York Finneas se mantuvo en silencio detrás de lo que verdaderamente sucedió hace cinco años del despreciado momento en el que fue sometido y expulsado de la casa de gobernación, del presidente, del país más poderoso del mundo tras haber descubierto sus sombríos secretos. Hasta que, años después, recibe una carta de un estudiante de periodismo, qué cree, que hay un trasfondo del hermenéutico período que fue señalado. Comienza a integrarse a la productividad de la vida pacífica y siente que tiene una segunda oportunidad para reencontrarse consigo mismo. Lo que no predecía era que con la ansiedad palpando, se convierte en una entrevista desveladora devastadora, transformando el punto de vista, de la imagen legal, del dirigente y de la revolución agraviada que enfrenta tras la realidad. Las cartas del juego comienzan a plegarse; varios secretos anticonstitucionales salen a la luz. Las cartas magnas se vuelven impuras. Y la perversidad no es una decisión para contar. Los jefes de estado, se ven envueltos en las polémica que infiere la prostitución, la violencia de género, narcotráfico, feminicidio, racismo, homofobia, homicidio, violación, trata de persona y lavado de dinero. ¿Cuánto tiempo le tomará a York para mantenerse con vida luego de desvelar todo? ¿Quiénes mienten realmente? Copyright: Wuilder Vargas Villalobos ©
Mi respiración se retorcía. Es absurdo comprender lo que estaba transcurriendo. De pronto aunque ya lo sabía, no quería reconocerlo.
Todo había acabado. Como un susurro lejano: así se sentía aquellas voces.
Yo era culpable, él es culpable. Todos fuimos culpables.
¿Pero qué mierda...?
Mis manos están llenas de sangre. ¿Es mía o de él?
Llevo una de las manos a mi frente; está perlada de sudor; cuando desciendo con ella consigo el resto de lágrimas (aún siguen cayendo). Mis sentimientos se han convertido en un laberinto mucho más complejo que el Maze Runner de James Dashner.
Mi corazón golpeaba con fuerza. Busco con mis ojos el rastro de sangre. Pero las señales indican que inicia y termina en mí. Cierro los ojos fuertemente. Tanta adrenalina. Trago saliva con trance, me duele hasta el nombre.
Como si fuese una cápsula de tiempo en el que estuve precipitado, desciendo mi cuerpo con lentitud hasta tocar el suelo y desplomarme, estoy herido. A lo lejos se escucha el sonido estridente de las sirenas de los autos de policías, bomberos y de la jodida ambulancia.
Deslizo mis brazos para poder proteger mi casi desnudo cuerpo de la gélida brisa de octubre, tengo cortes en casi todo el cuerpo, unos más profundos que otro, vidrios incrustados en mi cabeza. Giro los ojos y mascullo del dolor cuando mi mano cae en el costado de la hierba.
El fuego sigue consumiendo la cabaña. Y mis ojos observan como mi destino se ha transformado en un parpadeo.
¿En qué momento terminé en esta situación?
Dos de mis amigos muertos... tres personas gravemente heridas... y, él que me sonreía mientras desaparecía herido a través del bosque.
Una mano en mi hombro hace que gire con lentitud. Pero no lo hago del todo, cuando un golpe en seco, finaliza el trabajo de él.
Todo es oscuridad.
¿Yo soy oscuridad?
Lluvia de disparos y un último resoplido de dignidad.
Capítulo 0 Prólogo
12/06/2021
Capítulo 1 DEBEÍSMO
22/06/2021
Capítulo 2 CREDIBILIDAD
22/06/2021
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