El multimillonario en la cama

de mantener la calma con una plaga a mi lado. No

bromas estúpidas y de

perdiendo la paciencia. "¡Sabes, cuant

ngo ganas

ante —coment

de amenaza, y el hielo en el momento, estoy seguro de que se puso pálido.

, la peste vuelv

quieres

iendes, ¿verdad

levanto y me alejo de

verá a pasar por mi camino, el mae

ardo? – pregunta la prof

temblorosa, y el profesor el asunto empie

no presté atención a nada que H

espide a todo

tes. aplicaste en la carrera de Administración, y hoy no estuviste

ire, profesor, me viol

e ha hecho insinuaciones sexu

porque, por increíble que parezc

profesor.

se des

ación de que me siguen, pero miro hacia atr

tes posible. Cuando

y la cierro también. Él puede para ser realm

zo a llorar, mucho. Yo no puedo pasar por es

ndejo de Pedro decidió

cualquier contacto con el colegas. Si se acerca

o de

rando el cuadro que nuestra madre puso en mi habitación. - Yo no Quie

de no coma nada y baje a preparar algo. Tan pronto como termino, limpio tod

ona que me ll

Van! — L

voz apagada, y empiezo a tem

s tú? Pregun

fierno, perra!" — cuelga. Bloqueo el número y vu

nsiguió

a vez! Corro al b

po. cuando pienso que no va a salir nada más, tomo mi cepillo de d

ando correr el agua caliente. en mi cuerpo. Me lavo

sino en

upar a mi hermana,

mi bolso y salgo corriendo. Pronto v

me subo. en el edificio. Me doy cuenta en la recepción que vine a encontrarme con mi

o dice, por enc

cer a mi hermana!"

a me encuentro cara a cara con el hom

ir: Nunca había estado tan emocionada y al mismo tiempo confundida por

ente

aminar hacia atrás. No sé qué me está pasando,

der de llevarme directamente a la tus brazos,

, mirándonos largo

uestra propia burbuja, y

ahora sé que tengo preferencia, o mejor dicho, por ella. ¿Qué cuerpo es este? Nunca

onde puedo sostenerla pa

mi cama y hacer el amor con ella, tan delicada y al mismo tiem

o abrumador, humano, dejo de mirar a esta hermosa reina y

spondo, y me acerco

ra miedo. Encuentro est

iene señales de haber estado ll

ana, Leon”, dice alegremente, y Sonrío c

Vitorino, a tus ord

ira con torpeza y yo me quedo ahí un buen rato esper

ano muy rápidamente. L

er, señor