LO HARÉ TODO POR DINERO
e vestirlo, los domingos asistía a misa y Leocadia exigía e insistía en mostrar a los demás una realidad que ya no era cierta, porqu
n ni perdían nada a las escuelas privadas, de esta forma, nadie notaba que había un declive en la vida y l
cercanos en edad, César y Eurico, que sí eran de una familia mejor económicamente, y como no había restricciones entre
familias ricas y buenas capturas, pero eso fue cierto para dos de ellos, porque Leopoldo solo logró mantener las apariencias porque, su madre, sacaba sigilosamente diner
on 16 años, nadie imaginaba que el
egocio iba de mal en peor. El cambio de comportamiento y vestimenta de los jóvenes siguió la moda internacional y ya no usaban t
ieran un plazo mayor para los pagos, hasta que un día, uno de los acreedores, Ernesto, como se llamaba, le hace una propuesta inusual: saldaría con él la deuda tot
ener algún placer de ello, porque ya estaba necesitada y necesitaba
ella aún podría conquistarlo con su encanto y lo que sería