Embárcate en un intrigante viaje de secretos y pasiones con la novela "Secreto de mi esposo ciego", escrita por Astrid Rose. Camila, una joven oriunda de un pueblo pequeño, se ve comprometida por su tío a contraer matrimonio con un adinerado discapacitado, como parte de un acuerdo para financiar el tratamiento médico de su abuela enferma. A pesar de ser un vínculo construido sobre conveniencias, Camila se embarca en una travesía para derretir el gélido corazón de su esposo, quien guarda en su interior oscuros secretos que amenazan con desvelar un mundo desconocido. ¿Qué revelaciones aguardan tras la fachada de este hombre misterioso? Adéntrate en este relato de amor, misterio y redención donde las verdades ocultas entrelazan destinos en un torbellino de emociones y decisiones cruciales que desafían los límites del corazón humano.
parte 1: la historia de Secreto de mi esposo ciego
parte 2: personajes principales de Secreto de mi esposo ciego
parte 3: el capítulo más popular de Secreto de mi esposo ciego
parte 4: Recomiende 10 novelas similares a "Secreto de mi esposo ciego"
Camila, una pueblerina, es comprometida por su tío con un discapacitado rico a cambio de pagar por el tratamiento de su abuela enferma. A pesar de ser un matrimonio arreglado Camila se esfuerza por conquistar el frio corazón de su esposo. Él cual oculta oscuros secretos...
—Uhm... ¿debería desvestirme y subirme a la cama primero o... ayudarte a desvestirte? —preguntó Camila Santana con cautela, de pie junto a la puerta del baño con el cuerpo envuelto en una toalla.
Era su noche de bodas. El hombre en silla de ruedas, que tenía los ojos vendados con seda negra, sería su marido a partir de ahora. Era la primera vez que lo veía en persona, y era más guapo que en las fotos. Tenía rasgos faciales definidos, nariz afilada y cejas espesas. Su figura alta y esbelta coincidía con la imagen del hombre soñado por Camila. Pero, por desgracia, era ciego y discapacitado.
Algunos acusaron a Dámaso Lombardini de ser gafe, ya que provocó la muerte de sus padres cuando él tenía nueve años y la de su hermana mayor cuando él tenía trece. Además, sus tres prometidas fallecieron una tras otra. Cuando escucho los rumores por primera vez, Camila se sintió intimidada, pero su tío, Eulalio Santana, afirmó que la Familia Lombardini financiaría el tratamiento de su abuela, María Díaz. Por el bien de María, estaba dispuesta a asumir los riesgos.
Camila Santana:
Joven comprometida por su tío con un hombre discapacitado rico para salvar la vida de su abuela. Busca conquistar el corazón de su esposo a pesar de las circunstancias.
Dámaso Lombardini:
Hombre ciego, discapacitado y en silla de ruedas, objeto del matrimonio arreglado con Camila. Enfrenta acusaciones y rumores turbios sobre su pasado, vinculados a la muerte de sus padres, hermana mayor y prometidas anteriores.
Secreto de mi esposo ciego Capítulo 7 Tu mujer es guapísima
Dámaso besó los labios de Camila antes de que ésta pudiera dar una explicación. La agarró con firmeza por los brazos y la encerró con firmeza en su abrazo, besándola sin freno. Además, su presencia severa y dominante la asaltó, haciéndola sentir mareada. Cada vez que la besaba, sentía como si le chupara una parte del alma. Luego, la soltó y se rio taimado.
—Señora Lombardini, ¿eso fue lo ya bastante bueno para usted?
Su corazón latía con rapidez y era incapaz de calmarse. Ella forcejeó y se soltó de su abrazo, sólo para que él volviera a atraparla entre sus brazos. Estaban muy cerca. Apenas había espacio entre ellos. Camila seguía forcejeando, pero Dámaso la sujetaba con firmeza. Siguió así durante algún tiempo hasta que Camila se quedó sin energía. Ella apretó los labios.
