Venus es una joven de 19 años, soñadora, amante de la literatura, que esta reuniendo para poder irse del pueblo donde nació y estudiar lo que ama para asà convertirse en una gran escritora, pero sus sueños se ven truncados cuando conoce a su vecino Cedric, un vampiro de 20 años que no solo le cambiara la vida a Venus para siempre, si no que tendrá que tomar decisiones difÃciles para mantenerla fuera de peligro. Venus no contaba con que el pueblo de donde viene esta lleno de misterios, vampiros e historias que jamás imagino. Incluso su mejor amiga no es lo que ella cree.
Estoy corriendo lo más fuerte que pueden mis piernas, aunque no sé porque siento que no estoy corriendo nada en absoluto, por más fuerte que lo intente, siento que me quedo ahà congelada. Mi corazón late a mil por segundo.
No puedo ver muy bien a donde me dirijo puesto a que está muy oscuro el bosque, es de noche, muchos árboles y sus ramas que tropiezan con mis hombros. Estoy agotada, no sé si pueda continuar huyendo... ¿huyendo de qué? No tengo idea. Tengo en mi pecho un increÃble y tormentoso miedo que me mantiene alerta y corriendo sin dirección alguna.
Miro hacia atrás y solo veo siluetas borrosas, quisiera salir volando, o defenderme de alguna forma, pero todo lo que me sale es correr. Al mirar al frente choqué contra alguien, yo caà al suelo mientras que aquella persona ni se inmuto. Traté de ver de quien se trataba, debido a la poca luz no se puede.
Yo desde el suelo veo como acerca su mano para levantarme, tiene un tatuaje de una espada, pero justo cuando estoy por tomarla siento como las siluetas me alcanzaron y me cortaron el cuello; la sangre comenzó a salir a chorros, yo me cubrà con mis manos para intentar tapar de algún modo y evitar morir ahÃ, pero es imposible.
- ¡NO! - grité, mientras me senté en la cama de forma brusca, toqué mi cuello, mire a mi alrededor muy nerviosa.
Estoy empapada de sudor a pesar del frio que está haciendo.
Respiré aliviada, al mismo tiempo estoy harta de siempre tener la misma estúpida pesadilla incoherente de mà corriendo por el bosque.
Miré la hora del reloj que tengo en mi mesita de noche, junto a la cama. Son las 8:35 am, me desperté justo antes de que sonara la alarma. Estoy a tiempo para irme al trabajo.
Mi madre; Amelia de Thompson entró a mi habitación un poco asustada.
- ¿Estás bien, Venus?
-SÃ, tranquila-Respiré profundamente, coloqué mi mano en mi pecho, puedo sentir como seguÃa mi corazón acelerado.
-Es que... Escuche un grito muy fuerte. -Se acercó a mà para verificar que estoy bien. Tomó asiento junto a mÃ.
-Mamá, tranquila. Solo tuve una pesadilla que se sintió muy real.
-Oh, entiendo, yo también a veces tengo de esas pesadillas, son una tortura - Me acaricia el cabello- Dios mÃo, Venus, estas empapada. Sà que fue una terrible pesadilla, debes rezar cada noche, eso ayuda a alejar las malas energÃas.
-SÃ, lo intentaré esta noche, voy a darme un baño rápido, no quiero llegar tarde al trabajo.
-Está bien, te prepararé el desayuno.
Mi madre siempre fue una mujer con sus creencias sobre Dios y todo eso, yo jamás me logré sentir tan apasionada como ella por ese tipo de religiones, yo no me considero agnóstica de todo, pero no creo en nada de lo que la biblia suele decir. Sà hay algo en lo que creo profundamente es en su paciencia, es maestra en la primaria en el colegio más grande del pueblo, conocida por todos los vecinos como alguien noble, carismática y llena de lo que ya mencione, paciencia.
