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Siempre Estuviste Ahi

Siempre Estuviste Ahi

Itzel Moreno

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6
Capítulo

Rhydian ha decidido despues de tanto tiempo, confesar su amor a la chica de su sueños, y para eso, ha acudido a su mejor amiga Charlie para que lo ayude, pero Charlie no esta convencida de eso pues cree que sera rechazado sin ninguna duda ¿como haces para enamorar a una persona de la noche a la mañana o tan siquiera gustarle? Rhydian esta entusiasmado y eso lo puede estar nublando de que posiblemente le rompan el corazon y Charlie esta dispuesta a hacer lo que sea por evitar levantar los pedazos rotos, aun si le cuesta la amistada y jamas confesarle lo que siente por el.

Capítulo 1 Primer Dia

Ann Arbor, Michigan

Los primeros rayos de sol aparecían en el horizonte. Tocando las ventanas de los madrugadores. A algunos de forma molesta como los infernales despertadores, y a otros como una suave caricia en las mejillas. Era un nuevo día. Un nuevo día para empezar de nuevo o para terminar lo propuesto. En este caso, el día perfecto para conquistar a Melanie Johnson.

Rhydian Pearce cursaba su último año de preparatoria. Estaba listo para enfrentarse al mundo universitario en unos meses, también estaba listo para confesar su amor a la chica más popular de la escuela: Melanie Johnson. Y para eso, requería de todo su valor y el apoyo de su mejor amiga y vecina: Charlotte Bauman. A quien todos llamaban cariñosamente…

- ¡Charlie! -grito Rhydian desde la ventana de su habitación.

- ¿Qué demonios quieres, Rhydian? –le grito Charlie aun con el pijama puesta y el cabello desalineado.

- ¡hoy es el día!

- tiene que ser una broma- se dijo así misma poniendo los ojos en blanco.

Minutos después, Rhydian estaba listo y en camino a la parada de autobús donde Charlie lo esperaba con un aspecto de resaca.

- ¡Buenos días! Te vez del asco- le dijo Rhydian.

- sabes que me enferman las mañanas- dijo Charlie apoyada sobre la señal de alto con los brazos cruzados.

- un genio como tú no debería estar yendo a la escuela. Deberías estar en el PENTAGONO clasificando secretos de estado o en la NASA torturando extraterrestres.

- esa es el Área 51, genio.

- como sea. Desperdicias tu talento.

-solo soy buena construyendo cosas, no es como si fuera Steve Jobs o Albert Einstein.

- eres mejor que ellos. No por eso el M.I.T. te acepto desde tu nacimiento.

- ¿Cómo pasamos de un ´´buenos días´´ a esto? Eres un hablador. Solo me gustan los autos y todo lo que tenga motor ¿tu porque estas tan animado?

- hoy me he decidido a conquistar a Melanie Johnson

- ¿por fin? -pregunto, retomando la postura sorprendida- ¿Qué hace este día tan especial de los últimos 12 años?

- bueno… este es mi último año antes de la universidad así que…

- típico –interrumpió Charlie volviendo a su posición anterior- dejas todo para el final esperando un milagro. Esa chica ni siquiera sabe que existes.

- soy capitán del equipo- dijo Rhydian ofendido.

- de arquería.

- soy todo un Oliver Queen.

- sobre todo en lo rubio.

-como sea.

El autobús llego a la parada y el estruendoso sonido de chicos preparatorianos no se hizo esperar ante la euforia de vuelta a clases. Rhydian y Charlie subieron a él y se sentaron al fondo solo en la espera de iniciar un nuevo ciclo escolar.

Al llegar a la preparatoria, no se veía más que jóvenes saludándose después de un largo verano sin verse. Rhydian y Charlie fueron a sus casilleros que por coincidencia siempre estaban uno al lado del otro.

- ¡hola! –grito Erick. Buen amigo de ambos. - ¿Cómo están los siameses el día de hoy?

- apenas es el primer día ¿ya vas a molestar? – pregunto Charlie.