—¿Por qué eres tan fuerte…
Antes de casarse, Don Lombardini no dejaba de recordarle a Camila que Dámaso era débil y enfermizo y que debía cuidar bien de él. Por lo tanto, pensó que Dámaso estaba enfermo como su abuela. Sin embargo, miró hacia abajo y vio sus grandes manos agarrando su esbelta cintura.
Siempre se había enorgullecido de su fuerza y su salud, pero no tenía ninguna posibilidad contra el «enfermizo Dámaso». Camila hizo una mueca de disgusto, haciendo que sus mejillas se inflaran de forma adorable. Dámaso sonrió y la colocó en una posición más cómoda. La colocó en su regazo y le dijo:
—No puedo ver, pero por lo demás estoy por completo sano.
Luego, sonrió ladino y acercó los labios a sus oídos. Su voz ronca pero magnética estimuló sus tímpanos.
—También estoy sano ahí abajo. ¿Desea probarlo, Señora Lombardini?
A Camila casi se le sale el corazón del pecho. Su cara se sonrojó y sintió calor mientras sacudía la cabeza profusa.
Secreto de mi esposo ciego Capítulo 8 No se preocupe por eso
La mirada de Tito incomodó a Camila. Respiró hondo y sonrió con amabilidad a Tito antes de empujar a Dámaso en su silla de ruedas hacia la casa. Sin embargo, Tito extendió el brazo y le impidió el paso cuando ella intentó pasar a su lado.
—¿Por qué estás tan ansiosa por entrar? ¿Tienes miedo de hablar conmigo?
Se cruzó de brazos y miró a Dámaso con asco y desprecio. En cambio, su voz era amable, con un deje de preocupación.
—Dámaso, tu mujer sigue evitándome. Creo que tiene un motivo oculto para casarse contigo. —Miró por un breve momento el pecho de Camila con ojos lascivos.
Camila frunció el ceño y por instinto se dio la vuelta. Pero eso sólo hizo que la mirara con más atrevimiento. Sus labios se curvaron en una sonrisa arrogante.
—Dámaso, el abuelo es viejo y podría ser incapaz de ver a través de los trucos de mujeres jóvenes como ella. Yo, en cambio, tengo mucha experiencia. ¿Qué te parece esto? Hablaré con tu mujer en privado y evaluaré su carácter por ti.
Camila apretó con fuerza la silla de ruedas de Dámaso. Aunque era huérfana del campo, su tío y su mujer fueron generosos con ella. Así, creció bien y desarrolló hermosas curvas. Aunque varios alumnos varones le miraban el cuerpo en la escuela, ella no tenía miedo porque Luci la protegía. Sin embargo,
Camila estaba ahora en la Residencia Lombardini, territorio de Tito. Además, Dámaso era ciego y no podía ver cómo la miraba Tito. Tampoco sabría lo que Tito le haría si le permitiera hablar con ella en privado. Camila no podía rechazar a Tito porque no había hecho nada fuera de los límites. Se mordió el labio, rezando para que Dámaso no accediera a la irrazonable petición de Tito.
Dámaso sintió que las manos de Camila temblaban detrás de él. Incluso con la cinta negra sobre los ojos, podía ver la expresión lasciva de Tito iluminada por la farola. Así, frunció los labios y respondió con indiferencia.
Secreto de mi esposo ciego Capítulo 9 Conversación profunda
Gaia se quedó helada. Todo lo que Juana dijo fue que Dámaso la echó debido a Camila. No explicó por qué. ¡Resultó que había humillado a Camila! Gaia frunció los labios. Nunca habría sacado el tema si supiera el motivo.
Ramón sonrió de forma diplomática.
—Dámaso es un hombre digno. Además, Camila es la nuera de la Familia Lombardini. ¿Cómo podemos permitir que un criado la humille?
