«Soy lo que debo ser en el momento en que me corresponde serlo» ....... Un terremoto como ningún otro sacude el fondo del océano. Pero algo no fue como lo imaginaban, porque justo en las profundidades, las heridas del desastre dejan ver algo inexplicable. 121 doncellas llacen durmientes en el fondo. ¿Quiénes son? ¿Cómo es que aún vivían? Con forma humana pero son algo más, hermosas como diosas pero esconden el peor de los males.
En la madrugada de una pacífica noche, un terrible terremoto a gran escala sacude las profundidades del océano Índico. El impacto removió la tierra de dos continentes y puso a muchos países sobre aviso, emitiéndose una alerta de posible Tsunami.
Por horas se esperó la terrible catástrofe que nunca llegó. La consternación se hizo presente entre los más curiosos científicos y después de pasar el tiempo estipulado, se dispuso una gran investigación a la zona de origen del suceso, en busca de señales o indicios.
Pero algo inimaginable fue hallado en las turbulentas y agitadas profundidades. Las cicatrices del desastre habían dejado al descubierto algo que revolucionaria el pensar de la ciencia y de la humanidad misma.
Yaciendo en un profundo cráter se encontraron los pulcros e impolutos cuerpos de 121 doncellas durmientes. Todas vivas y no afectadas por nada de lo que a su alrededor sucedía.
Cinco años después del hallazgo, las numerosas investigaciones denotaron las raras habilidades sobrehumanas de aquellas mujeres y su co-dependencia a obedecer órdenes. Así que el gobierno determinó buscarle un lugar útil a aquellas mujeres y de paso obtener ganancias a través de ellas.
Así se creó un proyecto en el que personas adineradas pagaban una gran suma por obtener a una de las doncellas y a cambio esta lo protegería como su amo y señor.
Así las Dormiens, nombre que se les otorgó, pasaron de ser las misteriosas criaturas veneradas, a ser esclavas de una codiciosa humanidad.
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