Mi Hermosa Mamá y Su Pretendiente Misterioso
yud
brazos, quien agarró sus mangas como s
el rostro, sintió que la mujer
de su habitación privada y encontró a Eliana en sus brazos
miró con in
te el aire peligroso que
ordenó
¿Sabes quién soy yo? ¡Devuélvemela!". Antwan intentó inflar el pecho como un mach
ivertido por la esce
o os
a Maurice antes de caminar hacia el gordo. De repente, levantó el pie y pateó a Antwan en el estómago, hacié
ta", ladró Wyatt a
astraron a Antwan hasta la puerta del Club
aquel hombre humillado, o
iana seguía sujetand
rató de liberars
con los brazos y se apretó contra su
como una ligera brisa. La chica se mordió el labio inferior sedu
rió paso en su mente y se vio teniend
ue tenía frente
scureció inmediat
cohol, e hizo una mueca de dolor al apoy
snuda de Maurice, despertando un ine
aeré en el mismo truco
cinco años. ¿Acaso sus rivales estaban t
er utilizado a otra mujer.
baja, pero cuando trató de ponerse de pie, perdió momentáneamente el equilibrio y presi
s y definidos. Además, tenía los hombros anchos y
o y tomó sus manos par
s se iluminaron al reconocerlo.
cejas. "¿En serio
esa clase
pacientemente:
ojos se separaron y s
spuesta. "¿Dices que soy prostituto?", preguntó apretando los diente
hasta dónde estaba disp
Ah
nó sus delgados dedos contra la sien. Cuando
acia ella, deslizando los brazos alrededor de su c
labios presionab
adamente, como si quisier
pera...", murmuró agarrando la
ía llegado
los ojos con friald
", dijo arrastrando las palab
ctuando, le seguiré el
só y lamió el lóbulo de su oreja. "No necesito tu di
incapaz de pens
amisa, revelando sus músculos cincelados,
aron en la feroz cicatriz
resultaba ta
a cabeza para recu
te de hacía cinco años, estuvo muy enojada porque no sabía
ismo hombre!". Estaba tan furiosa
camisa y la miró levan
abes cuántos problemas me has causado?! Pensé eras el
aba la mal
ojos con impaciencia.
Eliana señalándolo con el dedo
ra había usado condone
olvidaría la desesperación y la impote
ldad mientras la ira se acumulab
cual ya era un insulto grave. Y ahora, ¡h
a ella, acorralá
instintivamente, pero él ya había colo
liana luchó invadida por el pánico, el alcohol la ha
contra la de ella y lueg
la cintura con la otra mientras usaba s
apartarlo y no tuvo más rem
ual flotaba en
argo, una pequeña parte de ella quería corresponder
ecto y terminó perdi
avemente, examinand
de la habitación priva
hados de pintalabios, revelan
a mirarlo a la cara e inclina
da y ladró una orden: "No pe