Gaia no tuvo réplica. Lo único que pudo hacer fue resoplar indignada y guardar silencio. Al mismo tiempo, Don Lombardini cambió de tema de conversación y charló con Camila. De repente, sonó el teléfono de Ramón. Su rostro palideció al ver el número en la pantalla.
—Tengo que atender esta llamada. Seguid sin mí.
El tono de Dámaso era un poco frío.
—Claro, tío Ramón.
Tito entró con displicencia poco después de que Ramón se fuera. Miró a la gente del salón y se sentó frente a Camila, guiñándole un ojo. A Don Lombardini le molestó la actitud coqueta de Tito y le reprendió:
—¡Es tu cuñada!
—Lo sé.
Tito parpadeó sugestivo.
—Me topé con ellos en las puertas. Camila y yo acabamos de tener una conversación «profunda».
Hizo hincapié en la palabra «profunda» lo que hizo que Camila frunciera el ceño. Se dio la vuelta y vio que los criados estaban preparando la cena en la cocina.
Secreto de mi esposo ciego Capítulo 10 ¡No intimides a mi marido!
Las manos de Camila temblaban con ligereza mientras sujetaba la silla de ruedas de Dámaso. Sus palabras le hicieron darse cuenta de algo. Ninguno de los criados se molestó en acudir a ellos desde que entraron en la Residencia Lombardini.
Miró los rasgos cincelados de Dámaso bajo la tenue luz de la luna y sintió lástima por él. Su primo, Tito, le acosó por su discapacidad y abusó de su mujer ante sus propios ojos. Además, sus tíos se burlaban de él y nunca lo trataban con respeto. En cuanto a su abuelo…
Antes, Camila pensaba que el abuelo de Dámaso se preocupaba por él. Si no, ¿por qué le preocuparía que Dámaso se casara? Sin embargo, fue testigo de la frialdad con la que el viejo Lombardini trataba a Dámaso en la Residencia Lombardini. Por lo tanto, creía que a Don Lombardini tampoco le gustaba Dámaso. No pudo evitar sentirse triste al pensar en ello.
«Dámaso perdió a sus familiares más cercanos desde muy joven. Además, sus otros parientes le maltrataban. Debió de ser desgarrador para él…».
Camila alargó por instinto la mano y le tomó con suavidad la mano fría. Su mano tembló con ligereza, haciéndola volver en sí. Retiró la mano con brusquedad, como si estuviera escaldada. Aun así, dijo con firmeza:
—Ahora soy tu familia y siempre estaré contigo.
Dámaso pareció desconcertado durante un segundo. Se volvió hacia Camila y la miró a través de la cinta que cubría sus ojos. Camila pensó que no la había oído bien. Así, repitió con seriedad:
—Aunque... sólo llevamos un día casados, no soy como ellos. Te seré leal. Aunque estés maldito, no tengo miedo. Siempre estaré contigo.
Secreto de mi esposo ciego Capítulo 11 Llegaste sonámbulo
La sonrisa de Dámaso parecía suave y seductora bajo la luz de la luna. Camila apretó los labios y sintió que se le calentaban las mejillas.
—Revísalo…
—Los comprobaré cuando lleguemos a casa. —De repente jadeó.
—Sólo iba de farol en la Residencia Lombardini... Es mucho más fuerte que yo. ¿Cómo puedo ganarle en una pelea? No tengo el poder para hacer que deje de intimidarte. —Camila se miró los pies descalzos—. Pero... puedo llevarte a escapar conmigo. Puedo correr bastante rápido.
Dámaso no pudo evitar reírse al ver su expresión seria.
—¿Planeas escaparte conmigo siempre?
—Sí…
Camila asintió, pero se dio cuenta de algo y sacudió la cabeza.
—No seguiré huyendo. Podré protegerte cuando sea más fuerte.
Dámaso la miró bajo la luz de la luna y sonrió.
