Un excéntrico millonario se obsesiona con la hija de su trabajador de confianza, al punto de sobornarlo para que le entregue su hija sin reparos. Pero hay lago más perverso en la cabeza de este importante hombre de negocios. Una antigua historia, que entrelaza los destinos de todos los personajes. ¿Podrá el dinero y el poder comprar a un padre y a su hija? ¿Qué es lo que esconde este misterioso hombre llamado Christopher Norton? Una historia de pasiones, obsesiones y luchas de poder
Dicen que nació con dinero, ya que su padre era el dueño de minas de oro en Sudáfrica, él y sus hermanos tenían todo lo que deseaban y desde muy pequeño entendió que ser pobre era lo peor que le podría pasar en la vida.
Mirando los contrastes de aquella tierra salvaje y exótica, se daba cuenta la gran diferencia que hacía en una persona tener dinero o no poseerlo; cuando lo tenías, por ejemplo, todo el mundo quería complacerte, pero cuando eres pobre, todo mundo quiere huir, como si la pobreza tuviera un hedor fuerte y reconocible por todos, mientras que el dinero era el más dulce y embriagante aroma que se llevaba en la ropa, la piel y todas las posesiones.
Su padre se llamaba Anthony y nunca se llevaron bien, a Christopher no le gustaba la forma en que ese hombre que entraba y salía a diario, siempre ocupado, le hablaba a él y sobre todo a su madre, Amelia, una mujer dulce que jamás regañó a ninguno de sus hijos, por lo que Anthony vivía criticándola por no ser lo suficientemente estricta, no tener carácter, ser una inútil, y un sinfín de agravios que ella escuchaba estoicamente y sin responder a su marido para no crear conflictos frente a sus hijos. Un día Cris, como le decía su madre, le dice: _mamá, vámonos de este país, deja a mi padre, no tienes por qué soportarlo, yo te puedo ayudar, voy a ser mas millonario que él, lo prometo; _ su madre le sonrió conmovida, el solo tenia 14 años; sus calificaciones en el colegio eran excelentes, y muchos profesores preveían un gran futuro para él; pero su padre era dueño de minas de oro, y era muy difícil superar eso. Cuando Christopher cumplió los 17, la relación de sus padres ya había tocado fondo y no quedaba más que separarse; Anthony tenía dos familias ocultas que su esposa Amelia había descubierto. Ella, originaria de México, pero su familia vivía hace muchos años en la ciudad de Chicago, en Estados Unidos; un día les dijo a sus hijos que había hablado con sus padres y que ellos los recibirían por unos días en su casa, mientras encontraba trabajo para ella y buscaba un buen colegio para los cuatro hermanos_ no será nada fácil, hijos, pero estaremos bien, si permanecemos unidos.
Christopher terminó la secundaria con honores, y en toda su educación, fue víctima, de acoso por parte de sus compañeros de clase, él era un jovencito rubio, igual a su padre, con ojos azules, y una sonrisa encantadora que gustaba a las chicas más lindas del colegio, lo que molestaba de sobremanera a los deportistas y chicos malos quienes no estaban acostumbrados a perder frente a un llamado "nerd" como lo era Christopher; varias veces su madre curó sus heridas cuando llegaba del colegio, contando que se había caído haciendo algún deporte, cosa que su madre y hermanos sabían que era muy poco probable, ya que lo que realmente apasionaba a Cris, era la ciencia, las matemáticas y la computación; materias que con los años, lo llevaron a ser el dueño de grandes compañías de comunicación digital: "los últimos serán los primeros, hijo" le decía su católica abuela, refiriéndose a la vida eterna prometida por Jesucristo, pero él no esperaría tanto; su primera meta era entrar al Massachusetts Instituite of Technology, y no le costó nada entrar, pero solo estuvo allí un par de años, para dedicarse a sus proyectos personales que consistían básicamente en crear aplicaciones para smartphone. Fue en este periodo, cuando abandona la casa de su madre, en el que conoce a quien sería su primer amor y desamor al mismo tiempo y a quien marcaría sus gustos personales para el futuro de sus relaciones.
Clara era una chica con rasgos latinos; tenia el cabello café oscuro, largo y siempre usaba trenzas que hacía con gran habilidad, ella no estaba en la universidad todavía, apenas tenia 16 años, pero su cuerpo era ya el de una mujer, sus caderas y pechos redondos llamaban la atención de quienes la veían entrar al complejo de departamentos para solteros que donde él y su mejor amigo Raúl, vivían trabajando de sol a noche en sus proyectos, tomando bebidas energéticas y una que otra merienda, como pizzas, o snacks nada saludables. Un día, después de mucho pensar en ella, fantasear con sus muslos y pechos que casi siempre iban sin brasier; se atrevió a abordarla cuando iba saliendo de su jornada laboral, invitándola a un helado, ella, le dice en un inglés con acento latino que debe volver a su casa, ya que tenia que estudiar para una prueba de ciencias si es de ciencias yo podría ayudarte le responde él con su mejor sonrisa está bien contesta la chica, _ a ver su puede ayudarme. Ambos entran al departamento en que a esa hora no estaba su amigo; el tema de la prueba para Christopher era apasionante, la genética, siempre se le había hecho muy fácil; le habló de Gregor Mendel y su gran aporte al mundo de la ciencia al final concluyó Christopher mirándola a los ojos, _ mientras más variados los genes, más sanos e inteligentes nacen los hijos es bonita esa conclusión dijo ella, pero los hijos entre hombres rubios como usted e indias como yo, terminan en el abandono, eso lo sé yo muy bien su mirada se tornó triste, y Christopher acarició su suave mejilla, acercándose lentamente a su boca, que era como el botón de una rosa roja_ ella se dejó besar y pronto respondió también al beso con pasión, tomándolo de la nuca y acariciando su dorado cabello; él acarició su espalda y tocó sus glúteos, ambos estaban el sillón, y sus cuerpos empezaron a rozarse con cada vez más intensidad, él deseaba desnudarla y tocarla entera, pero ella se deshizo de su cuerpo, rápidamente diciendo que tenia que irse y que gracias por la ayuda. Al salir la chica, Raúl venía entrando y casi chocan, disculpe, dijo ella yéndose casi corriendo.
_ ¿Pero qué le hiciste a la chica guapa Cris?
_ Nada, casi nada, todavía dijo él sintiendo aun el sabor de la boca de Clara, aun en los labios
_ ¿Pero esa chica no es menor de edad?
_ Qué importancia tiene eso Raúl, por favor dijo él poniéndose de pie e intentando bajar la erección que la sensual chica le había dejado. Su amigo se rio al verlo ¡baja eso por dios! Menos mal que llego si no capaz y te hubieras ido a la cárcel.
_ Los millonarios no vamos a la cárcel, Raúl y nosotros, seremos millonarios muy pronto amigo mío, así que a trabajar Ambos se dispusieron a trabajar en sus computadores hasta altas horas de la noche, es: 1999, en el mundo de la tecnología está todo por venir, y gran parte de ese todo seria gracias a este par de amigos.
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