Su cabello es castaño claro, sus ojos azules y su piel tan blanca como la leche. Mi madre siempre ha tenido esa pasión por enseñar, fue la primera en enseñarme a leer los libros de grandes autores como: Jane Austen, Emily Brontë, William Shakespeare, Edgar Alan Poe... Todas novelas trágicas y de romance. Mi madre es una romántica empedernida.
No fue difÃcil para mà enamorarme de la literatura, las novelas siempre fueron mi acompañante desde mi infancia y ahora que tengo 19 años estoy lista para dar inicio a convertirme en una escritora y en el futuro ser nombrada como esos autores increÃbles que siempre leo... La mejor autora de la época o tal vez, mi propia editorial, pero quiero permanecer rodeada de libros.
Mis padres se mudaron a este pueblo llamado Puente Celest, pueblo ubicado en el paÃs de Mistermed a penas yo nacÃ.
Un pueblo cerca de lagos, con constantes lluvias y muy pocas atracciones, al ser un lugar pequeño tenÃan la facilidad de ser conocidos por todos ahÃ.
Me preparé lo más rápido que pude, pero no dejaba de pensar y de repetir en mi mente la pesadilla que tuve. La mayorÃa de los sueños y pesadillas se logran olvidar con facilidad, por eso siempre trato de escribir con mucho detalle todo lo que recuerdo, siento que puedo mantener el recuerdo vivido.
Tomé mi pequeña libreta y comencé a escribir todo lo que podÃa recordar hasta ese momento: el bosque oscuro, yo huyendo de varias siluetas, el chico con el que me tropecé y nunca vi su rostro... Pero si vi sus manos; eran blancas y tenÃa un tatuaje de una espada en la zona de su pulgar. He tenido este sueño o más bien pesadilla muy recurrente.
Miré mi teléfono al terminar de acomodarme, tengo varios mensajes de mi mejor amigo; Anthony. Él siempre me espera en la entrada de su casa para ir al trabajo, él es cajero de la librerÃa del pueblo y yo soy la encargada de acomodar los libros por orden alfabético y de género.
No es el trabajo de ensueño, pero sirve para ahorrar lo suficiente, mudarme a Estados Unidos y estudiar en una de sus prestigiosas universidades. No me falta mucho, de hecho estoy a solo unas cuantas cifras para lograrlo.
La señora Marcia es muy estricta con el orden de su librerÃa y más con la puntualidad. Nos contrató gracias a mi padre; Romeo Thomson, al ser el oficial del pueblo le tiene la confianza suficiente para contratarnos sin más referencias.
Mi padre es un hombre muy serio, debido a su trabajo tiene que serlo, aunque su sueño siempre fue estudiar astronomÃa, la vida real lo llevo a ejercer un trabajo muy diferente, ser policÃa. Últimamente lo veÃa muy poco, siempre tenÃa turnos redoblados, casos que debÃa investigar. No suele hablar mucho de eso, quiere mantener el ''trabajo en el trabajo y el hogar en el hogar''. Me despedà de mi madre quien envolvió mi desayuno y metió en un pequeño envase para llevar, un beso en la mejilla y ''hasta pronto''.
Anthony o como yo le llamo; Tony, se encontraba en el porche de su casa, esperándome.
- ¿Sigues ah�
- ¿Esperabas que me fuera yo solo?...- pregunto mientras se acercaba a mÃ.
-Ya vámonos, tonto. - seguimos de largo caminando.
-Te ves algo cansada - Aseguró.
-Bueno, tuve esa pesadilla, se me hizo difÃcil descansar- murmuré.
- ¿Qué, de nuevo?
-SÃ, el bosque, yo huyendo- Hice una pausa. -, aunque esta vez cambio algo.
-Eh...- pensó por varios segundos- ¿Qué cambio?
Tuve un flashback de esa pesadilla, aquel chico que me tendió su mano.