—Claro, esperaré a que te hagas más fuerte.
—¡De acuerdo! —Camila apretó los puños. Tenía la cara enrojecida.
Se acarició las mejillas y miró la carretera oscura y vacía.
—Quizá no podamos llegar a casa esta noche.
«Dañé mis zapatos mientras los usaba para golpear a Tito. No puedo ir a casa descalza mientras empujo a Dámaso en su silla de ruedas. Está demasiado lejos».
Dámaso sonrió y dijo:
—Cierra los ojos y cuenta hasta diez. Entonces encontraré la manera.
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autor: amanda lagos perez
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Capítulo 1 , dijo sin aliento
finalmente rompió el silencio a la salida de Kasey. “¿Es ese tu superpoder?” Me volví y miré a la mujer. Realmente no fue una sorpresa encontrar a Waylynn Jennings parada allí. Yo, por supuesto, la vi entrar a la tienda. Lo que no esperaba era que ella realmente me hablara. "¿Qué?" Pregunté, la confusión envolvió mis rasgos. “Molestar a la gente”, dijo. “¿Es ese tu superpoder?” Puse los ojos en blanco. "Eres muy gracioso", me encontré diciendo. "¿Porqué me hablas?" Conocí a Waylynn Jennings cuando comencé a trabajar en el circuito de rodeo como torero. Un torero era el loco que perseguía a los toros por el ruedo del rodeo cuando los jinetes se caían del toro o saltaban cuando completaban su recorrido. Para mantener seguro al jinete, el torero llamaría la atención del toro para asegurarse de que el jinete pudiera salir de la arena sin sufrir daños. Ahí es donde entró en juego el padre de Waylynn, Jude. Jude era una potencia de seis pies y dos pulgadas que podía correr como el viento. Me tomó bajo su protección y me mostró los entresijos cuando yo era solo un niño que buscaba ganar dinero. Y después de ocho años como torero, por fin pude ver el final en el horizonte. Al principio acepté el trabajo de torero porque me pagaban una buena cantidad de dinero.
autor: NEWMOON
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Capítulo 1 ¡Ni siquiera sueñes con ser mi madre!
“Querida, que bien hueles, tu aroma es realmente asombroso”, dijo la voz ronca y magnética de un hombre en medio de la oscuridad, haciendo resonar por completo los oídos de Eliza Lawson. Ella era la mujer que estaba arrodillada en la cama, tenía las manos atadas con un cinturón y, sus ojos cubiertos con una tela negra; sin embargo, a pesar de que no podía ver nada, sus otros sentidos se volvieron incluso más sensibles y agudos que antes.
Eliza, quien estaba temblando llena de miedo, solo se encogió levemente mientras soportaba en intenso dolor causado en su cuerpo; de hecho, como ni siquiera pudo hacer nada para evitarlo, tuvo que sentir y aguantar que el hombre la violara una y otra vez. Luego, escuchando la prepotente voz del hombre, ella volvió a oír las palabras que él dijo: “Ahora, sé buena y cambiemos de posición, ¿de acuerdo?”.
......
Después de escuchar esas palabras, Eliza se despertó apresuradamente, se sentó a la orilla de la cama y, cubriéndose la frente, trató de calmar su respiración; de hecho, ella estaba realmente aturdida y ansiosa, que su corazón empezó a latir aceleradamente y todo su cuerpo estaba sudando frío. Sin embargo, aún no entendía por qué seguía teniendo el mismo sueño, si ese incidente había sucedido hace tanto tiempo, poco más de cinco años.