- no quiero que se desacostumbren. Por cierto, Shelley te está buscando. Creo que es sobre el equipo de lacross.

- ¡Dios! ¿no pueden darme un respiro?

- eres la capitana- dijo Rhydian- se supone que solo debes respirar para el equipo. Y más porque ya ganaron 2 campeonatos.

- eso no importa- dijo Charlie guardando sus cosas en su casillero con pereza- no es algo que quisiera hacer profesionalmente. Solo lo elegí porque no me dejaron entrar en el equipo de lucha.

- practicas karate no lucha greco-romana- dijo Erick- lo último que querrías es tener a esos idiotas pegados a ti. Los demandarías por acoso.

- como sea. El día de hoy me esconderé de las chicas y del entrenador. Quiero un primer día tranquilo.

- ¿Qué dices tú Rhydian? ¿Rhydian?

Rhydian no contesto, estaba completamente paralizado por la visión que alteraba su corazón desde que era niño.

- Erick, cuando Rhydian tiene esa cara de idiota, es porque Melanie Johnson está acercándose- dijo Charlie cerrando su casillero con fuerza.

Esa Melanie Johnson se acercaba a paso lento por el pasillo. Con su larga melena rubia meciéndose al andar. Iluminando con su bella sonrisa y saludando a todos con gentileza.

- Hola muchachos- dijo Melanie mientras pasaba.

- Hola Melanie- le respondieron Charlie y Erick. Rhydian solo se le quedo viendo estúpidamente cuando se alejaba.

- es la Lana Lang de este torpe Clark-dijo Erick, quien se marchaba con una penosa sonrisa sintiendo lastima por Rhydian.

- ¿Por qué seré tan torpe? -pregunto Rhydian en voz alta.

- algunas chicas encuentran eso atractivo- le respondía Charlie.

- ¿crees que Melanie es de esas chicas?

- claro que no- le respondió riendo-. Vámonos a clase.

Los primeros periodos de clases avanzaron normalmente. Charlie no perdía tiempo y se ponía al corriente con facilidad. Con su intelecto arriba de lo normal, le resultaba sencillo y hasta tedioso estudiar algo que no le llamaba la atención. Rhydian, por otra parte, era un soñador. Siempre tenía la mente en las nubes, o para ser más exactos, en Melanie Johnson. La chica de sus sueños. La que hace que su corazón se detenga con solo mirarla. Con la que ve una larga y bella vida a su lado. Solo ella.

- ¡Rhydian! -le grito Charlie al oído haciéndolo saltar del susto.

- ¿Qué pasa?

- ¿no escuchaste? Es hora del almuerzo.

Todos corrían frenéticamente hacia la cafetería. Donde los lugares ya estaban asignados, categorizados y monopolizados por cada uno de los diferentes grupos sociales que hacían de esta escuela un asco en tolerancia e igualdad. “Bienvenidos a la preparatoria”.

Rhydian y Charlie tomaron sus almuerzos y se entraron en una mesa desocupada por no decir neutral. Ellos caían en la categoría de populares sin ser los típicos futbolistas ricachones ni porristas anoréxicas. Simplemente estaban dentro sin ser molestados ni molestar a nadie.

- ¿Por qué comemos aquí? - pregunto Rhydian-. Siempre comemos en las gradas.

- porque no quiero que el equipo me vea. No quiero lidiar con las responsabilidades del lacross tan pronto.

- ¿desde cuándo no quieres jugar lacross? –pregunto Rhydian mientras le daba un enorme mordisco a su hamburguesa.

- no es que lo esté empezando a odiar, solo que no es algo que…

- quieres hacer profesionalmente- termino Rhydian la frase con la boca llena de comida.

- exacto. Puedo entrar a cualquier universidad…

- sin practicar ningún deporte- volvió a terminar la oración Rhydian.

- ¿desde cuándo he estado diciendo todo esto?

- ¿aun te sorprende que terminemos las oraciones del otro? Somos como siameses separados al nacer.

- creo que puedo darte la razón en eso.