-El chico, - Metà mis manos dentro de los bolsillos de mi suéter, el frÃo comenzaba a llegar -nunca habÃa aparecido.
-Tal vez no deberÃas darle tantas vueltas al asunto, es solo una pesadilla. - deja salir un suspiro.
- ¿Por qué se repite tanto si es solo una pesadilla?
-quizá es porque no dejas de mencionarla, al hablar mucho de algo puedes programar algo en tu cerebro que haga que se repita cuando duermes.
- ¿ah, s�-Lo mire fijamente. - ¿dices que yo misma me causo esto?
-Bueno, ¿Qué otra explicación tendrÃa?
Yo negué con la cabeza en forma de desapruebo, no creo que yo misma me cause sufrimiento, es algo que no tiene sentido.
-No sé cómo se me pudo ocurrir semejante pesadilla.
-Quizá una pelÃcula. - Sugiere.
Me mantuve en silencio, ya habÃamos llegado justo a tiempo para iniciar nuestra jornada.
Mientras acomodábamos todo en la vieja librerÃa, no podÃa evitar volver a pensar en los detalles de mi pesadilla, odio que la mente tenga esa baja calidad cuanto a sueños se trata, lugares borrosos, caras casi irreconocibles... es una locura lo que la mente puede llegar a fabricar.
Quizás Tony tiene razón en algo, hablo demasiado de mi pesadilla, deberÃa dejar de comentarlo tanto.
- ¿Sigues pensando en la pesadilla? -interrumpe Tony llegando con unos libros en sus manos.
-No, ya no.
-Oye sea lo que sea que suceda, intenta distraer tu mente, hablemos de otra cosa hoy es un domingo diferente, hoy en la noche es el festival del pueblo, prometiste que vendrÃas conmigo.
-Cierto, eso ayudará un poco con mi estrés de pesadillas invasoras.
CapÃtulo 1 Venus: la pesadilla.
07/02/2024
CapÃtulo 2 Cedric, la llegada.
07/02/2024
CapÃtulo 3 Venus, ¿hice algo mal
07/02/2024
CapÃtulo 4 Rebeca. Lo quiero a él.
07/02/2024
CapÃtulo 5 Cedric. La ventana.
07/02/2024
CapÃtulo 6 Venus. Todos vamos a morir alguna vez.
07/02/2024
CapÃtulo 7 Cedric. El bosque
07/02/2024
CapÃtulo 8 Venus. ¿Qué pasó
07/02/2024
CapÃtulo 9 Cedric, Noche extraña.
07/02/2024
CapÃtulo 10 Venus, Ahora sé su nombre.
07/02/2024
CapÃtulo 11 Cédric. Visita a la doctora Aurora
07/02/2024
CapÃtulo 12 Rebeca Ferries
07/02/2024
CapÃtulo 13 Venus. Nada encaja.
22/02/2024
CapÃtulo 14 Cedric: Bajo su influencia.
22/02/2024
CapÃtulo 15 Venus: Justo asà es perfecto.
22/02/2024
CapÃtulo 16 Cedric: el paraÃso
22/02/2024
CapÃtulo 17 Venus: Fin de una niña inocente.
22/02/2024
CapÃtulo 18 Cedric: la cacerÃa.
22/02/2024
CapÃtulo 19 Venus: La cena.
22/02/2024
CapÃtulo 20 Cedric, la decisión.
22/02/2024
CapÃtulo 21 Rebeca Ferries. LO QUIERO A ÉL.
22/02/2024
CapÃtulo 22 Cedric. Mantener al margen de todo.
22/02/2024
CapÃtulo 23 Venus, el principio del fin.
22/02/2024
CapÃtulo 24 Rebeca Ferries, la venganza es un plato que se sirve frÃo.
22/02/2024
CapÃtulo 25 Cédric. La búsqueda
22/02/2024
CapÃtulo 26 EpÃlogo.
22/02/2024
Otros libros de Miliana
Ver más