Me Equivoqué y te Perdí

aba, eran buenos alumnos en la escuela, pero también participaban en algunas peleas con compa

y antes de ingresar una maestra le hablo con un po

ros de la escuela, no hacen caso a nadie, ni siquiera al director, nos amenaz

e escudo y hacer lo que les venga en gana, h

podría llevarme hasta donde está

ervo con temor y

su ma... jes

como ninguna y muy seria, cuando llego hasta el patio de la escuela muchos se hicieron a un lado entonces ella pudo observar como peleaban sus hijo

ho y solo hablo una vez con voz

! Vienen para acá en este

elea y agacharon sus cabezas, acercándose a Martha

hora mismo!, ya h

se fueron hacia la salida y entraron al

tamiento de ellos, ya recibirán su castigo, además quería preguntar a las aut

habló muy asustado sin dejar de mi

s príncipes y nadie podía doblegar su voluntad y... que ellos nos ac

taba pasando y no le gusto nada lo que

erán castigados por su padre y por mí, además cuando regresen serán tratados como t

le dieron su espacio mientras caminaba hacia el auto, los gemelos al verla con esa actitud

castigar y mi papá se va a enojar con nosotros también, estam

consecuencias de su mal comportamiento, así que sol

a a los niños, cuando su madre hacía eso era que los llevaba junto a su padre y abuelo, quienes eran muy duros en sus castigos ya los c

ced de quienes los aman, pero a la vez son muy rígidos en su ser, su padre los amaba, los consentía, sin e

la, se miraban entre sí porque de verdad que debe estar muy enfadada, pues era la costumb

acho del rey, Martha toco la

está abierto

hizo a un lado orde

iéntense all

ijos hicieron alguna travesura, pues no los dejo siquiera que lo saluden

o con ello

ento y al sentir el ambiente pesado, a los niños sentados en el sofá muy cal

quí?, Martha, ¿por q

a iba a explicarlo todo, espero que su suegro se sentar

añeros y amedrentando a las autoridades de la escuela, amenazándolos con acusarlos ante ti para que los castigue

fue transformando en un gesto demoníaco, a lo que Vlad su padre, se levantó del sofá su

son unos niños, Alexander, ¡escúchame car

l solo hacía eso cuando de verdad estaba lleno de furia, a lo que bajaron su mirad

podía, pues justo le habían desobedecido una orden directa, la ord

decieron una orden mía?, ¿se atrevieron a amenazar

erceder por sus nietos, su

cálmate, todaví

con esos ojos rojos llenos

tre mis hijos y yo, además te pido que te vayas,

astigo fuera muy cruel a pesar de que Él también los había usado

no los castigues tanto

rito enfure

emás, gracias a tus enseñanzas soy lo que soy ahora, así que te pido por favor pa

irse, se despidió de sus nietos muy triste, pero rogándoles que obedezcan

í el miedo entro a sus corazones y exhalaron un largo suspiro, dispuestos a recibi

timidante y más ahora que ni su abuelo fue capaz de ablandar su corazón enfurecido