El Stripper (+18)
ítu
l sexy s
de las chicas que conformaba el combo de las que
squé y busqué, pero sin e
ntras recogía los vasos que estaban tirados por todo el lugar del club, desordenado
do por mi lado mientras que en ese mismo instante
son
sillas divertida, haciendo un pequeño resumen rápido de lo que pasé
y, del otro lado. -Eli y yo duramo
l ella no escuchar su mención. Para
e miró y me sacó la lengua, divertida. Estaba por
oltando risas divertida
nuestras bocas mientras que Tr
impecable, de esa manera no tenía yo que venir mañana u otro día a limpiarlo. Triza se ofreció como atr
r para así no poder tomar la del club, me quieren tanto que saben que si ellas hacían eso, mi cuerpo, "accidentalmente" podría aparecer en la mor
que te tocó? ¿Acaso tenía algo...? -preguntó la rubia entre un canturreo divertido y a la vez picaron, alzando y bajando las cejas
lo que llegué a agarrar -sin querer-, pero supe que si lo hacía me iban a molestar con eso durante s
tí, llevando las yema de dos de mis dedos a un mechón de c
staban enfocados en mí -¡Porque, joder, ese tío que te tocó a ti estaba...! -chi
nía algo bastante obeso ahí abajo
oltaron una risita
rises -informó Amy entre risas. Todos reímos ante el comentario, me imaginé una escena de Kevin corriendo
cen eso, ¿no? Son como... prostitutos, bajo la fachada de strippers -musitó, en voz baja. P
-: ¿Qué les cuesta acostarse con una chica sólo por dinero? -creí que había terminado de hablar debido a la pausa que hizo. No obstante, continuó, esta vez con un tono de voz restándole importancia -Además, todo eso está muy poco valorado, las persons utensilios, pareció un poco interesante. No opté por decir nada, n
he visto en las películas y he leído en libros, y pues que todos se acostumbran a que lo tachen como ustedes -señaló a las demás, e
tre nosotras después
os, incluyendo los strippers, se fueron, dejando todo patas arriba, comenzaron a introducirse en otro tema el cual les pareció interesante, y realmente los
nsada y que apenas ellas lleguen a casa se iban a lanzar en su cama sin tan siquiera bañarse. No les dij
salió del club, elevando la mano y sacudiéndola varias vec
a través de la ventanilla del auto amarillo con vario
estaba recostada en la puerta de entrada del club
as y a mí que todo ya e
gnada -. No es nada de qué preoc
me dio una última mirada y me lanzó un beso. Yo, sonriente, le lancé otro. Ya cuando el taxi se marchó me di media vuelta y comencé a arreglar u
la coloqué en la espalda, acomodándomela. Agarré mi celular, lo encen
arte de ambos. No soy chica de salir hasta tarde de la noche, y menos de que me den el permiso para hacerlo. De hecho, le dije a papá que
montón de llaves que estaba pegada en la pared, siendo sostenida por un cla
e que yo estuve aquí y crearon una fiesta con strippers que volvió a todos y todas completamente calientes, juro que decide venderme por la Deep Web porque él asegura este club con su vida y lo ama como tal.
mi cuerpo con gran fuerza, haciendo
larse. El alrededor estaba oscuro. Las casas más cercanas tenían las bombillas apagadas y otras la tenían encendida solo
el lugar que yo caminaba, dándole al ambiente un aire de terror, misterioso. Caminaba de
y si llam
acer eso, así que saqué mi celular de unos de los bolsillos de mis jeans, encen
a través de un extraño link que hay en dicha aplicación, justo cuan
Cr
ez al escuchar un sonido cerca d
crementó. Iba a guardar el celular en mis bolsillos mientras veía el alred
celular
ón de sus rostros ya que cada uno de ellos llevaba puesto en la cara un pañuelo de color negro, cubriéndolo, dejando a
. Apagué el celular, con la int
completo, corriendo por mi cuerpo como si fuese un
hombres, en tono ronco. Fue el mismo que me lo pidió antes.
ono -balbuceé cada palabra, aún con miedo. No sé de dónde me salió esa val
ojos el semblante que puso el hombre que me orden
pe que era una en el momento que dio un salto hasta mí y presionó algún tipo de botón y d
olo mirar a los lados me tomó del pelo cuando intenté huir y me arrastró con fuerza hacía atrás, tumbándome e
a, pero en el primer intento el mismo hombre de la navaj
ado cuando ya estaba de pie.
el cel
hillé. -
jeaba conmigo d
de esta segundos después, aunque fue un gran error ya que el mismo hombre que tenía la navaja le dio uti
pu*ta, te dije que
tono feroz, fuerte, mientras qu
y de mis ojos salieron lágrimas saladas
... lleve... lleve... ll
ían entender ni escuchar debido a lo bajo que lo dije,
esa opció
alían más como torrentes. Creí poder defenderme, pero no podía, sabía que cualquier cosa que yo llegue a hacer, c
tí el frío de la navaja en el lugar que antes estaba, tan poco
os y tras eso, otros golpes más fuertes impactando el suelo. Por mi mente pasaro
la guarda. Quien atacó con una gigante roca -la veía apretada
untó, la voz denotó
cer ese perfecto rostro moldeado por puros dioses griegos:
mano dentro de ese lugar, me dio un poco de vergüenza. Sentí mis meji
cándose a mí y soltando la grande piedra que ten
el suelo. Me acerqué al stripper y, sin pensarlo dos veces, lo abracé. Su colon
si
Necesitaba ese abrazo. Estaba nervio
ró -. Todo está
amente hot, le dio una patada con gran fuerza en el vientre, a ambos. Estos gimieron
mover, me p
-pregunté entre un
arteria de la nuca que lo dejará inconscientes y
aquello, un
un hilo de voz, caminando hasta su dire
aneó de arriba aba
ganizado, junto con unas
ro antes vamos a hacer al
stro, no me gustó para nada esa actitu
? -le pregu
que se lo lleven as
ceñuda, c
arqueé l
pasen una muy buena vergüenza en el camino. No sabes cuán
o lo que me dijo, y la ropa que le había quitado la lanzó a un b
ontó que esos tampoco eran 100% confiable. Otra de las razones por la cual íbamos camino al sitio es porque al stripper se le había quedado unos trajes allá y que tendría que utilizarlo mañana
la solitaria calle, a tan solo unos metros para llegar al club. Lo veíamos de lejos, est
mas gracias por lo que hiciste, créeme que no sabía qué hacer e
iera en esa situación. -Habló, tranquilo, mientra
muchísimas
*
m: carlo
carlosm