Tranquilos. Continuaron almorzando y platicando, hasta que los típicos brabucones insufribles.

-hola Rhydian ¿te vas a comer eso?

-por eso está en mi bandeja Josh.

Todos los troglodítios futbolistas hicieron desaparecer rápidamente la comida de Rhydian sin ninguna vergüenza.

-eso es chicos-dijo Charlie-. Aprovechen. Porque si no consiguen esas becas jugando futbol, estarán comiendo de esa forma en los botes de basura.

-talvez te coma a ti, preciosa-le dijo Josh lanzándole un beso y guiñándole el ojo.

-ni que tuvieras tanta suerte. Piérdete.

Los chicos se alejaron victoriosos de su comida gratis. Charlie le dio una de sus hamburguesas a Rhydian. Ella siempre compraba comida de más, no por que quisiera dedicarse al fisicoculturismo, sino porque siempre le robaban la comida a Rhydian. El agradecía que no se metieran con el de otra forma. La razón era porque Charlie era una de las chicas más populares de la escuela, algo que Rhydian ignoraba pues no era la chica típica que domina la prepa.

-esos chicos terminaran rodando al final de la temporada-dijo Charlie mientras seguía con su lectura de ciencia ficción.

-pues admito que ellos son la razón por la que yo no subo de peso- dijo Rhydian dándole una mordida a su hamburguesa-. Y tú la razón por la que me sigo nutriendo.

-eres el único chico de 1.88, musculoso que no es capaz de lidiar con idiotas.

-no me meteré en problemas por culpa de ellos.

-no creo que defenderse así mismo sea un problema.

-cuando aparezca algo o alguien importante de defender, lo hare.

- ¿Por qué presiento que Melanie Johnson viene incluida ahí?

-porque tienes buenos presentimientos.

Rhydian continúa devorando su almuerzo tranquilamente, Charlie, por otra parte, sentía una gran preocupación por su amigo. Era obvio que sentía un gran enamoramiento por Melanie, pero ¿es amor verdadero? Y más importante aún ¿Melanie sentiría lo mismo?

El resto del día, Rhydian continuo con sus prácticas de arquería, quería estar listo para el torneo de ese año como los dos anteriores. Mientras que Charlie se la paso en la biblioteca, escondiéndose de su equipo de lacross. Le fascinaba leer, así que fue le cayó de perlas el tiempo libre.

Esa misma noche. Charlie recibió una visita fuera de su ventana. Era Rhydian, quien escalaba desde que era niño por la planta trepadora hacia el balcón de Charlie.

- ¿alguna vez usaras la puerta? -pregunto Charlie sentándose en una de las sillas de estar.

-escalar por aquí es buen ejercicio.

-pareces delincuente.

-necesito que me ayudes-le soltó mientras se sentaba en otra de las sillas de estar.

- ¿a ser un deficiente?

-no. A conquistar a Melanie.

-Rhydian…

-Eres mujer. Debes saber cómo. He querido escribirle una carta expresando lo que siento o dejarle flores todos los días en su casillero con frases románticas.

- ¿no crees que eso es muy cliché?

-pues sabes que soy chapado a la antigua.

-entonces solo se honesto y espera lo mejor. Debes estar preparado para un rechazo.

-si lo sé.

- ¿enserio? -le pregunto Charlie no muy convencida. Ya que no creí que Rhydian fuera muy consciente de lo que quería y de que no todo podría pasar como él lo deseara.

-si. Pero cuando le exprese lo que siento y me gane su corazón, seré el hombre más feliz del mundo. Y a ella también la hare muy feliz.

A Rhydian le brillaban los ojos al pensar en su futuro con Melanie Johnson. Una vida perfecta llena de alegría y de amor. Charlie por otra parte estaba sumamente preocupada ya que conocía a su amigo mejor que nadie y sabia lo fácil que era para el ilusionarse de esta forma. Si algo salía mal, seguro que Rhydian no lo soportaría. Ella le evitaría ese dolor a toda costa.

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