El desfile macabro
Y
una perspectiva diferente. Me doy cuenta de que se ve la ventana de mi habitación. Gracias al ángul
o esto? Podría simplemente fingir un gran dolor de cabeza o pe
os e indiferentes son los mismos que he visto desde lejos, pero de cerca
noches
ra ayudar también. ¿Está bien?
sonríe alg
ante. -Nos i
ecida a la de mi hogar y, justo después de la entrada, hay un pasillo. La locación es un
piso está hecho de cuadros blancos y negros. Hay una pequeña mesa blanca con cuatro sillas, además de un mueble grande frente a al
fijo en ella y me pierdo en los detalles. Mi vecino interrumpe mis pensamientos con u
uera de la casa, cerca de la cochera. Están algo pesadas... necesito mete
pregunta Duke al cam
-Gabriel dej
sbordar. Mi vecino está sudando. No sonríe y no m
ensar y noto que nunca lo he visto con alguna mujer ni con hijos ni con nadie. Es la primera
entra lo que él quiere meter a la casa. Se trata de unas cajas de cartón que contienen
ella rápidamente, sin tocarla. Dentro hay ropa, o algo por el estilo..., ¿ac
ve complejo -comenta Duke al
ilia -responde mi vecino al cargar otra-. Todavía no empiez
r todo. Él nos pide que lo vayamos
darte a bajar las cosas
en seco-. No necesito ayuda
e proviene del sótano. Gabriel abre sus ojos y
lo escuchó. -¿Quieren tomar algo? -
a, me siento inquieta. Mi
s mejores de la ciud
de sudor cae en
, tío -avisa Duke-. Así es
a licuadora. Esc
hí? -insiste D
-dice y camina hacia mí-. Creo que es hora d
ene del sótano. Es el alarido de una muchacha. Mis ojos se ponen
ambia por completo y se convierte en la de un psicópata. Sus ojos penetrantes ven a Duke con
-concluye y se lanza encima de
encima de Duke, pero Gabriel me golpea en la cara de forma contundente.
que las venas del cuello y su cara se tornan azules. Sus ojos están desorbitados y su mirada agonizante es difícil de a
ensarlo dos veces. Jadea y se lo clava una y otra vez. Su mirada se ha tr
viendo? No lo puedo creer, no lo quiero creer. Caigo
hacer?! -exclam
resbala con la sangre. Se endereza de nuevo. Los gritos
cados progresivamente por la sangre, la cual
Duke, quien se encuentra quieto y observa el cadáver de su supuesto
oma mi
lnerabilidad no me dejan avanzar. ¡No puedo gr
avía no había presionad
-Son las únicas palabr
etros de mi cara. Me siento diminuta:
junto a mí y mete el celular
ser cómplice en un asesinato. Mira, te doy las gracias por salvarme la vida. Si no me hubieras d
efensa propia, no sé hasta qué punto fui culpable, no sé qué diablos s
está ahí. -Él camina y esper
late a mil por hora. Hemos dejado el cadáver de mi ve
nn se encu
ón todo e
s mediano y hay luz, pero no mucha. Apenas puedo ver lo que hay a los alrededores. Duke va detrás de mí.
o me deja
Qu
si hubiera intentado escapar. Tiene cinta en su boca, la cual s
n fuerza-. Tranquila
egar con todas sus fuerzas mien
e deja inc
l terror, de los intentos.