autor: amanda lagos perez
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Capítulo 1 Muchas gracias
trasero. He intentado todo a lo largo de los años para entendernos, pero Mel vive en un frasco de vidrio. Puedo ver en tus ojos que te gusta Nic, pero no entiendo por qué lo niegas con tanta vehemencia. Mi amigo lo intentó y lo intentó, pero el corazón del pequeño pelirrojo está completamente cerrado al swing, así que, después de tantos consejos, decidió seguir adelante. Viviane es una buena chica e idolatra a nuestro bajista. Después de que él le dio una oportunidad a las citas, Mel perdió la cabeza de una vez por todas. Cada programa hace una locura peor que la anterior. Y sé que estás a un paso de perderte para siempre, y eso me vuelve loca. Somos una maldita familia. — Quiero que todos griten el nombre de Yago. — Parpadeo en cuanto la escucho decir mi nombre. — Para que pueda aplastar esas baquetas en los platillos de su tambor, dándole potencia a la siguiente canción. ¿Vamos allá? - ¡YAGÓ! ¡YAGÓ! ¡YAGÓ! — Vaya, y el público hace lo mismo. Dejo a la rubia de producción, a Mel y toda su mierda para pensar más tarde. Levanto las baquetas, cuento hasta tres golpeándolas y empiezo la siguiente canción de nuestro repertorio, que es jodidamente increíble. Empezamos nuestra banda cuando aún éramos niños. Nic, Ramon y yo sabíamos que queríamos vivir de la música, pero era un sueño lejano. Hasta que el padre de Nic, Adam Moretto, apareció en nuestra ciudad, trajo a Mel a la banda e hizo nuestro sueño realidad.
autor: Ivi Moreno
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Capítulo 1 De cabeza.
Caminaba de un lugar a otro, presa del nerviosismo; podía sentir mi corazón latiendo acelerado y nunca en mi vida 5 minutos me habían parecido tan largos. Sobre el lavamanos reposaban 5 pruebas de embarazo en espera de un resultado.
La alarma sonó, sacándome de mis oscuros pensamiento y sobre saltandome. Respire profundo antes de tomar la primera prueba.
Positivo.
¡Oh por Dios! , Podía ser un simple error ¿Cierto? , Quizás estaba muy cansada y estaba alucinando. Tome la siguiente prueba, conteniendo la respiración.
Positivo.
Quería gritar pero respire profundo antes de tomar la siguiente prueba; encontrándome con el mismo resultado... Al igual que las otras restantes. Una prueba postiva podría ser un error pero cinco jamás lo sería.
Me recosté de la pared y me deslice hasta el suelo mientras las lágrimas brotaban de mis ojos sin poder contenerlas. ¿Que iba a hacer ahora?. ¡Por Dios!. Todavía tenía una vida por delante, apenas tenia 24 años y en mis planes no estaba tener un hijo. Ni siquiera sabía que rumbo tomaría mi vida y ahora tenía que hacerme cargo de alguien más...
autor: Fabiana
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Capítulo 1 El acuerdo de divorcio
Cuando Michelle se levantó aquella mañana, no se sintió lo renovada que podría esperarse después de una buena noche de descanso. Estaba inquieta y ansiosa, y tenía una constante sensación de que algo malo estaba a punto de suceder, lo que la puso de mal humor. Unos momentos antes de que el reloj marcara las nueve, recibió una llamada directa de Gerard Roberts, pidiéndole que fuera a la empresa antes de las diez.
Ella estaba completamente desconcertada. Pese a que no tenía idea de por qué él quería verla tan de repente, en el fondo, sabía que debía de haber sucedido algo malo. Por ello, se vistió rápidamente y caminó durante unos diez minutos hasta llegar al edificio del Roberts Enterprise.
No era la primera vez que entraba en aquel edificio, por lo que no hubiera sido ninguna novedad si no fuese porque, en esa ocasión, había recibido una orden directa de su esposo, el hijo del dueño del Roberts Enterprise, para ir a la sede de su empresa en la ciudad Binfield para firmar el acuerdo de divorcio.
