Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
El CEO Frío vs. La Esposa Dulce

El CEO Frío vs. La Esposa Dulce

GERARDO ESTREMERA

5.0
calificaciones
52.4K
Vistas
1035
Capítulo

Crecer sin una madre puede ser difícil. Para Jana Wen, la vida empeoró cuando su padre, Henry, trajo a casa a su amante. Con dos medios hermanos que intentaban causar problemas, Jana estaba aislada en la familia. Desesperada por ganarse su amor, ella aceptó ser sacrificada por intereses familiares. Se casó con un CEO rico, Zed Qi, a cambio de un terreno que su padre quiería. Sin embargo, el fracaso y las complicaciones crecientes a que tenía que enfrentarse la condujeron al destino de ser abandonada. Y al mismo tiempo, el secreto de la muerte de su madre hizo que la situación se volviera más compleja. ¿Fue un accidente o un asesinato? Para descubrir la verdad sobre la muerte de su madre, incluso arriesgó su vida. Sola en el mundo, Jana se encuentró con su ex novio. ¿Su consideración reavivaría su amor hacia él? ¿Podría hacer que su matrimonio funcionara? ¡Pase la página para obtener más información!

Capítulo 1 Regalo de divorcio

Jana Wen soltó un quejido mientras la luz del sol le daba en el rostro. Sabía que tenía que levantarse de la cama, pero su cuerpo no estaba de acuerdo. Se sentía agotada a pesar de lo mucho que había dormido.

Cuando puso atención a su entorno, escuchó la voz de un hombre. Al escuchar con más atención, se dio cuenta de que él estaba hablando por teléfono, y por lo que pudo captar, parecía que estaba a punto de irse. Se frotó los ojos tratando de convencerse de salir de la cama, y volvió a quejarse cuando por fin se levantó y se giró hacia la puerta de la habitación.

"Zed Qi...", susurró Jana Wen al ver a aquel hombre. Con sólo una sábana cubriendo su cuerpo, se quedó parada junto a la puerta. Golpeteó el suelo con uno de sus pies descalzos y le sonrió tímidamente al hombre mientras esperaba a que él terminara de hablar.

"Está bien, hablaremos más tarde en la compañía", terminó él bruscamente la conversación. Un pitido se dejó escuchar cuando la llamada se desconectó, y entonces él se volvió para mirar a la mujer que estaba junto a la puerta.

Los ojos de Zed Qi recorrieron lentamente el cuerpo de Jana, cuya piel pálida contrastaba de manera sutil con el color de la sábana. Le gustaba especialmente la manera en que su cabello revuelto se sumaba a su gran atractivo, pensando que Jana se veía aún más hermosa y encantadora a la luz de la mañana.

"Estoy esperando", dijo él despreocupadamente. Parecía un poco impaciente.

Jana se rió entre dientes, "La propiedad en los suburbios, ¿si podrías...?".

"¡De ninguna manera!", su reacción fue inmediata. Ni siquiera la dejó terminar su petición.

Ella se sorprendió un poco por esa reacción. Lentamente, caminó hacia él y le dijo: "No creo que estés muy seguro de que esa propiedad tenga potencial. Además, ya eres bastante rico. ¿Por qué te aferras a ella?".

El hombre frunció el ceño, y sus ojos profundos eran de una frialdad aterradora. En voz baja y grave dijo, "Sra. Qi, por favor ten cuidado con lo que dices. Esa propiedad es mía, además, ¿sabes cómo pides favores?".

Jana apretó los puños. A pesar de que su tono arrogante y desdeñoso la disgustaba, se obligó a sonreír de manera tentadora. ¡Necesitaba que él aceptara su petición!

"La acabas de recibir ayer...", murmuró ella suavemente.

Él no pareció haber oído su comentario. Se acomodó la camisa antes de agarrar su abrigo, y luego se dio la vuelta para irse.

Determinada a salirse con la suya, Jana lo alcanzó y lo tomó del brazo. Luego miró a su esposo con su expresión más encantadora y le suplicó: "Por favor, hazme ese favor. Sé que eres un hombre muy generoso. Prométeme que le cederás esa propiedad a la familia Wen. Prométemelo, ¿de acuerdo? Prométemelo...".

Zed se sacudió de encima las manos de la mujer. Molesto por su perenne insistencia, le dirigió una mirada severa y extremadamente fría: "¡No!".

"¡Tú!", Jana se enfureció. No podía entender el porqué de su terquedad. Ya no le era posible ocultar su frustración, puesto que ya había intentado varias estratagemas para convencerlo, y en cada ocasión había fracasado.

Sin agregar otra palabra, Zed salió de la habitación.

