En los brazos de un dios griego
o de aquella sensación. Arqueo mi espalda y suelto un gemido fuerte al alcanzar aquel punto máximo del placer y entonces... Abro mis ojos el techo es lo
n momento perdimos el contacto visual, lo estaba... lo esto
na, Jason con su sonrisa lobuna limpia sus labios y lleva dos
quedando a unos escasos centímetros de mi rostr
e sentía chiquita frente
xquisito ¿Te lo han
o. - niego c
sar mi cuello, suelto un largo suspiro disfrutando de esta grandiosa atención. Él me quitó lentamente las sábanas d
encima de su cabeza y lo veo succionar y morderlos ligeramente, con su otra mano esti
imulando una penetración chocando justamente en mi punto, me estaba volviendo loca
nterrando mis uñ
do con fuerza mi centro vital, allí estalle nuevamente en un riquísimo orgasmo, agarro las sabanas en un puño y dejó que las energías abandonen mi cue
y erecto... Dios, es simplemente... impresionante tener en todo su e
estás pensando! Exclama
aba húmeda y pude apreciar un pequeño chupetón que afloraba en el valle de mi
muy mal ¿Ok? Esto no d
. - Con cada palabra que decía, se iba a acercando mucho más a mí y yo daba unos cuantos pasos atrás hasta chocar con una pared, con su fuerza descomunal me cargo y c
nitivamente cualquiera puede caer fácilmente en ellos. Llevo sus manos a mi culo y lo azotó tan fuerte que en
oy consciente de que soy un poco pesada y no que
intentó zafarme, pero él me apretó más. - Déja
trecortada. - Gorda tengo mi polla y te la quiero
s palabras, claramente nunca le habían hablado de aquella f
e sus brazos y me ale
caminar de un lado a otro.
ntó acercarse nuevamente a mí, pero co
o esté aquí quien me obligó a invoca
se cruza de brazos. eso era cierto, peor no iba a tener sexo con
no te denunciare ante la policía y te
erá imp
¿P
eres tú, si me llevan lejos, mágicamente desaparece
tratando de organizar mis pensamientos.
do aco
idamente lo