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Orgullo y Sangre (#1 LDS)

Capítulo 5 Chantaje

Palabras:3588    |    Actualizado en: 26/04/2022

AN

ue iría a ese viaje, tanto tú cómo papá est

había echado para atrás y ahora ya no quería

de parecer. Ya te dije el porqué, como igual la fies

a por la fiesta, eso la verdad

mi padre trabajaba estaba en guerra con otra parte de América. ¿Por qué los hijos teníamos que pagar por errore

starás cumpliendo tu sueño de cantar en un escenario y festejaremos todos —me abraz

a visitar a Anto? En unos días regresa al internado,

cil deshacerme de ese bobo, porque así quedaba cada vez qué miraba Anto —Sabes —añadió —ustedes dos me recuerdan

pre se han querido como hermanas, y Anto y yo teníamos

rmana pequeña que nunca tuve, aunque

in duda. Lillie siempre ha sido muy t

o heredó de él. Por algo e

sar —Y pensar que tu hermano s

sobre lo de mi hermano —hice

reocupante —Te imaginas si tu hermano y ella llegan a casarse, será como tener la ver

mente bien, es su naturaleza, lo lleva en la sangre.

, y mi amiga hizo bien, si no le ponen mano

hacerlo. Porque solamente por el simple hecho de que éramos mujeres, no podíamos ser parte

mi hermano. Minutos después nos enc

ra —replique —Y disimula un poco tu emoción, si no quieres

inmediato con nerviosismo, pero

. Si como no, y yo soy la

o se ha dado cuenta es ella, pues siempre ha estado más enfocada en quererle partir la cara, como

as afueras de la ciudad estaban las propiedades princ

extensa, los Mancini tenían el más grande imperio como también las empresas más cruciales y grandes del paí

a Alessio. Baje de inmediato, no era necesario que llamara a la puerta, pue

ba en el gimnasio. Corro hacía ese rumbo. Al pasar por las dobles puertas, lo primero que escucho fue

o enorme. No pudo conseguirlo, por muy rápida que fuera. Alessio era demasiado fuerte y grande, a compara

xclamo Anto

suelto para luego quit

estás muy cansada, si con energí

el suelo —No seas cobarde

estaba colgada junto con una botella de agua. Su torso lo tenía descubie

la —Somos Mancini, la cobardía no existe en

a antes de llegar a mi la

e cuando ya lo

omo a esta niña —señala con la cabeza en dirección a su

s por qué

ermana, y preferiría que no se arriesgará, pero la niña es ta

cho antes, son Manc

más como mi madre, que como mi padre o cómo yo

alicé la palabra

sentían sobre protectores, de hecho lo eran y no nos exponían co

eguro —¿Has

con la

edó allá afuera

bro en modo afectuoso, como siempre lo hacía y lueg

o era que ellos hacían cosas de hombres cuando pasaban rato juntos, cosas que nosotras éramos incapaces de hacer. Y no me refiero a golpear y asesinar, sino andar de coquetas con chicos. Ese par eran unos di

allido que tuvo antes, porque así lo llamó. Fuimos

teré de la cancelación de mi viaje —No te pueden h

puede hacer nada, solo esperar. Cre

organización, me quieren meter dentro de una jodida burbuja —resopla exasperada cruzándose de brazos —estoy har

r y estallé en una

, te quieres ir a un circo hacerle de chimpancé para entretener al público, sí que estás mal de la ca

l respaldo del asiento y continúe riendo sin parar —Ya, no te burles —se quejó haciendo

emente, todos los que se encontraban en la mansión nos podían

os en el columpio sillón que estaba colgado en una estructura metálica. Colocó su

a semana al internado y yo me quedaré encerrada en mi casa hasta que todo se calm

testo el internado —replico de inmediato —Ojalá mi padre nun

mejor para ti y te quieren proteger

que… —suspiro —Odio que no

e de la organización. También hay que ponernos en el lugar de ell

minimizar, nada más por ser mujeres —resoplo exasperada —nos creen débiles y por esa razón le quiero demostrar a mi padre que no es así como él cr

rear estrategias, también muy rápida en sus movimientos, lo que le fa

as algún motivo para seguir

, sentándose para luego girarse y verme —No iré al inter

e tenemos gente vigilándonos, es imposible escapar de los hombres de tu padre y de

n que nos ayude a salir de aquí. Tengo algo a mi favor para usar

es deci

s dedos para referirse a lo "poquito" que utilizará, porque según ella no será un chantaje —Ellos nos van a llevar, Ale y Santi. Bueno, en realidad, los llevaremos con nosot

jear a nadie, a demás de eso mi hermano no estaría de acuerdo con ello por más que usará la técnica d

*

l internado, Anto?