Como Jana no estaba vestida apropiadamente, no lo siguió. En vez de ello, respiró hondo varias veces y regresó a la habitación.

Una vez en el armario, escogió la ropa que iba a ponerse. Mientras estaba de pie frente al espejo, no pudo evitar maldecir, "Eres un idiota, Zed. Me esforcé demasiado. ¡Incluso dormí contigo anoche! No puedo creer que ni siquiera hayas considerado mi petición. ¡Vamos a ver cómo te sentirías si la situación se invirtiera!".

Cuando ella levantó la pierna para meterse en sus pantalones, sintió un dolor repentino entre los muslos. Los recuerdos de la noche anterior la inundaron y maldijo al hombre una vez más.

De repente, vio que una mano larga y fina sosteniendo un vestido apareció frente a ella.

Se volvió con una mirada asustada. Había estado maldiciendo a su marido, y ahora él estaba parado justo detrás de ella, mirándola con curiosidad.

"¿Podrías repetir lo que acabas de decir?". La cara de Zed se oscureció y apareció en ella una sonrisa sardónica.

'¡Pero sí lo vi irse! ¿O no lo hice? ¿Cómo es que volvió tan pronto? ¿Y ahora qué hago?', se preguntó ella. Se encontraba en un callejón sin salida. ¿Ahora cómo podría justificar todas las cosas que acababa de decir?

Para complacerlo, ella usualmente se comportaba decentemente y con elegancia frente a él. 'Supongo que escuchó todo lo que dije. Seguramente ahora se negará con más firmeza a ayudarme con esa propiedad. Oh, todo ha terminado'.

Como no estaba segura de lo que él había escuchado, decidió hacerse la tonta. "No dije nada. ¿Escuchaste a alguien hablar? Yo no escuché nada". Aunque avergonzada, se sacudió casualmente el cabello de la mejilla. Ya estaba más calmada y logró esgrimir una sonrisa, sin embargo, sus manos temblorosas la traicionaron.

La expresión sombría de su esposo empeoró. Asustada, Jana se estremeció. Después de observarla por un momento, él le arrojó el vestido en sus brazos antes de volverse hacia el gabinete y tomar las llaves del auto.

'Así que olvidó las llaves del coche'.

Mirando la espalda de Zed mientras este se alejaba, ella agitó los puños en el aire y murmuró con ira: "Si hubiera sabido que eras un imbécil sin corazón, ¡no habría dormido contigo!".

Al recordar lo salvaje que él había sido la noche anterior, la vergüenza y la culpa la inundaron. No sentía más que odio por sus propias acciones.

El matrimonio entre ellos dos no era más que un trato comercial. Este matrimonio titular, no obstante, había sido arreglado por el codicioso padre de Jana, quien la había obligado a dormir con Zed justo antes de que se divorciaran. Se sentía como una prostituta.

¿Y qué había obtenido de todo esa intriga? Tan sólo había aprendido una lección: que Zed no era tan tonto como la habían hecho creer.

Como sus planes habían fallado, no tenía otra alternativa más que ir a casa y decirle a su padre la verdad.

Una vez en la casa de los Wen, Jana le explicó su fracaso a su padre. El Sr. Wen se enfureció y estrelló una taza de té contra el suelo.

"¿Tan fácilmente te rendiste? ¿No pudiste hacer lo único que te pedí que hicieras?".

Ella bajó la cabeza y se obligó a disculparse, "Lo siento, padre. Hice todo lo que pude. No hay nada más que pueda hacer. Zed Qi y yo nos divorciaremos pronto. ¿Puedo quedarme en casa ahora?".

Su matrimonio había sido una experiencia bastante desagradable. Zed, su marido nominal, siempre se mostraba frío con ella. No podía entenderlo y cuanto más se esforzaba, más frustrada y ansiosa se sentía. Ahora, después de la alocada noche que había pasado con él, se sentía muy avergonzada. No se sentía capaz de enfrentarlo de nuevo.

"¡Por supuesto que no! Estás casada con ese hombre. Puedes usar ese matrimonio para conseguir lo que quieras. No hay necesidad de aceptar el divorcio. ¡Ni sueñes con volver a casa antes de que logres doblegarlo!", la amenazó su padre antes de obligarla a irse.

Como no tenía otra opción, regresó a la casa de Zed y esperó a que él llegara. Sabía que tenía que hablar con él sobre la propiedad nuevamente, pero ya no quería estar atrapada en ese matrimonio sin sentido. Tenía que encontrar una salida.

Jana pasó la noche sola en esa enorme casa. Finalmente se rindió cuando cayó en la cuenta de que él no iba a regresar.

