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Cuentos Placenteros.

Cuentos Placenteros.

Willy

5.0
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153
Capítulo

Un cuento erótico muy excitante y muy picante, donde podrás fantasear mucho. Cuentos de todo tipo, incesto, gay, heterosexual, lésbico. Disfruta de estos deliciosos cuentos eróticos. Lee mientras estás solo. NOTA: Mi propio trabajo

Capítulo 1 me comi a mi prima

Un día mi padre se fue de viaje como siempre, estábamos solos los dos viviendo allí, entonces un día que había vacaciones de mitad de año, una prima mía, su sobrina, decidió pasarla con nosotros y mi padre. estaba súper feliz ya que ama a esta sobrina.

Ella dijo que vendría el fin de semana y coincidió con su viaje, pero como yo ya tenía 18 años y manejaba, arreglé para recogerla en el aeropuerto a la hora programada, hacía como 4 años que no la veía. mi prima, solo por fotos en la red social que teniamos y era una gata tremenda, pero cuando la vi en persona me quede helado: la gata tenia una cola tremenda, un pecho bien grande y bien duro y mucho mas lindo que en la fotos, les confieso que me imaginaba haciéndome guarrillas con ella ahí mismo en el aeropuerto.

Fuimos a casa y en el camino ella me estaba alabando, diciendo:

''¡Vaya prima, qué diferente eres, eres linda! Y poco después me preguntó si estaba saliendo, le dije que no, pero que lo estaba disfrutando mucho.

Esta prima mía siempre fue muy traviesa, mi tía, cuando llamaba a mi padre, siempre decía del infierno de trabajo que daba, cada día con un tipo diferente detrás de ella, y mi padre siempre decía que era una cuestión de edad y que pasaría, entonces me pregunté si alguna vez se lo había dado a alguien, probablemente lo había hecho, ya que ambos tenemos la misma edad.

Un día llegué a casa, fui a comprar un videojuego a casa de una amiga y la pillé en la sala viendo series, sentada solo en short y top, dejándose esa barriga desgarrada y el short tan ceñido que la marcaba. chochito, que estaba muy gordito y caliente y me dejo locamente cachonda.

Como no podía apartar la mirada, ella se dio cuenta y me preguntó si nunca lo había visto, soltando una risa burlona, ​​y le respondí que ya lo había hecho y me disculpé, subí a mi habitación, me duché y pedí algo por teléfono para cena, ya que yo no sabía cocinar y ella estaba de visita, así que cuando bajé a la sala ella había puesto la mesa, vestía unos shorts de jean muy cortos que le dejaban la papada por todo el culo y un blusa arriba del ombligo que la hacía lucir muy linda.

Llegó la cena, hablamos y me puse un helado para que nos tomáramos, y ella solo me miró con cara de traviesa, me preguntó si aún era virgen, le dije que no y ella dijo que yo tampoco, que ella Había "dado" el año anterior por un novio que insistía mucho, pero que sólo se había liado con él y que echaba de menos el sexo.

Me puse nervioso pero al ver que mi prima pequeña me estaba dando moral, comencé a ponerme de humor y dije que si ella necesitaba yo estaba allí para matar su voluntad, pensando que me cortaría o algo así, pero me equivoqué, ella me dijo que queria y pregunto a que hora podiamos ir a la habitacion y yo ni termino de tomar mi hielo, le conteste que a esa hora podiamos y nos fuimos.

¡Subiendo allí en la habitación, se vino toda imprudente ya tomando mi polla, sacándola y chupando hasta que mi polla crecía más y más dentro de esa boca caliente y la bota caliente en ella! Tenía una mamada deliciosa, parece que ya se había enamorado varias veces, tuve que contenerme para no correrme rápidamente.

Me quitó el resto de los pantalones, se acostó en la cama y dijo: ¡Vamos! Y yo estaba muy emocionado, le quité los shorts de mezclilla y tuve una vista maravillosa de ese coño rosado y regordete, completamente depilado, que parecía pedir una mamada, así que me caí sobre mi boca, metí la lengua y la chupé. sabrosa gorguera que estaba allí, muy dura y palpitante de lujuria.

Le quité el resto de la ropa para chuparle esas lindas tetitas y no aguanté las ganas de meterle la polla a esa perra, así que me fui con todo, me calenté mientras ella gemía y decía:

'' Entonces, como eres travieso, mételo en mi coño, ¡vamos!

Y me estaba volviendo loco de lujuria escuchándola hablar cada vez más de putas, no tardé mucho y le di una a ese coñito calentito y se corrió sabroso también, porque se arqueó todo, se movió, me apretó y me advirtió que ella iba a venir también.

Fue un placer correrme así en sincronía con mi primito, y este fin de semana tuvimos otro polvazo épico, esto antes de que mi papá llegara a casa de su viaje, porque después se puso muy difícil.

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