MI VIDA CONTIGO
mento. Su presencia en mi entorno se ha llevado mis palabras, son las 2 de la mañana y el día aún no termina. Ella miraba en todas direcciones, parecía
e me vaya? - Dijo rompiendo el silencio incómo
moria como si fuera un mapa. Su cara era delgada y alargada, las cejas perfectamente delineadas haciendo juego con sus pestañas largas y ojos ligeramente rasgados. Gran parte del maquillaje se quedó en el pañuelo, pero aun así luc
pa de vino. - Dijo
orazón herid
tar beber una copa de vino por la tarde o noche, mirando por la ventana el movimiento de la ciudad de México con música de Joaquín Sabina de fondo. Cuestionando mis a
to. - Por cortesía pregunte lo que deseaba tomar, aunque ya sabía la
dos copas y deje la botella en la mesa de centro, en caso de que quisiera más. Para mi sorpresa bebió toda la copa de golpe, como si se trat
corta. Brindo por las casualidades que nos llevan a conocer gran
o un placer conocerte. Aunq
bre hasta que nos volvamos a ver, si es que ll
sto a la suerte, no quie
nos volveremos
onto para ti. - Conte
algo en esta mujer que me atrae de manera incontrolable. Tengo la sensación de haber estado buscando algo y que hoy lo encontré. Nos miramos fijamente, aún había tristeza en ella, pero
complejo de sus pensamientos, fue un deleite escuchar incluso más que hablar, hasta que al fin cayo perdida en un sueño profundo. Ocupaba el sillón de dos plazas, pero no era cortes dejarla ahí. Como pude la tome entre mis brazos para llevarla hasta mi habitación, la recosté en la cama para quitarle sus altos tacones de color beige, cubrí todo su cuerpo con las cobijas para que no pasara frio. Tome una cobija de la cómoda pa
mi habitación esperando verla aún dormida tal y como la había dejado, para mi des fortuna ella se había ido. Le dio tiempo hasta de componer la cama
de notas y el lápiz sobre la cómoda, dejando que la inspiración que llego a caudales fluyera por todas las conexiones de mi cere
noche sin
as, timidez
tos y cuatro hom
o pudo contr
, las dos y la
rumbo llegamos
l vez dos, be
nos llegaro
ón amena sin n
des y unos la
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o para negar
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ir atrapados e
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i fue tiempo pe
l motivo de e
cias es la mejor
peare en lugar de t
te soy sol
anoche en el pa
ciente o quizás sí y
una noche que se
dejare que sea el desti
la, pero hare lo que ella me pida, aunque eso implique esperar a que el destino