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Donde vive el milagro

Donde vive el milagro

Nicola Marbach

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Capítulo

Ariana se vio obligada a casarse con un miembro de la familia Anderson. Sin embargo, mientras otros esperaban que tuviera un hijo con su nuevo esposo, ¡ella descubrió que su esposo, Theodore, estaba en coma! ¿Acaso Ariana viviría el resto de su vida como si fuera una viuda? ¡Inesperadamente, su esposo recuperó el conocimiento al día siguiente! Theodore abrió los ojos y la miró con frialdad. "¿Quién eres tú?". "Soy tu... esposa", respondió Ariana aturdida. Al escuchar esto, Theodore parecía extremadamente molesto. "No recuerdo haberme casado, así que este matrimonio no cuenta. Dejaré que mi abogado se encargue de los trámites de divorcio". Si no hubiera sido por la objeción de su familia, los dos se habrían divorciado. Más tarde, concibió un hijo y quiso irse en secreto, pero Theodore descubrió su plan y la detuvo. Ariana lo miró con terquedad en los ojos. "No te gusto y nunca me has tomado en serio. ¿Cuál es el significado de nuestro matrimonio? ¡Quiero el divorcio!". De repente, la arrogancia de Theodore desapareció y la abrazó con calidez. "¡Eres mi esposa, ni siquiera pienses en divorciarte de mí!".

Capítulo 1 La boda es una trampa

Cuando sonó la campana, una bandada de palomas blancas salió volando de la iglesia, extendiendo sus alas contra el cielo azul.

"¡Ahora, por favor, denle la bienvenida a la novia!".

La melodía de la Marcha Nupcial inundó el ambiente mientras las grandes puertas del salón se abrían lentamente.

Ataviada con un precioso vestido de novia, Ariana Edwards entró tranquilamente a la iglesia con un ramo de flores frescas. Sus ojos claros se veían inquietos y esperanzados.

Pero cuando observó el interior, su expectativa disminuyó repentinamente.

No solo no había una única invitada, sino que el propio novio estaba ausente.

Aparte del sacerdote que tenía una Biblia en sus manos, su única compañía era su madrastra Glenda Edwards, quien la miraba con una sonrisa.

"¿Qué pasó?". Ariana se quedó congelada y miró a Glenda con un mal presentimiento.

Ignorando su pregunta, su madrastra se acercó a ella como si nada estuviera mal, la agarró del brazo y la arrastró hasta llegar al frente del sacerdote.

"Empecemos", le ordenó.

El sacerdote asintió y comenzó a leer la Biblia. Luego, le preguntó a la novia: "Señorita Ariana Edwards, ¿acepta a Theodore Anderson como su esposo y promete permanecer a su lado, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?".

Cuando lo escuchó decir ese nombre, Ariana pensó que estaba alucinando.

Su futuro esposo debía ser Jasper Anderson, el segundo hijo de los Anderson, y Theodore era su hermano mayor. Hacía tres meses, sufrió un terrible accidente automovilístico que lo dejó discapacitado. ¡Todavía estaba inconsciente en una cama!

"¡No debería ser así! Mi novio es Jasper Anderson, ¡y él debería estar casándose conmigo! ¿Cómo puede ser Theodore?". Presa del pánico, Ariana se tambaleó hacia atrás y pisó el largo dobladillo de su vestido, por lo que estuvo a punto de caerse.

Glenda fulminó a su hijastra con la mirada: "Eso no tiene nada de malo. Theodore y tú estaban destinados a ser esposos desde el principio. Como ahora está discapacitado y solo le quedan unos días de vida, se debe realizar una operación de inseminación artificial utilizando su esperma para que pueda tener un hijo antes de morir. Tú llevarás ese embrión".

"¡Es ridículo! ¿Dónde está Jasper? ¡Él no te permitirá que hagas eso!", espetó Ariana con los ojos rojos. No podía aceptarlo.

Glenda no le respondió. En cambio, alzó una mano con impaciencia. Los guardaespaldas que acechaban en las sombras salieron inmediatamente, agarraron a Ariana y la forzaron a terminar la boda.

Ariana intentó luchar con todas sus fuerzas, agitándose y retorciéndose. Su intrincado vestido se despedazó y ensució mientras su cabello se desparramaba. Era como una fiera que intentaba todas las formas posibles para escapar.

Ariana golpeó a los guardaespaldas con sus tacones altos y logró liberarse de sus garras. Luego, corrió a la puerta del salón tan rápido como sus piernas se lo permitieron, intentando escapar desesperadamente de sus perseguidores.

