Prohibido

hagas un favor”, y le ordeno lo que necesito. Observo el edifcio mientras espero a que llegue Calvin. Me gustaría hacer guardia yo mismo, pero no puedo. Anne me espera en casa. Está celosa y ya v

ando". Terminé la llamada con frustración. Aunque sabía que era solo una pista, nunca sentí que estaba tan cerca. Mis instintos nunca fallaron y algo me decía que estaba muy cerca. Sin embargo, no lo hizo. ¿Por qué no has ido? Realmente no entiendo. Una vez que atravieso las puertas, ingreso el código de seguridad, me dirijo al garaje y estaciono el auto. Ya son más de las dos de la mañana. La casa está en silencio, paso por la sala y tomo el ascensor. Usualmente uso las escaleras, pero esta noche estoy muy cansada. Abro la puerta y entro en la habitación en silencio. Anne sigue durmiendo tranquilamente, le doy un pequeño beso en la frente. Cierro la puerta y voy a la otra habitación. Mañana daré todas las explicaciones posibles. Me quito el abrigo y la camisa. Me quito los pantalones y solo tengo mis calzoncillos bóxer. Me tiro en la cama. Mis dedos todavía hormiguean por el toque de ese suave cabello y labios. Mi último pensamiento es cómo debe ser besarlos. Capítulo tres : ¡Papá despierta, despierta! dice con su vocecita chillona. Me quejo y me froto la cara. Parpadeo a la luz, tratando de que mis ojos se acostumbren, mientras sus manitas insistentes me sacuden. - ¡Despierta papá! ella grita una vez más. “Oye Earthquake, déjame dormir”, me quejo somnolienta. - ¡Ya es tarde! Ella sonríe después de escuchar el cariñoso apodo. Tengo hambre. dice mientras pasa su pequeña mano sobre su estómago. ¿Por qué no fuiste a tomar un café? Me siento con difcultad en la cama. "No sin ti", se queja. Miro el reloj en la cabecera de la cama que marca las 8:30 am. ¡Mierda!

de que pueda responder, le hago un gesto para que espere y responda. — ¿Calvin? “Creo que tenemos problemas, señor”, responde a toda prisa y escucho gritos de fondo. - ¿Qué tipo de problemas? No me digas que dejaste entrar a alguien —le espeto, la ira se apodera de mí. - No señor. Quiero decir, todavía no”, responde. "¿Qué quieres decir con que aún no?" Pregunto aún más irritada. “Señor, es una niña. Parece que es una amiga. Realmente no creo que represente ningún peligro —dice en voz baja. - OK . Déjala entrar, pero quédate ahí. Me voy de inmediato. Él asiente y cuelgo. Antes de que Anne pueda protestar, la beso en la frente. “Prometo llevarte al zoológico este fn de semana.” Sus ojos brillan con picardía. "¿Puede Claire encargarse del café por mí?" “Por supuesto, señor”, dice Claire. De hecho, ya estaba listo, pero la niña insistió en