Al cabo de unos minutos, ya estaba sentada, en silencio, en la oficina de Gerard, mientras sostenía el bolígrafo en su mano con tanta fuerza que las yemas de sus dedos se pusieron pálidas rápidamente. Entonces miró hacia abajo, observando el acuerdo de divorcio que había sobre la mesa, e intentando, deliberadamente, evitar el contacto visual con los ojos fríos e indiferentes de su marido. Ella no entendía por qué aquel hombre quería ir tan lejos como para querer el divorcio. Llevaban casados alrededor de un año, ¿había hecho algo mal? ¿O había alguna otra razón que desconocía?
autor: elmundodeglory
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Capítulo 1 AMARGO
Miércoles 9 de noviembre de 2005, Skid Row, Los Ángeles, California.
—¡Déjame en paz! ¡Maldito cerdo! —Por más que Alondra intentó sacar a Fabricio de su habitación, le fue imposible. Una vez más, como ya hacía seis años, él continuaba ganando.
—¡Cállate! —la abofeteó—. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? ¡Eres mía! La estúpida de tu madre solo me sirve por el dinero y las drogas. No obstante, para complacerme, estás tú.
Desde el momento en que Fabricio Rivera llegó a la vida de Genoveva Taylor, se fijó en Alondra, pues, a pesar de ser una dulce joven, resultaba atractiva por su belleza. Decidió que la haría suya sin importar los métodos que tuviese que usar.
—¡Hoy será la última vez que me toques! —gritó segura de sí misma.
—¿Y qué harás? ¿Acusarme con tu mami? No te das cuenta de que ella me ama. Todo lo que yo le digo es la ley para ella.
—¡Hoy morirás!
Alondra estaba decidida a terminar con dicho infierno, así que se lanzó sobre Fabricio e intentó cegar su vida. Sin embargo...
—¡Ja! ¿De verdad creías que lograrías hacerme daño? ¡Ilusa! —con un fuerte puñetazo, la tumbó al suelo, abrió sus piernas y, sin más, la embistió.
Una vez más, los gritos de Alondra fueron desgarradores, aunque su madre nada podía hacer; estaba dopada, vivía su propia fantasía.
—¡Deja de lloriquear! ¡Sé que eres una perra que lo disfruta!
Fabricio salió de la habitación, mientras Alondra trataba de reparar las grietas de su alma.
—¡Esto tiene que terminar! —golpeó el piso con su puño—. No importa si me convierto en una asesina, pero así obtendré mi libertad.
autor: Fifine Schwan
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Capítulo 1 Marido desconocido
En el aeropuerto de Seamarsh, Stella Anderson aguardaba en la sala de espera, con una maleta grande a sus pies.
Miró de nuevo su reloj, solo para descubrir que ya habían pasado treinta minutos desde que se bajó del avión. Y, sin embargo, su marido, con quien se había casado un año atrás, no estaba a la vista.
Frunciendo el ceño, la chica se abanicó con los dedos. Sorprendentemente, ya tenía una mala impresión de alguien a quien nunca había conocido.
Se suponía que ese sería su primer encuentro. ¿Cómo era posible que el hombre llegara tan tarde?
Mientras la chica observaba a la gente ir y venir, no pudo evitar recordar su apresurado matrimonio, el cual sucedió un año atrás, después de que su abuelo enfermara de gravedad.
Stella, quien se encontraba en el extranjero en aquel entonces, volvió a casa rápidamente para ver al anciano. Fue entonces cuando su abuelo le dijo que esperaba verla casada pronto.
La chica quería negarse, pero cuando recordó cómo su abuelo la adoptó de un orfanato y la crio hasta convertirla en la adulta que era, no tuvo el corazón para decepcionarlo.
Y así, se casó con el hombre que su abuelo eligió para ella, alguien a quien nunca había visto.
autor: ALEJANDRA BLANCO
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Capítulo 1 Fachada
El dormitorio apenas estaba iluminado y emanaba un aura deprimente. Melissa Sherman cayó al suelo, apretándose el estómago.