La iglesia era enorme. Ariana jadeó por aire mientras corría sin rumbo alguno.

Los guardaespaldas aún la perseguían. Podía escuchar sus pesados pasos detrás de ella, pero no se atrevió a detenerse para mirar atrás. Con un profundo pánico, Ariana huyó a una villa blanca al lado de la iglesia.

Necesitaba un lugar donde esconderse, así que intentó permanecer en silencio y calmar su respiración agitada.

Cuando subió las escaleras y pasó por la primera habitación del corredor, se detuvo en seco.

La puerta estaba entreabierta y se escuchó una risita familiar adentro.

Ariana sintió que su corazón se hundía con miedo. Levantándose el vestido y conteniendo la respiración, se acercó a la puerta silenciosamente y miró a través de la rendija.

Un hombre y una mujer estaban abrazándose semidesnudos en el sofá. Ariana los reconoció y sintió un nudo en la garganta. La mujer encima del hombre era su hermanastra, Brielle Edwards. Y el hombre que estaba debajo de ella era su novio, Jasper, con quien esperaba casarse y había estado buscando desesperadamente.

"¿Por qué estás tan distraído? ¿Sigues pensando en Ariana?", se quejó Brielle, agarrándolo del cuello y obligándolo a mirarla.

"Acabo de engañarla para que se convierta en la esposa de otro hombre. ¿Por qué seguiría pensando en ella? Solo tengo miedo de que algo salga mal. No estaré seguro a menos que yo esté ahí en persona", respondió Jasper con impaciencia. Luego, empujó suavemente a Brielle e intentó ponerse de pie.

Pero ella se mantuvo firme y bajó la cabeza para besarlo apasionadamente. "Mi madre está ahí", dijo apartándose un poco para respirar. "Ariana no podrá escapar".

"Tienes razón". Jasper se relajó y se recostó en el sofá. "Ariana es tan crédula", comentó sonriendo mientras deslizaba una mano debajo de la ropa de Brielle. "Una vez que termine la boda, inventaré otra mentira para consolarla y hacer que arruine la operación. Después de que Theodore muera, yo seré el único heredero de la familia Anderson".

Brielle gimió coquetamente cuando la mano de Jasper empezó a moverse. Temblando de placer, cayó débilmente en sus brazos y se echó a reír. "Ariana está muy enamorada de ti. Ha estado esperando esta boda durante meses. Pero resulta que todo es un fraude de la persona que tanto ama. Eres un hombre muy malo".

"¿No te gusta que sea malo?". Jasper se dio la vuelta, presionó a Brielle en el sofá y la besó con entusiasmo.

Sus voces se apagaron y fueron reemplazadas por gemidos de placer.

Ariana se alejó tambaleándose de la puerta. Sus piernas estaban temblorosas y débiles.

¡Todo había sido una artimaña planeada desde el principio!

¡Jasper le había dicho todas esas palabras y promesas dulces solo para utilizarla y engañarla! ¡Incluso planeó esta boda para hacerla casarse con otro hombre!

Con un doloroso nudo en la garganta, le caían calientes lágrimas de los ojos. Era una verdad tan cruel que sintió como si le estuviera aplastando el pecho.

Sus pálidos dedos apretaron su vestido con fuerza mientras escuchaba los gemidos de la habitación. El sonido era como una puñalada en su corazón, y rechinó los dientes con odio.

La sensación era tan abrumadoramente sofocante y angustiosa que estuvo a punto de derrumbarse. Pero debía salir de ahí. Como si estuviera en un trance, caminó por la villa, incluso sin saber cómo había salido de ese lugar que le daba asco.

Con los ojos rojos y su rostro manchado de lágrimas, caminó abatida hacia el jardín. Los guardaespaldas la encontraron y la rodearon para que no volviera a escapar.

Pero Ariana no tenía tal intención. Era como un cuerpo sin alma. La intensa miseria la había dejado entumecida. Bajando la cabeza, se rio amargamente de sí misma. Luego, miró a los guardaespaldas con ojos fríos y duros. "No tienen que llevarme a la fuerza", espetó. "Yo misma regresaré y me casaré con Theodore".

Era consciente de que no podía escapar, pero tampoco quería hacerlo.

En ese momento, el odio estalló en su corazón.

Quería venganza. Quería competir con Jasper por la propiedad de los Anderson y quería verlos irse al infierno con sus propios ojos.

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