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Aprendi a ser feliz contigo

Aprendi a ser feliz contigo

Amalia Luna

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Capítulo

Un millonario hacendado y amante de los caballos necesitaba de un veterinario que le cubriera a su veterinario en jefe que se había enfermado y le fue enviado una bella veterinaria que robo su corazón desde que la vio. Amarse y estar juntos no fue fácil, en especial por su enemigo Tomás Harper y su hija. Pero una vez vencido el obstáculo la vida les sonrió y casándose formaron una gran familia. Cuatro hijos que le traerian al millonario hacendado Peter Gallager la sorpresa de lazos de amor entre sus hijos y la decendencia de Tomás Harper.

Capítulo 1 Camila

Mi vida estaba centrada en todo lo que yo podía conseguir con mis propias manos. Estaba orgulloso de ser el dueño de una de las haciendas más grandes del estado. Desde muy joven me separé de mi familia y me hice mi propio destino y conseguí por mi cuenta mi propia riqueza.

Me fui muy joven de mi casa. Herido por una mujer -- Mi madre.

Una mujer autoritaria y orgullosa y harto de sus exigencias, de no calzar nunca en sus expectativas y cansado de oír sus quejas y comparaciones, salí sin rumbo fijo, pero decidido a conseguir por mi mismo -- Fortuna.

Trabajé de jornalero en una pequeña granja y allí encontré mi pasión -- Los caballos.

Conocí a una hermosa chica de la que me enamoré ciegamente. Cuando iba a proponerle matrimonio apareció un hombre mayor de buena posición económica y la hermosa rancherita decidió que era mejor casarse con un hombre rico y no oír su corazón que según ella me amaba a mí.

La vi pasar por un año entero con su esposo frente a mí. Me coqueteaba a espaldas de su marido y yo joven y tontamente enamorado esperaba que un día lo dejará por mí. Hasta que un día me dijo que jamás dejaría su vida de comodidades por un pobreton como yo.

Su humillación y el hecho de que jugará con mis sentimientos llenó mi corazón de más decepción y enojo contra las mujeres. Odie ser objeto de comparación y sentir que siempre perdía.

Tomé mis cosas y mis ahorros ganados con tanto esfuerzo y salí en busca de mi futuro. Lo hallé un año después cuando el dueño de un pequeño criadero de caballos con el que yo trabajaba enfermó y su hijo vino por él para llevárselo y así poder cuidarlo.

Fue en todos mis años el acto de amor y de agradecimiento que marcó mi vida. El noble anciano y su hijo me vendieron el pequeño criadero de caballos en una suma ridícula. Pero que yo podía pagar.

Sus palabras me dieron fuerzas y mucha esperanza. Aun las recuerdo y me dan fuerzas apesar de que él murió dos años después de marcharse con su hijo. Me dijo: Escucha Peter, nadie puede robarte tus sueños si fijas tu meta en conseguirlos. No escuches a quien te diga que no puedes. Escucha tu corazón y persigue lo que deseas. Con esfuerzo y trabajo conseguirás hacer crecer este pequeño criadero y tener una gran hacienda -- Tienes todo lo que necesitas para ser un vencedor.

Sus palabras me dieron la fuerzas y su gesto de venderme su criadero me dio las herramientas para conseguirlo.

Y tal como me lo dijo, trabaje muy duro y año tras año poseía más tierras y más caballos. Luego reces y después ovejas y mi hacienda tomó lugar entre las mejores y más cotizadas de la zona.

Ahora era un hombre muy rico..

Mis hombres me respetaban y contaba con buenos trabajadores y el respeto de otros hacendados. Ahora yo era el objeto de deseo de señoritas de la alta sociedad. Empecé a creer que podría elegir a la mejor y a mi antojo. Mi orgullo me llevó a elegir la peor de ellas.

Hermosa, engreída e hija del gobernador. Codiciada por muchos. Estuve a punto de casarme con ella. Por su belleza y por su apellido. Hasta que una tarde llegué a su casa de sorpresa con un hermoso regalo de compromiso y la escuché hablar con sus amigas sin que ella se diera cuenta.

Tienes que ir de viaje a París con nosotras Tania después de que te cases con ese ranchero.

Lo haré Julia, una vez que me case me fingire enferma y que necesitaré descanso y me iré a casa de mi tía y allí pasaré mi verdadera luna de miel con Fransua -- Él está de acuerdo en esperarme y una vez casada y con suficiente dinero para gastar dejaré a Gallager con las ganas y me iré a disfrutar con Fransua de su dinero.

¡Eres increible Tania! -- ¿Como has podido fingir que lo quieres todo este tiempo?

Papá no quiere a Fransua -- ¡Pero yo lo amo! -- Y si tengo que casarme con Peter Gallager para complacerlo ¡lo haré! Y después de seis meses me divorciare de él y me iré a vivir con quien amo. Engañare a ese idiota igualado y sin que se entere me llevaré la mitad de su fortuna.

