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Mi Ex es un mafioso

Mi Ex es un mafioso

Elisa Castro

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Capítulo

El amor y el peligro van de la mano en este drama sobre Cassie, una mujer que huye de su pasado mientras lleva en su vientre al hijo del jefe de una organización delictiva. Obligada a romper su relación y esconderse, mudarse de pueblo en pueblo e incluso cambiar su propia identidad, se esfuerza por construir una vida normal para su hijo. Pero el peligro nunca se queda atrás, y Jake no se detendrá ante nada para encontrarla. Cassie lucha por escapar del inframundo que una vez habitó, pero Jake volverá para poner su vida en un completo desorden y los envolvería en la misma pasión que una vez los destruyó. Tal vez solo así podrían ser libres.

Capítulo 1 Positivo

El amor y el peligro van de la mano en este drama sobre Cassie, una mujer que huye de su pasado mientras lleva en su vientre al hijo del jefe de una organización delictiva.

Obligada a romper su relación y esconderse, mudarse de pueblo en pueblo e incluso cambiar su propia identidad, se esfuerza pro construir una vida normal para su hijo. Pero el peligro nunca se queda atrás, y Jake no se detendrá ante nada para encontrarla. Cassie lucha por escapar del inframundo que una vez habitó, pero Jake volverá para poner su vida en un completo desorden y los envolvería en la misma pasión que una vez los destruyó.

Tal vez solo así podrían ser libres.

*------------ Capítulo 1-------------*

No había nada que pudiera hacer en ese momento.

Cassie salió del baño con las piernas temblando junto con todo su cuerpo, el sudor frío recorría su piel que se había tornado pálida, un fatalismo implacable la sacudió obligándola a incorporarse, temblorosa.

Al verla salir en aquel estado Ginna se asustó aún más, sujetándola de los hombros antes de que Cassie fuera a desvanecerse entre sus manos le preguntó:

— ¿Qué ocurrió?

Cassie pasó saliva. — Positivo, dió positivo.

Ginna avanzó lentamente hacia ella, manifestando la misma sorpresa mezclada con terror que surcaba su rostro. — ¿Qué cosa dió positivo, Cassie? — Ya sabía a lo que se refería Cassie al afirmar que salió positivo, sin embargo trataba de convencer a su subconsciente de que no era cierto.

Así fue hasta que Cassie, acongojada, sacó a relucir entre ambas la prueba de embarazo con el resultado positivo.

En ese momento Ginna empezó a soltar toda clase de maldiciones, era completamente incapaz de creer que algo como eso realmente estaba ocurriendo.

— Maldición, ¿Tienes idea acaso del enorme problema que esto sugiere, Cassie? ¿Un bebé? ¿Ahora? ¡Con un demonio! — Ginna realmente se vio tentada a golpearse la cabeza contra la pared. — ¿Si sabes lo que te harán a tí y a ese bebé? ¿Tienes siquiera la más mínima idea sobre lo que va a ocurrir?

Cassie suspiró.

— ¿Puedes dejar de tratarme como si únicamente fuera mi culpa? Concebir un bebé es trabajo de dos personas. — Necesitó de un momento para sentarse, sigue contemplando la prueba de embarazo positiva mientras piensa en lo estúpida que es por sentirse ilusionada. — ¿Es posible.... Ocultar mi embarazo?

El sonido de Ginna golpeando la pared la interrumpió.

— ¿Dónde crees que estamos? ¿En una telenovela donde la protagonista es capaz de ocultar nueve meses de embarazo solo porque se puso ropa holgada? Piensa con la cabeza, Cassie. Si esa mujer descubre que estás embarazada con su terrible sexto sentido definitivamente va a sacarte ese bebé con sus propias manos. — Advirtió, pero intenta calmarse. — Solo hay una cosa que podemos hacer en este momento.

Cassie mira a Ginna con una ceja alzada.

— ¿Qué cosa?

— Tú no tendrás a ese niño. — Responde con firmeza, dejándola mucho más que sorprendida.

Cassie de inmediato se lleva las manos a su abultado vientre, incapaz de creer lo que había escuchado.

Y no era porque lo consideraba algo del otro mundo, era debido a que ella realmente quería tener a ese bebé.

— ¿Perdón? Algo como eso… No soy capaz, Jake va a entend…

— No seas ingenua, Cassie ¿De verdad crees que va a aceptar esto solo porque te había estado mostrando un poco de bondad luego de traerte aquí y tratarte como a una prostituta? Ha estado fuera desde hace dos meses, no dudará en pensar que tuviste una aventura.

Cassie se quedó callada porque simplemente Ginna tenía razón, el despiadado de Jake jamás aceptaría a su propio hijo, él mismo era capaz de deshacerse de él con sus propias manos.

Si quería evitar una tragedia quizá debía hacerle caso a Ginna y no tener el bebé.

¿Pero realmente era capaz de hacer eso?

***

— ¿Qué debería hacer ahora?

No lograba conciliar el sueño, en la inmensidad de aquella cama dentro de aquella aún más grande habitación seguía sintiéndose solitaria ahora que Jake no estaba durmiendo a su lado, haciéndole compañía y diciéndole que todo estaría bien.

