar, por favor brÃndame la oportunidad de conocerte mejor, te lo ruego por favor veras que no te arrepentirás.
- Verónica al ver a Leonardo quien estaba de rodillas justo frente a sus ojos, solo dijo ven levántate, está bien lo pensare y a la salida estaré aquà en este mismo lugar con una respuesta.
- Me despido de Leonardo y desde ese preciso instante no sé por qué pero nuca preste atención a la clase que esforzadamente dictaba mi profesora, no tenÃa cabeza para otra cosa que no fuera pensar en Leonardo.
- Pasaron las horas y entramos a 4 materias diferentes durante toda la mañana. Hasta que al fin terminamos, sentÃa miedo y a la vez unos nervios terribles al saber que justo a la salida estarÃa el chico más apuesto y lindo esperando a que yo le diera una respuesta.
- Al salir justo allà estaba Leonardo esperando por mÃ, no pude concentrarme en ninguna asignatura asà que decidà salir antes a esperar para que me des tu respuesta.
- Tumbada de los nervios sonreà y le dije; está bien acepto conocerte mejor, pero con una condición; solo nos conoceremos no quiero ningún tipo de compromisos con nadie ok.
- Ok está bien respetare tu decisión, nada de compromisos solo quiero ser tu amigo, ahora bien ya que somos amigos ¿Me permites acompañarte hasta tu casa?
- Sorprendida y vuelta un manojo de nervios le dije nooooo, estás loco mi papa me matarÃa si me ve llegar con alguien a casa.
- Por Dios, ya eres una mujer hecha, derecha y mayor de edad, ¿Cuál es el problema que un amigo te acompañe hasta tu casa?
- Pues, comprenderás; nunca he tenido novio mi padre desde siempre ha sido muy pero muy celoso conmigo asà que jamás he experimentado lo que sea tener un novio, para mi padre siempre he sido su querida princesa a pesar de que ya no soy tan pequeña ni soy la misma niña de ayer.
-Bueno, está bien entonces al menos ¿Puedo acompañarte hasta la cuadra de tu casa?
-SÃ, claro está bien, no le veo el más mÃnimo problema respondà sin dudarlo. Camino a la casa Leonardo no quiso perder el tiempo y se atrevió a robarme un beso, beso al cual correspondà sin querer, aunque habÃa sido mi primer beso jamás pensé que podÃa gustarme tanto aquel tan inesperado beso.
-Asombrada por el atrevimiento de mi amado le di un empujón, ¿Qué es lo que te pasa? Fui muy clara al decirte que no querÃa ningún tipo de compromisos, sobrepasaste el lÃmite de nuestra amistad.
-Disculpa ¡Lo siento mucho! Solo me deje llevar por el momento a solas y querÃa probar el delicioso sabor de tus delicados labios.
- Puedes dejarme aquà e irte no quiero que alguien cercano nos vaya a ver juntos y vayan con el chisme a mi papa.
- Leonardo entristecido y lleno de culpa se marchó de aquel lugar sin decir una sola palabra.
- Continúe mi camino a casa y solo podÃa pensar en los labios de Leonardo de pronto aquel beso me habÃa gustado tanto, mucho más significativo de lo que yo creÃa podÃa ser un beso.
- ¿Sera que me estoy enamorando?, No Verónica no puedes enamorarte recuerda el dicho del que se enamora pierde asà que nada de hacerte ilusiones y perder tu tiempo en boberÃas.
- Llegue a casa y estaba mi papá y hermanos, entre con la sonrisa más agradable que hacÃa tiempo no se reflejaba en mi rostro, uju replico mi papá; ¿Algo te ha pasado o de dónde vienes que traes esa sonrisa?
- No papi solo vengo de la universidad, las muchachas acaban de irse, me dejaron en la puerta y se marcharon.
- Cuidadito con algo por allà Verónica no quiero sorpresas mucho menos en estos momentos cuando te quiero entregada en cuerpo y alma a los estudios, no tienes nada más que pensar que en tus estudios, para todo lo demás aún hay tiempo.
- Tranquilo papi, se perfectamente a lo que te refieres, no te defraudare lo prometo.