Jajaja -- ¡Te envidio! -- Tiene tanto dinero y además es guapo.

Puedes quedarte con él cuando me vaya. O convertirte en su amante -- A mi eso no me importa.

Entonces -- Yo me apunto -- Cuando te vayas a París con Fransua yo tomaré tu lugar en su cama -- Jajaja..

Las risas de esas mujeres y oír como hacían planes con mi vida y mi dinero me hizo sentir asco.

Salí de esa casa y me fui a París con una jovencita del pueblo. Humillando a la hija del gobernador. No sin antes hablar con su padre y decirle todo lo que había oído.

No pudo desmentirme, al oír el nombre de Fransua sabía que decía la verdad.

Una vez en París, sentí lástima de la pobre chiquilla y le di un trato digno. Una habitación junto a la mía y dinero suficiente para su presente y para que pensará en su futuro.

Se quedó en París, aprendiendo pastelería en una escuela de cocina. Y yo volví dispuesto a jamás entregar mi corazón.

Año tras año trabajando duro y viendo coronados mis logros. Año tras año volviéndome más duro y cerrado ante el amor. Mujeres venían y buscaban conquistarme y yo las repelia como a moscas.

Hasta que un día mi veterinario en jefe se enfermó y envió al doctor Lasiter.

Patrón el doctor llegó -- Esta con Destello -- Le dijo Tulio su jefe de cuadra.

Espero que no me diga que hay que sacrificarlo, no ha querido comer nada en días y no quiere levantarse desde que murió su madre.

Se lo mucho que significa para usted Destello patrón y créame que lo siento mucho.

Gracias Tulio -- Veamos que dice el nuevo veterinario. Williamson lo recomendó por encima de los otros veterinarios. ¡Veamos que dice!

Cuando iba llegando a la calleriza donde estaba mi caballo oí risas -- Risas de mujer.

Jajajaja -- ¡Así no se comporta un caballero! -- Pero te perdonare si me regalas tu última manzana o esta zanahoria --¿Que dices?

Jajaja -- ¡Esta bien! Son tuyas -- Toma cometelas todas -- Jajaja -- ¿Sabes qué? Ya que tienes tanta hambre, debería prepárarte un cereal -- ¿Que te parece? Avena, manzana y miel.

Mi caballo jugaba con ella como potro enamorado. No se había levantado en más de tres días y esperaba oír que lo tenía que sacrificar porque no quería vivir. Y ahora ante mis ojos comía y jugaba como un potro feliz acariciado por esa preciosa mujer que reía junto a él.

¿Voy a prepararle el cereal patrón? Ahora que está tan animado con la veterinaria -- Sí, Ve Tulio -- Estaba asombrado, alegre, confundido, aliviado y extasiado ante la belleza de esa mujer.

Caminé hacía ella sin quitarle la mirada de encima, me miró y se quedó inmóvil mirándome acercarme a ella. Sus ojos me decían que le atraía y los míos decían lo mismo -- ¡Me gustas!

Quedamos frente a frente y sus ojos color miel se me metieron en el alma, quite un mechón de su cabello y acaricie su mejilla.

Jamás me imaginé acercarme así a una desconocida y que ella sintiera las mismas ganas de besarnos como las que sentia yo y que podía ver también en sus ojos. Estábamos sumergidos en un hechizo desconocido para los dos.

Acaricie sus labios y sentí como le robaba el aliento y como el mío se entrecortaba. Cuando iba a besarla Destello puso su cara entre los dos.

Y ambos empezamos a reír..

Con cara de sorpresa al oírme reir, Tulio apareció con el cereal para Destello.

¡Aquí tiene patrón! -- Dijo extendiendo el balde con el cereal para mi caballo.

¿¡Patrón!? -- Dijo, dando dos pasos hacía atrás y su rostro palidecio y luego se sonrojo y volvió a palidecer.

No se preocupe señorita. Yo tampoco me presenté -- Soy Peter Gallager.

Un gusto señor Gallager -- Soy Camila Lasiter. La veterinaria que cubrirá al doctor Williamson mientras él este en recuperación -- Si -- Si no le molesta claro..

¡No! En lo absoluto. De hecho usted ha hecho un milagro con Destello y le estoy muy agradecido -- Esto deja muy en alto su capacidad como doctor. ¡La felicito! Y le doy la bienvenida.

--¡Gracias señor!

Tulio, quiero que te encargues personalmente de que nadie y dije -- ¡Nadie! -- Moleste a la doctora. Vino a trabajar -- ¡Está claro!

¡Si señor! -- Esta más que claro patrón.

Bien -- Me alegro de que este aquí señorita -- Sea bienvenida doctora.

La timidez que dibujaba su rostro me llenaba el pecho de un calor singular que no había sentido nunca. Y aún no me recuperaba de las emociones que me llevaron a acariciar su rostro y casi -- lamentablemente casi -- a poder besarla.

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