El legado
a lo qu
Boris, ni la presencia de aquello
a recta y dura de aquel hombre con el que había pasado la noche más
derroche de una pasión ensombrecida por
es son
as y mientras, el moreno de ojos verdes como los míos me sig
mo yo de estar frente a mi. Eso
lamarme algo, deb
trario, a q
m, ellos son
eció la mano a mi amigo, que le devolvió el
vio y representante legal de la señor
egerme debido a que no conocía a aquellos hombres al que yo si conocía muy bien, a
ayudado tampoco podía dejarlo en rid
nombre por cierto, me observa indescifrable y de pronto, endureci
jo mi nombre con una pausa y me miró entonces,para luego proseguir —,nos conocemos lo suficiente como para qu
ercaron en gest
agarme asquerosamente por lista supuestos servicios; pero su m
claro por su asombro cuando lo escuchó de mis propios labios, lo que significaba que no me había buscado por
onces, apun
apellido de forma fría —.Tengo un asunto de vital importancia que tratar
ta mi casa, y su mano atrapó una de
aicionero
lo podía reaccionar de forma exagerada a su cuerpo. Era
uél
garre y los dos enormes hombres que acompañaban a Colin
del que fue mi amante de una noche y me susurró al oí
obligues a llevarte a la fuerza. Ven conmigo, será solo un momento y
y perfilada con extrema exquisitez y los labios, Oh Dios, los labios que recordaba suaves y llenos contra los míos, sabía que detrás de mí
ropias ideas y todo lo que
Me salió como
s labios dejaron escapar un jadeo cercano a los míos,
aturaleza. Algo dentro de mis venas le reconocía y daba miedo, mucho miedo cuando se mostraba en su tota
a yo, en e
élt
ue clara y sus homb
eglar un poco el desaliño al que lo habían sometido y me buscó enseguida con s
uel desconocido había conseguido e
or favor —mi amigo me apartó haci
le tomé el rostro entre mis manos para infundir
asiado contenido y me abrazó
r encima de mi hombro —. No tiene porqué
l todo de su dominio —. Tengo algo que cerrar con él
oces? —inquirió arr
arla y preguntarle por el cliente del congreso en el hotel.
de resignación y me besó l
ó al coche para cerrar la puertas de un
dí la vuelta, le tenía pegado a mi
artarlo de mí y busqué a tientas
os d
que habláram
e no pensaba tutearle —.No voy a ir a ningún lado, tengo algo importante que h
ro con corbata y camisa negra, parecía tan de luto como yo, y me si
el pecho y creí empezar a llorar allí mismo, pero me contuve
lo más intenso que había vivido jamás. Y sabía que él lo sentía también
aba la manera de mantenerla y durante años fue nuestro templo y único bien. Ahora se sentía vacía y sola. Casi sin vida como es
él con las manos en los b
rac
mamá... alguien más? —su
ntregándole sentimientos a él. Ya bastante me había hecho desarrollar en un
s a decirme ya
ir desnuda otra vez y en sus manos aquella noche con él entrando y saliendo de mi interior.
omo hace
n las mías, las alzaron entee los dos y acariciaron mis d
.. —comenzó a decir
o conocía al señor y no sabía hasta qué punto pod
sien
beza y parecía que sufría
odas y cada una de las fibras de
as cosas que ha dicho han dejado claro