Sola, se dejó consumir por la compasión. Se sentía devastada y no podía aceptar que su esfuerzo de la noche anterior ni siquiera valiera una discusión propiamente dicha sobre aquella propiedad.

"¿Se deberá a mi falta de experiencia?", murmuró.

Cuando Zed regresó a la mañana siguiente, se veía muy cansado. Después de cruzar la puerta, se dirigió directamente al dormitorio.

"Regresaste". Jana hizo a un lado su dignidad y se mostró complaciente. Le ayudó a colgar su abrigo y le secó la cara con una toallita húmeda. Estaba decidida a hacer todo lo posible por complacerlo.

"Me voy a la cama", le dijo él cortante antes de levantar la colcha y acostarse. La mujer suspiró, ya que él parecía que no tenía intención de hablar con ella.

'¿Qué excusa le daré a mi padre si vuelvo a fallar?'. Al recordar el consejo que le había dado acerca de su matrimonio, frunció el ceño. La cita para el proceso de divorcio era al día siguiente, según lo habían acordado previamente.

'Ya no tendré más oportunidades. Es ahora o nunca'.

"¿Trabajaste toda la noche, Zed? No te ves muy bien. Si quieres te puedo dar un pequeño masaje. Eso te ayudará a relajarte", susurró ella, pero él no reaccionó. Jana interpretó su silencio como una concesión y puso sus dedos sobre sus hombros. Cuando comenzó a masajearlo, se cuidó de apretar fuerte para evitar que se durmiera.

"Aunque nos divorciaremos mañana, hemos estado juntos", ella se sonrojó y vaciló, ya que no se atrevía a mencionar lo sucedido la noche anterior. Dudó un poco antes de intentarlo de nuevo. "Hemos tenido, ya sabes, relaciones de marido y mujer. ¿Podrías dejarme esa propiedad a manera de regalo de divorcio?". Cerró los ojos y se mordió el labio mientras esperaba a que él respondiera.

Zed abrió los ojos. Aunque parecía cansado, esa petición parecía haber provocado que sus ojos brillaran. "Y tú, ¿qué me darás como regalo?", preguntó.

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Gato escaldado, del agua fría huye

Gato escaldado, del agua fría huye

Romance

4.8

Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!

Desamor y amor

Desamor y amor

Romance

4.9

"El amor te encuentra en los lugares más extraños". El matrimonio no estaba en la agenda de Marcus. Disfrutaba de la vida como el soltero más codiciado hasta que su familia comenzó a presionarlo. Después de un tiempo, no tuvo más remedio que casarse con una mujer que ni siquiera conocía. Su amigo bromeó: "¡Eres un cabrón con suerte! Tu esposa debe ser hermosa". Cuando Marcus pensó en la mujer que dormía con una máscara en su cama, le hirvió la sangre. ¿Su esposa era hermosa? ¡Bah! "Será mejor que pares. ¡Una palabra más y la haré tuya!", él maldijo. Marcus pensó que iba a ser un hombre casado miserable. Sin embargo, se llevó una sorpresa cuando su vida matrimonial resultó ser exactamente lo contrario. La curiosidad mató a quienes lo rodeaban después de un tiempo. Su amigo volvió a preguntar: "Sé que no te gusta hablar de tu esposa. Pero, ¿puedes describirme cómo es exactamente? ¿Por qué siempre lleva una máscara?". Esta vez, los labios de Marcus se curvaron en una sonrisa. "Mi amada es hermosa y adorable. Baja la mirada cada vez que la veas. Si te pillo mirándola, te haré quedar ciego". Todos se quedaron boquiabiertos cuando escucharon eso. Lo miraron como si estuviera loco. Un día, la esposa de Marcus de repente hizo su maleta y declaró: "Ya no puedo hacer esto. Ya tuve suficiente de tu humillación. ¡Por favor, dame el divorcio!". Esas palabras golpearon a Marcus como un rayo inesperado. Cuando vio que ella hablaba muy en serio, la abrazó con ambas manos y le suplicó: "Cariño, por favor no me dejes. Prometo tratarte mejor. Si quieres, puedo darte el mundo entero. ¡Quédate conmigo!". Y así comenzó una nueva etapa para la pareja.

SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE  2

SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE 2

Romance

5.0

SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE *PARTE 2* Él creía que ella siempre estaría a sus pies, que toleraría su crueldad con tal de no perder lo que tenían. Después de todo, estaba seguro de que nadie podría darle lo que conseguía con él. Sin embargo, ella se cansó y aquella noche desapareció de su vida. Sebastián no imaginó que aquella inexperta en el sexo podría ser capaz de mover el mundo bajo sus pies y, aunque hizo de todo por negar sus sentimientos y destruirla por completo, terminó siendo quien se arrodillara ante ella y suplique el perdón, pero para cuando él la localizó, ya había alguien que tenía puesto sus ojos en ella. Ariana estaba dispuesta a ponerle fin al capítulo más doloroso de su vida. Y es que su enfermiza obsesión por el Licenciado Vega terminó con sus sueños de ser una gran abogada y con una amistad de años. O era así como ella consideraba la relación que tenía con Ana, porque tan pronto abandonó la ciudad, ninguna de las dos se interesó en saber de la otra. Un año había pasado y en ese tiempo sus vidas habían dado un giro de 180°. Por un lado, él no había perdido sus manías y ya tenía a otra mujer que cumplía a la perfección con sus exigencias. Por el otro estaba ella, que llevaba meses en una relación con un hombre casado que, además de ser un excelente amante, era su jefe. Cuando Ariana debe regresar a Buenos Aires, se entera de que Sebastián tiene una favorita y descubre que no es otra que Ana, su ex mejor amiga. El resentimiento resurge y lejos de escapar por segunda vez, decide hacer hasta lo imposible para cobrarse lo que le hicieron, aunque eso signifique introducirse en ese mundo perverso del que se juró, no regresar jamás. ¿Será capaz de destruir la vida de las dos personas que más ama o dejará que una vez más Sebastián la manipule y la arrodille a sus pies? Una traición, muchas mentiras y un deseo de venganza que crece.

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro
El CEO Frío vs. La Esposa Dulce
1

Capítulo 1 Regalo de divorcio

21/09/2022

2

Capítulo 2 De acuerdo, es un trato

21/09/2022

3

Capítulo 3 Vayamos a casa, mi querida esposa

21/09/2022

4

Capítulo 4 Vamos a divorciarnos

21/09/2022

5

Capítulo 5 ¿Está buscándose un novio

21/09/2022

6

Capítulo 6 No me toques

21/09/2022

7

Capítulo 7 La trató con gentileza

21/09/2022

8

Capítulo 8 No importa lo desvergonzada que sea, sigo siendo tu hija

21/09/2022

9

Capítulo 9 Siempre hay una manera de lidiar con Jana

21/09/2022

10

Capítulo 10 El mundo es un gran escenario, y todos no son más que actores

21/09/2022

11

Capítulo 11 Hermana, perdóname

21/09/2022

12

Capítulo 12 No gastes más palabras y habla con mi abogado

21/09/2022

13

Capítulo 13 ¿Divorcio ¿Quién dijo eso

21/09/2022

14

Capítulo 14 Una visita de la exnovia de Zed

21/09/2022

15

Capítulo 15 Cariño, ¿qué hay para cenar

21/09/2022

16

Capítulo 16 Si ella se niega, la golpearé

21/09/2022

17

Capítulo 17 Tienes que lidiar con eso tú solo

21/09/2022

18

Capítulo 18 ¿Qué más quieres hacer

21/09/2022

19

Capítulo 19 Te ayudaré a volver con él

21/09/2022

20

Capítulo 20 Amenaza

21/09/2022

21

Capítulo 21 El secuestro

21/09/2022

22

Capítulo 22 ¿Por qué estás tan cerca

21/09/2022

23

Capítulo 23 Henry golpeó a Watson

21/09/2022

24

Capítulo 24 Sonrojándose

21/09/2022

25

Capítulo 25 Admiradoras hechizadas

21/09/2022

26

Capítulo 26 Una disculpa vacía

21/09/2022

27

Capítulo 27 Gracias a ustedes, ella todavía no está muerta

21/09/2022

28

Capítulo 28 No puedes controlar a este hombre

21/09/2022

29

Capítulo 29 Preferiría comerte a ti ahora mismo

21/09/2022

30

Capítulo 30 Nos vamos a divorciar

21/09/2022

31

Capítulo 31 Tratamiento de spa real

21/09/2022

32

Capítulo 32 ¡Le pusieron droga a la bebida!

21/09/2022

33

Capítulo 33 Tu perfume huele mejor

21/09/2022

34

Capítulo 34 Romper la relación padre-hija

21/09/2022

35

Capítulo 35 ¿Acaso me haces desearte a propósito

21/09/2022

36

Capítulo 36 ¿Estás coqueteando conmigo

21/09/2022

37

Capítulo 37 Hazme tuya

21/09/2022

38

Capítulo 38 ¿No te está yendo bien

21/09/2022

39

Capítulo 39 Salir con otro estando casada

21/09/2022

40

Capítulo 40 No logro conciliar el sueño

21/09/2022