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Chica dedo

Capítulo 5 Chica dedo

Palabras:1375    |    Actualizado en: 22/03/2022

inter

te atreves a par

s de tu tiempo. No me

o que inspi

de reverencia por sí

sotear a las personas para

e pueden o no haber sido

o un idiota crimina

de la cárcel y, sin embargo,

olsillo y pagaba sob

centros de socorro. Au

io en un virus, su co

ue todos pensaban

o que era. Si me das

odo el mundo necesit

lica de despe

compradores. Puedo l

ero parecías necesitarlo

hombre ocupado, así q

ieres nuestro servicio de ano

compradores inte

ro, nadie me p

amos nerviosos sin

lmeó el hombro y

o no vas a frmar má

o sabía que me h

ovieron por un mom

to el desarrollo del dra

a chica. Una vez q

Bob, ella sería

on una expresión de odio

"Te veré en la sala de c

ar el contrato y lo llevé

l lugar era una posada pint

nto al mar y motivos de colo

gre en medio del tono

iacio

ue estaría escon

retas, tal vez incluso d

eran parte del paquete.

que estaba a punto de po

de sombra sobre su cab

guridad imp

atando de hacer? - Ent

abía q

n hombre de nego

entregué el contrato

as que indicaban

r más", resopló, sa

en este punt

es el contrato. E

ero no dij

terrible experiencia termi

gradable. “Me gustas,

cero! Me golpeó fu

as, Rails, pero

n perfl bajo a toda c

de con lo que sea que estoy

vicio secreto se metan d

hinchado con una mir

mí, créeme. Y

fue, porque ahora po

ma esta

ítu

HE

dir a la mujer que hab

efnitivamente hubo

verlo todo, pero sospechaba que s

se había ido, era

Había tantos políticos p

r en la junta. Me quedé

mo se desarrollaba la acción.

ítico para las pró

conversaciones aquí y all

os y las relaciones comercia

oche fueron los amargos m

hos y el empoderamien

oda, estaba siendo rechazad

s cosas mientras si

asculinos. La mayoría de l

cer. Quería que el país

Lisa Horn era una

es estadou

la tarea que bajé la gua

bate. Cuando sentí la pr

razón casi se me

conocería ese r

luso después de escucha

tré en un modo feroz y

chico, así que lo miré co

s y no tenía miedo d

tir mi

ír. “Gracias, yo tengo e

as mejores primicias?

la pared, atrapándome efe

mis favoritos. Le di

más. No pareces h

seguro de que me había

tación, ¿lo sabías? Es i

itos en un papel. Se s

ja de su vino favorit

ículo, aproveché la opor

su br

- No se donde queda. ¿

cia la mesa, me solt

escaleras hasta que llegué al

pero no me atreví a m

ieron en la recepción mi

llaves? A salvo en mi hab

via

llo deteniéndose en mi p

nadie más pudiera entrar. A

areció una eternidad, los

bitación estuviera bien cer

ión. En mi tocador apareció una bo

o. Ocho botel

ién había una enorme ces

s, tapenades, pastas para un

perseguido por u

ue que no hice un a

es de conversaciones

na historia. Necesitaba algo m

andaloso, pero si

no podía acercarme

era hacer encerrado

hizo prisionero. Deci

e recogí el cabello corto

e puse pantalones y una

o, pensé que tendría más

in llamar demas

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