Su embarazo le causaba malestar. Los calambres estomacales eran insoportables y tenía la cara tan pálida como el papel. Estaba empapada en sudor frío.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió de golpe y un hombre entró.
Melissa extendió la mano, suplicando en voz débil: "Cariño, ayúdame...".
Sin embargo, un escalofrío le recorrió la espalda cuando se encontró con la mirada fría y distante del hombre.
"Melissa, ¿es esto lo que quieres?", la voz del hombre destilaba repulsión, "Me engañaste para que me acostara contigo. ¿Crees que eso hará que me enamore de ti?".
Melissa y Everett Mayfield estuvieron comprometidos desde la infancia. Finalmente, se casaron por acuerdo de sus padres. Sin embargo, ella no le gustaba a Everett.
Llevaban tres años casados, pero todos sabían que él no sentía nada por ella y que Melissa solo era la señora Mayfield de nombre, pero nada más. Por lo tanto, la ridiculizaron durante todos estos años.
autor: NEWMOON
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Capítulo 1 Adiós, Mi Ex Marido
"Dime, ¿qué quieres de mí?". Preguntó Hansen Richards. En la lujosa suite presidencial de un hotel de cinco estrellas, Hansen se sentó con desgano e indiferencia en el sofá de piel y cruzó sus largas piernas. Sus cejas se arqueaban ligeramente. Su apariencia era como de alguien que pertenece a la realeza.
Jenna Murphy tenía roto el corazón. Hacía tiempo que se había acostumbrado a su indiferencia y distanciamiento, ¡pero su corazón todavía le dolía como si lo hubieran cortado con un cuchillo!
Sus ojos se ensombrecieron mientras las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa forzada y le dijo sin rodeos: "Estoy de acuerdo con el divorcio".
Hansen estaba muy sorprendido por su respuesta, entrecerrando ligeramente sus ojos oscuros y la miró.
Jenna estaba frente a él con un vestido de gasa blanca y con hombros descubiertos. El vestido le quedaba muy bien. Su largo cabello caía en rizos sueltos sobre sus hombros, lo que le daba un aspecto informal pero elegante, además tenía una sonrisa tranquila en su rostro.
¿Cómo podía una mujer que pedía el divorcio estar tan tranquila y sonreír tan alegremente? Era justo lo que ella quería.
Los ojos de Hansen estaban llenos de rabia y él sonrió fríamente.
"Sin embargo, tengo una condición". Jenna se humedeció los labios rojos, como si hubiera tomado una decisión: "Quiero 50 millones de compensación".
Desde luego, ¡estaba bien preparada y era ambiciosa!
Hansen esbozó una sonrisa fría y su hermoso rostro reflejaba desprecio y disgusto. Era solo por el dinero, por lo que estaba con él, ya se lo esperaba.
autor: Morabook
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Capítulo 1 El marchite de una rosa
CAPITULO 1:EL MARCHITE DE UNA ROSA
Clava tu daga en mi cuerpo si así he de ser libre yo.
Abrazame con las alas de la muerte, dejame sentir su calor.
Dejame pensar que esta será mi única salvación.
Clava tu daga en mi cuerpo si así he de ser libre yo.
Abreme las puertas para que pueda escapar del dolor.
(...)
Me dí la vuelta otra vez. Lo había hecho tantas veces, qué perdí la cuenta, la cama casi se deshizo. Aunque no me faltara el sueño, yo me encontraba muy alterada como para dormir, había algo en el ambiente que no me permitía hacerlo o más bien un pensamiento .
Mi vista rondo de nuevo por toda la habitación, como si no lo hubiera hecho ya, como si estuviera buscando algo. Hasta que me detuve en el cuerpo tendido junto al mío.
Su pecho subía y bajaba en un movimiento lento puse mi mano encima de él y jugue un poco . Sus ojos no destilaban odio, su entrecejo no estaba fruncido, su boca no soltaba gritos ni groserías.
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