Detrás del velo
Abd
en zozobra constante hasta, hasta el día
e color de ojos neg*os fulminantes. Él
mantenerme en constante mie
ando mi cara en su palma gra
antes de eso, tu carne empezará a ser flácida, sería mucho mejor si te vendiera al
o mis dientes.—Ssh, ah, lo que más od
tame!
mano en mi vestido y sus manos recorrieron mi intimidad, trató de h
lévolo —Aún te cons
trás a de estar de
so a reír mientras yo morí
respiré hondo, fue como ser salvado por la c
principio, pero luego pid
te, aún creía en la bondad de las personas, pero venía este engendro d
tenia su huella de dedos. Asomé para ver qué hacia, sol
él hasta tiró el móvil e hi
leado y
a—El hombre malvado chasqueó la leng
no me has podido encontrar —El empleado
todo —C
dañar a la joven, que la
mos para allá. Yo le veré la cara a él, lo dejaré como un estúpido idiota,
é ahora —Me escabullí en el rincón más osc
a de alcantarilla, t
ió mi vestido largo hasta los tobillos que traía. —P
empezó a lamerme el cuerpo, lo hizo empezand
mientras yo estaba sumida en
idí venderte—Dijo en su fren
me gustas mu
vez alguien tocó la puerta. Él se enojó, su
que era ser libre y vivir sin hostigamien
ca de que había hombres así, me hizo crecer
lia del Clan en la que había nacido mi madre y del cual mi madre
os descendientes de uno de los Clanes más pod
bamos la última o quizás la única esperanza para generar un heredero de sang
nieto de su primo hermano me quería deshonrarme, me quería violar,
yo fuera llevada ante su presencia, iba a sersiorarse de que realmente yo fuera su bisnieta, entonces
ordinado señaló con discreción hacia la dirección contraria, el ho
quilla. —la mente
e está mujer para todos, si, práctic
Clan Qatar. Debía investigar más a fondo,
la transacción, mientr
e a mi armada con un tubo arrancado d
é a cómo disfrut
e levantó la vestimenta y sobó
liva su dedo pulgar y quiso introducir el dedo en mi ano, todo un espectáculo, pues el ot
car la mercancía! —Aul
depravado, y lo que
ue comprarla —Y
puedes decidirlo, ya he pagado por ell
nó de incertidumbres, ¿q
y me apartó la cabellera de mi rostro y una mujer con hiyab me tomó y m
la, soy
r que no te h
a la amabilidad desde que muriera mi madre, así que cuando me dió