olestar; sin embargo, no lo hizo y c

de comida mientras cortaba el filete jugoso que esta

madrina nos invitaba una vez a la semana. Los viernes o sábados por la noch

s familias hacían una sola, y

con mi vista el lugar, lo primero que veo es la mesa de billar después de ahí me fijo en la bolsa de boxeo que está colgada en el techo en medio del salón y un bar junto a una de las paredes, con sus estantes que estab

algo —le dijo Anto cuando llegó a

o interrumpió su juego, estaba más concentrad

haciéndolo lanzar el control, Anto lo había estado molestando hast

n el respaldo del sofá. Dirigí la mirada hacia Santino, estaba embobado viéndola —L

chándole una mi

bueno, Alessio sabe controlar su impulso contra su hermana, pero Anto, lo dudo

iba a echar para atrás. Mi hermano era muy sobre protector, tanto como Alessi

Iv —me pre

Vegas —se adelantó Anto al respo

ijan sus miradas hacía nosotras cambi

essio —Suficiente tengo con entrenart

serán dos días que estaremos

se levanta del sofá para

perfectamente que no lo iban a querer hace

círselo a Anto, ell

—soltó su amenaza mientras observa sus uñas, como si fuera una conversación normal —¿Qué dirá papi cuando sepa que su

era capaz de ponerle un dedo encima, pero eso no le quita las ganas de asesin

ándola —No te atreverías semejante c

a ver sus uñas, encogió los hombros y agregó —Bueno, ya

de mi mano para llevarme

ho eso —reconvine ya es

ba el derecho de chantajearlo. Su hermano siempre había estado para ella y usar la información que tenía

en como estaba haciendo las cosas. Antonella siempre conseguía lo que quería, a base de caprichos

sé que iba a hacer lo que dijo antes, trate de detenerla para que no lla

encontraba dent

mire caminar hacia el escritorio oscuro

da sobre ella mientras la observaba. Se detuvo en el momento que no logró hacerlo con uno. Alzó una de sus manos y

escucho un "clic" de

ra sí misma, pero

tadillas, nos irá mal —dije en un tono bajo mientras me acerco a ella. Lo q

a abierto el cajón cerrado que estaba bajo llave con un pasador de c

, saco algo del cajón y me

a! — exclam

da mi vida, jamás faltaban en casa, pero era algo

guarde silencio —Y no, no es un arma cualquiera. Es una daga de punta fin

tamente, pero el mango resaltaba un poco por los detalles incrustados que tenía aunque fuera del mismo tono que su pantalón

y con esto nos defende

¿Defendernos de qué

o de escucharla, en ocasiones ella daba terro

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1 Capítulo 1 Prólogo2 Capítulo 2 Es lo que soy3 Capítulo 3 No tenemos una vida normal4 Capítulo 4 Rosso5 Capítulo 5 Chantaje6 Capítulo 6 Viajando a lo desconocido7 Capítulo 7 No puedes confiar en un desconocido8 Capítulo 8 Recuerdos y pesadillas9 Capítulo 9 Reunión en el casino10 Capítulo 10 La chica de la carretera11 Capítulo 11 Encerradas12 Capítulo 12 De noche en las Vegas13 Capítulo 13 Plan en marcha14 Capítulo 14 No es lo que parece15 Capítulo 15 Perdiendo el control16 Capítulo 16 Élite oscura17 Capítulo 17 Nota18 Capítulo 18 A casa19 Capítulo 19 Estamos en problemas20 Capítulo 20 Ojos esmeralda21 Capítulo 21 Recibimiento22 Capítulo 22 ¿Qué les pasa a estos hombres 23 Capítulo 23 Hace calor24 Capítulo 24 ¿Cambio de plan 25 Capítulo 25 Arena26 Capítulo 26 Todo termino en caos27 Capítulo 27 Miedo y Misterio28 Capítulo 28 Pelea29 Capítulo 29 Consolar30 Capítulo 30 No es lo que crees31 Capítulo 31 ¿Qué está pasando 32 Capítulo 32 Te lo advertí33 Capítulo 33 No tengo miedo34 Capítulo 34 Enamorada35 Capítulo 35 De vuelta a las Vegas36 Capítulo 36 Traidor37 Capítulo 37 Intercambio38 Capítulo 38 Revelaciones39 Capítulo 39 Enfrentando a mis padres 40 Capítulo 40 ¿No me abandono 41 Capítulo 41 Regreso42 Capítulo 42 Familia 43 Capítulo 43 Es hora de la verdad 44 Capítulo 44 Un momento solos45 Capítulo 45 Amenaza 46 Capítulo 46 Visita sorpresa 47 Capítulo 47 No somos nada 48 Capítulo 48 Es lo mejor 49 Capítulo 49 Me casaré 50 Capítulo 50 Lo he perdido 51 Capítulo 51 ¿Me quiere 52 Capítulo 52 Discusión 53 Capítulo 53 Hay que detenerlos 54 Capítulo 54 Qué locura 55 Capítulo 55 Dante, trato56 Capítulo 56 Adiós 57 Capítulo 57 Están en peligro 58 Capítulo 58 Mi entierro 59 Capítulo 59 Epílogo