Una noche con el Ceo

e puso de pie frente al aludido. El ambiente no se podía sentir más denso entre ellos, sus miradas fulminantes esperando

emostrar algo, no sabía que era exactamente pero quería demostrar que uno era más que otro, pregunt

amente nada, queria ver hasta donde podria llegar Santoro. Aún que por dentro se muriera por sacar su pistola y dispararle

ue estaba loco y lo estaba, incluso el mismo lo pensaba, era una total locura el mismo se estaba metiendo a la boca del diablo, sin nada más que el mismo para dialogar, pero solo tenía que recordar el rostro de Hana junto a todo lo que le hacía sentir, para tomar mas valor y luchar por ella, costara lo que le costara, definitivamente e

vitar que se oyeran filosas, con un poco de exigencia, sabía que había pensado en ve

, imponiéndose más a el. Tenía que dejarle en claro la clase de hombre q

sí que Estefan levantó la comisura de sus labios ante su victoria. No lo era del todo pero al menos iba tanteando terreno, cuales eran las debilidades de Bruno,

Era Bruno, sabía su fama y el poder que tenia en el bajo mundo de los negocios como el suyo. Era al

icina, tenia que pensar en como lidiar con el tipo de hombre que era Santoro. Ahora le quedaba mas que claro que era un tipo difícil de rodeer-. Mejor explícame ese "No exactamente" -dijo de espaldas sirviendo dos c

, a pesar de todo tenía más que claro que debía dar la cara por lo que había he

uta si que era un sin vergüenza. No le gustó como había sonado eso, el lo llamaría robar con mucho descaro. Se giró brevemente aparentando sonreír y le extendió una copa de vodka. Esperaba que no la tomar

amino hacia su boca al escuchar sus palabras. Estaba mas que sorprendido, realmente no penso que Santoro le propusiera algo de esa ma

exclamó, lo estaba sacando cada vez más se sus casillas y era mejor terminar con esto antes de que se extendiera más.

a muy extraño de su parte ya que la mayor parte de las veces siempre ignoraba sentir su parte humano y sensible, era mejor no sentir nada a sufrir sintiendo, pero esta era la excepción, a su perspectiva el estaba salvando a la rubia de una vida de miseria a lado de Bruno, para asegurarse y convencerse de eso solo tenia que recordar los moretones y golpes recientes en e

a dicho, era adinerado y de un buen porte, era conocido como el sombrío CEO en el bajo mundo y se preguntó, que había visto en Hana que lo cautivó tanto, si entendia que era hermosa, con un cuerpo que solo Dios puso ser creador, pero era una mujer que Santoro podia tener en cual

ndo profundo para no perder la cordura, incluso le molestaba la forma en la que se dirigía a ella de una manera tan despectiva-. ¿Sabes? Me pasa lo mismo, no sé si es, porque fui su primera vez, pero me encanta ese redondo

a codicia como si le perteneciera, como si estuviera tan seguro que no seria de nadie solo de el. Algo se encendió dentro de su ser cuando supo que Hana había sido tantas veces de él, de una forma que ella había odiado. Bruno siguió con esa gran sonrisa, burlándose de su afán por mantener la cordura, lo estaba logrando, estaba en lo correcto al pensar que quería provocarlo, si que perdiera el con

labio, seguía diciendo que Santoro era alguien difícil de vencer, estaba por p

a vibrante cada vez que la tomaba y no iba a cambiar esa sensación por nada en el mundo. Además de que la amaba, a su forma lo hacía, ya que sentía algo muy

acar ante su propio comentario y musito serio. Esperando solo una s

ensarlo demasiado en su mente se negó a hacerlo. Era un rotundo no, cuando Santoro vio duda en su semblante no le quedo de otra que poner en

blarle de tu club. -Si, Estefan ahora estaba jugando sucio, ya no le importaba si con eso obtenía lo que quería. Sabía que un hombre como

estaba jugando sucio, el castaño lo sabia, por que tenia conocimiento de que hilos jalar en su

dijero el lo sabia. El azabache lo miró dominante, había dado junto en el blanco, su talon de Aquiles. Fantesha era un lugar donde se prostituían las personas, además de considerarse un delito, no tenía duda alguna