Aunque el trabajo de Jake iba en contra de todos sus principios éticos y morales sabía que no era una mala persona, él no decidió en qué clase de familia nacer, hacía todo lo posible por sobrevivir a su manera dentro de un lugar donde todo era matar o morir.

Y por eso Cassie estaba convencida de que él la protegería.

— No quiero que este bebé sea una maldición para nosotros. — Se dijo a sí misma, levantándose de la cama y abrigándose antes de salir de la habitación.— Es el hijo que siempre quisimos tener, ¿Por qué Jake me dejaría de lado en un momento tan feliz como este?

Ella camina feliz, se detiene frente a cualquier espejo para tratar de ver cuánto había crecido su embarazo de menos de un mes.

Sin embargo Joy –La ama de llaves- la interceptó apenas abrió la puerta.

— ¿A dónde va?

Pero Cassie no se quedó para escucharla regañarla por ir a toda prisa durante la noche y sin sus zapatos puestos, en lugar de detenerse le contestó con la voz alzada mientras se alejaba:

— ¡Intentaré llamar de nuevo a Jake, hay algo muy importante que quiero decirle!

Tenía que ser rápida antes de que alguien más se lo hiciera saber.

Cassie corrió tanto como pudo por los pasillos, todo se acabaría si alguno de los miembros de aquella casa la encontraba, por lo que necesitaba llegar hasta el teléfono fijo que estaba en la cocina antes de ser descubierta y enviada a la habitación a recibir un castigo por desobedecer los horarios para dormir.

La cocina abarcaba una habitación completa ubicada en dirección opuesta a la habitación donde ella dormía, Cassie podía escurrirse tanto como quería, conocía perfectamente cada pasillo y pasadizo secreto de aquella inmensa prisión a la que llamaba hogar.

Cuando llegó a la cocina habían personas charlando, tuvo que ocultarse detrás de un muro para evitar ser vista y escuchar un poco más la conversación:

— Es la primera vez que el señor Jake tarda tanto con sus negocios — Dijo la primera empleada — ¿Y si le pasó algo?

— Es imposible, él mismo nos dijo que no sabía cuándo regresaría. — Añadió una segunda.

«¿Jake les dijo eso?» No pudo evitar pensar Cassie, a quien Jake no le había comentado nada al respecto.

— ¿Eso quiere decir que tenemos que hacernos cargo de esa mujer hasta que regrese? — Habló la tercera empleada que estaba. — La señora Shanon no estará feliz con eso.

La primera empleada se cruzó de brazos al contestar:

— ¿Y crees que el señor Jake si lo estará ahora que sabe que Cassie está embarazada?

Cassie se quedó en blanco al escucharla.

«¿Y-ya lo sabe…? ¿C-cómo?» Se preguntó, recargándose en la pared. «¿Y aun así no se ha comunicado conmigo?»

Cassie es incapaz de dar crédito a lo que está escuchando, era absurdo, completamente absurdo.

«¿Y-ya lo sabe…? ¿C-cómo?» Se preguntó, recargándose en la pared. «¿Y aun así no se ha comunicado conmigo?»

— ¿No crees que todo esto es muy extraño? Esa mujer no tiene límites ni escrúpulos, no me sorprendería que el estar embarazada sea un acto para poder amarrar finalmente al señor Jake. — Opina la segunda empleada. — Pobre de nuestro empleador por no saber qué clase de mujer cuervo está resguardando en su propia casa.

La otra dama asintió.

— Algún día le sacará los ojos. — Responde la primera empleada. — No deberíamos sentir lástima por ella si termina siendo echada, ella misma se metió en este problema por haber interferido en la relación del señor Jake con la señorita Leah y empezar a vivir aquí como una refugiada buscando asilo.

— Probablemente confundió la casa de su novio con una organización benéfica.

Abas se rieron mientras cotilleaban entre sí, ignorantes del hecho que la persona aludida estaba escuchando pacientemente a sus espaldas.

— Su cuerpo ya no servirá más para el señor Jake ahora que se hinchará como pez globo, probablemente la corran de inmediato. Escuché que nada vuelve a ser como era antes después de tener un hijo.

— Es solo una mujer fea y fría como un reptil, seguramente no sirve siquiera para calentar la cama del señor Jake. Debería estar agradecida de al menos poder concebirle un hijo. Comparada con la señora Shanon y la señorita Leah parece un calamar sacado del agua.

— Por lo que veo ustedes dos tienen una lengua bastante floja, ¿Acaso no es saber guardar silencio la mayor virtud de un trabajador? Aparentemente no fueron educadas de la manera correcta. — Cassie interrumpió la conversación cuando los comentarios empezaron a escalar niveles y terminaron colmándole la paciencia. — ¿Entonces soy una mujer fea y fría que es como un calamar o un reptil? Ustedes son bastante creativas ¿No? Pero se les olvidó decir otra cosa.

Cassie las miró abrazarse entre sí. Tratando de huir como un par de ratas recién descubiertas y se rió, ella realmente se rió.

— No soy una persona piadosa ni compasiva. — Finalizó la oración.

Y los gritos de las empleadas resonaron por toda la enorme casa mientras ella misma se ocupaba de enseñarles una verdadera lección.

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