Una llamada de amor por error

Estuvo llamando a su madre desde antes de tomar el avión en España hasta Inglaterra, lamentablemente no respondía, su madre sabía que ella llegaría en algún momento, al aeropuerto de Inglaterra.

Solo faltaba una hora para abordar el avión, comenzó a arreglar las cosas pa-ra colocarse más cerca de la puerta de embarque, intento llamar a su madre en una llamada a distancia... Lamentablemente siguió sin contestar sus llamadas, intento llamarla una vez más, hasta que la voz femenina a través de los parlan-tes el saco de sus pensamientos.

"Pasajeros del vuelo 516 por favor abordar por la puerta norte 612, verifi-car sus boletos antes de abordar el avión."

Tomo sus cosas y se dirigió a la puerta de embarque, trato de llamar una úl-tima vez a su madre, pero la llamada no era contestada, ya no contaba con tiempo suficiente para tener otro intento fallido.

Abordo el avión busco su asiento, recorrió casi toda la clase baja del avión hasta que al fin lo encontró, se ubicó en su lugar.

Saco su celular reviso sus redes mientras tanto el vuelo demoraba alrededor de dos horas no demoraría mucho en llegar, dejo su celular a un lado y se aco-modó para tomar una siesta mientras pasaban las horas necesarias de vuelo.

El avión ya estaba aterrizando en la pista eran alrededor de las seis de la tarde, faltaba poco para que el avión tocara suelo, apenas toco la pista de ate-rrizaje Mia se despertó como si su cuerpo tuviera una alarma propia.

Al estar totalmente consiente de que ya había aterrizado el avión ordeno las pocas cosas que tenía por fuera, su celular, entre otros... Mia estuvo estudiando fuera de Inglaterra por más de 3 años, para convertirse en profesional y al lo-grarlo hace un mes comenzó a realizar los trámites para volver a su país natal.

Mia se encontraba sentada en la banca de fuera del aeropuerto, mientras buscaba donde llamar a su madre para comunicarle que ya está acá en el aero-puerto para que la venga a recoger.

Con la vista encontró en una esquina un teléfono público, tomo sus cosas y fue directo a la cabina telefónica, entro marco el número telefónico de su ma-dre, en este intento por suerte le respondieron la llamada, apenas fue contesta-da ella con una crisis como si fuera el fin del mundo comenzó a reclamarte a su madre como según ella pensaba.

Llamada

Mamá, ¡Te has vuelto a olvidar de mí!

¡No me ignores!

¡Las personas me están viendo raro!

Oh Dios mío, ¡vas a tener que ayudarme a conseguir un coche rápido!

¡Cada vez que vengo a verte me olvidas en el aeropuerto madre!

¡Ahora mismo me siento como alguien sin familia!

Lo siento cariño, te equivocaste de número.

Oh lo siento.

Llamada finalizada.

Después de haber colgado la llamada Mia intento un par de veces después, pero de igualmente a la llamada anteriores fueron totalmente ignoradas, no le quedo de otra que espera que en algún momento pasara un taxi.

Espero, ella no sabía ni cómo iba a llegar, no recordaba muy bien la direc-ción, pero la tenía anotada en una libreta que estaba en su maleta, acomodo su maleta la abrió y comenzó a rebuscar entre sus cosas, estaba por llover por suer-te tenía un techado y no se mojaría, pero después de media hora de rebuscar y que la lluvia ya estuviera a cántaros, consiguió la libreta.

Apenas abrió la libreta un carro paso justo delante de ella y mojo la libreta su ropa y a ella, todas sus cosas estaban arruinadas, por suerte el celular estaba en su bolsillo trasero y no fue afectado.

Intento secar la libreta y buscar la dirección para llegar a su casa, en cuanto consiguió guardar todo, camino una vez más a la cabina telefónica, entro he hizo lo mismo.

Un tono, dos tonos, tres tonos... Y otro intento fallido, ya estaba cansada de la situación de llamar y no ser correspondida, estaba cansada, fue a buscar un lugar donde comer y para que se le pudiera secar la ropa.

Llego a un restaurante, donde pudo comer con tranquilidad y permitir que su ropa se le secar. Después de haber comido saco la dirección de su libreta la anoto en su celular, pago y le pidió al mesero que le pidiera un taxi.

El mesero le dijo que ya no había servicios de taxi a estas horas, perdió la noción del tiempo llego al alrededor de las ocho de la noche e iban a ser la una de la madrugada.

-Señorita a dos cuadras en una esquina hay un hotel de una reputación de-centó para que te puedas quedar si no encuentras un medio de transporte.

Ella asintió, tomo sus cosas y se fue en busca del lugar que el mesero le in-dico, con mucha suerte estaba ahí abierto... Entro al hotel, pago la habitación y fue directo al elevador piso el botón del piso tres, cuando llego al piso fue di-recto a la habitación.

Entro dejo las cosas a un lado de la cama y tomo su celular mientras se sen-tó junto a la mesa de noche cerca de la cama tomando el teléfono fijo e intento llamar a su madre una dos veces más, pero fueron igualmente fallidas.

Dejo todo de un lado y fue a tomar una ducha relajante, se despojó de to-das sus prendas, soltó su cabello de la cola alta que tuvo desde que se sentó en ese avión.

A pesar de que el viaje durara alrededor dos horas llevaba mucho con el ca-bello en una cola alta, tenía que lavar su cabellera, comenzó quedando debajo de la lluvia artificial.

Se coloco champo y masajeo el cuero cabelludo, así paso el tiempo restre-gando cada parte se su cuerpo hasta sentirse limpia y dormir tranquila.

Pasaron los minutos y ella ya se encontraba frente al tocador secando su ca-bello, y cantando o mejor dicho gritando su canción favorita de BTS, se encon-traba casi saltando.

Eran alrededor de las diez de la mañana, Mia despertó el ese sueño tan li-viano con el ruido de la puerta y una voz.

-Servicio a la habitación.

Se volvieron a escuchar unos pequeños golpes en la puerta, en ese momento Mia se levantó y fue directo a la puerta para ver por la mirilla, al confirmar que era una mujer con un carro abrió un poco la puerta.

-Es de cortesía, dejare el carro acá y me voy.

Así fue dejo el carro ahí y se marchó por el ascensor.