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La Revolución de los Ojos Carmesí

La Revolución de los Ojos Carmesí

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Capítulo 1 Uno

Palabras:3213    |    Actualizado en: 30/08/2021

tulo

familia

son fino, sutil, fragante, ar

a sentarte para abrazar a tu pulpo violeta de peluche. «Buenos días» escuchas una voz masculina al fondo del pasillo que parece alejarse, pero no le das importancia

ra que luego se la devolvieras con más ternura. Su palma acaricia tu infantil mejilla y se acer

iosas palabras de la fémina se volvieron gritos de terror. La mesa que estaba adelante, era ahora un auto recién impactado; litros de sangre escurrían por todos lados del vehículo, las refacciones se encontraban destrozadas en suelo, otras habían perforado y traspasa

sucedió?' Fue una pérdida de pregunta para la niña a su madre, la mujer se quedó callad

ojos, ya era tarde—. No olv

apa

dez, ni

día ser perfecta en aqu

quella niña pequeña; ¿Cómo esperaba olvidar qui

la falsa realidad para golpear sin avisar, a veces podrá ser suave como por ejemplo, cuando se te cae tu cono de

ejem

se aproxima, porque ahora van los demás robles de tu alrededor. Al fuego no le parece bastar con eso, por lo que sigue creciendo y llevándose consigo mismo más árboles para complacerse con tu pérdida. Las cenizas ahora se hacen presentes, el pacífico ambiente se torna gris, el aire es toxico para vivir

es quien

a soledad y la falta. No puedo borrar esos sentire

eve ardor, dándome cuenta en el espejo retrovisor que en vez de un granito recién explotado tenía un moretón poco visible pero m

cas se encontraban cerradas, por lo que me fue imposible ver el reflejo interno de sus habitaciones. Las puertas de la vivienda eran del mis

a pareja joven se quedó esperando algún comentario de mi parte, todo el camino escuchaba sus voces, pero mi atención estaba en mis propios asuntos como para dedicarle importa

palmas de las manos, complacida. La miré s

de mala educación el no contestar con cortesía a las personas que

le con esa mujer pensaría que somos hermanas o que ella era mi niñera. Pudo ser un bebé, es menos complicado ya que ellos apren

z es sofocante, pero sé que te agradará. Además,

ba bien, su escote y largo de este marcaban la sensual figura de esta mujer -y pensar que ahora es madre-, si yo un día deseara ser como ella

Por algo siempre preferiré el tranquilo otoño-Invierno que la fatal prima

*

verdadero banquete; pavo, res, cerdo y pollo, muy bien guisados y sazonados, acompañados con puré de papa, pasta o quizá vegetales al vapor. Podría decirse qu

omo ustedes —señaló con su copa todo el comedor— y es triste saber que está sea la última fecha que pasen conmigo. No por nada malo, sino que ahora sus Na

us navidades y fines de año serán con una

Papá Noel interpretado por el Sr. Bernard, el conserje; su natural, larga y sucia barba le daban la impresión de vagabundo, el traje rojo y viejo no aparentaba la chispa decembrina, y por favor, no hablemo

í que no importase si la pasas solo o no, ¿Quién quiere un aura familia

*

cielo celesti

fuese un delito, Gasha Peskov sería condenad

a negar, me gustó que lo haya hecho. Estaban calientes y humeantes, el color marrón tostado era mu

textura crocante recorriendo mi boca en calor hasta llegar a mi lengua, inundando en

—interrumpe G

hecho de que me vieran disfrutar tanto un simple aperitivo era un poco vergon

á es tu casa —habló ahora Nikolai, e

tranquilizadora a la vez. En cierto punto no puedo aclarar que han ganado totalmente mi confianza. Es el prime

decer de nuevo. Su voz era un poco fría pero a la

s, el eco del pasillo las hacía ruidosas. Se acercaba aún más y la imagen de una niña de mi edad -menor, más bien- se aproximó a la puerta de la cocina. Sus características eran casi ig

saluda a tu nueva hermana —sentí una punzad

—asentí con una sonrisa de bo

ita, estaba pensando en algo o en nada, tal vez, afirmo q

s mío —dijo

sil

, y la tensión se sentí

bre, además —levanté mi dedo índice c

sante, Dánae, inteli

S

¿Qué

ligeramente—, y yo te diré...

ó a a

Daia....

formaba con el trato de los otros chicos en la Casa Hogar, pero est

al conocer a su nueva familia —rodeó el aula con s

acerlo. Lo es

idad a

lidad

ción e

dad... ¿Có

iba? —me sacó de

go que quiere

tación —me co

amos mucho pues la cena se enfriaría y sabría mal, obviamente. Subir esas escaleras me sacan de quicio; olvide lo p

ño, al parecer a esta pareja le gusta mucho el estilo clásico. Pasamos por la primera puerta y la miré con atención, «

cuchar adentro. —Seguimos caminando hasta la última puerta—. Este es el baño —dijo pasando la e

cas; me gustaban, le daban limpieza y orden. Los muebles no eran muchos, solo una mesita con un lámpara que hacía división en ambos colchones y un armario lo suficientemente grande como para guardar nuestras cosas y mucho más. Aunque si me pongo a pensar no tengo muchas cosas; s

—dije con

ón, y como puedes ver —extendió las manos

os con aprobación—, un dormitorio es para dormir

asi

uelo jugando con las agujetas sueltas de mi tenis y quedamos en silencio. Creo

y frunció el ceño —No te ilusiones —quedé

¿A

Saber de mí? No entiendo nada... —Sé que dije que estaba prohibido entrar a la oficina p

. No estaba entendiendo ni una m

sp

lo que sea iba a decir le costaba—.

con esta pareja

así se contenía— me encontré el peor escenario que mis ojos quisieran haber vis

rédula de lo que oía. Me co

ilidad y remordimiento. Pero, ¿Porque lo hizo? —se preguntó mirándome. Sus lágrimas brotaron— ¿Que estuvo mal? ¿Que

a abrazarla, p

ue ahora estoy sola como tú. Y ahora que estás aquí,

te mi mente v

do, sabían que algún momento

ué no se han estado informando sobre la

enti

con sorpresa sarcástic

s semanas que llegue aquí y el tener que fingir que estoy completamente en confianza con mis «padres amorosos» me hizo ver qué hay un patrón en esto: ellos y nue

lo digo por mí, es por ellos. Tienen papeles y documentos extraños; no entiendo lo que dicen porque están en inglés, pero solo recuerdo una parte: 'subjects are almost a mile

tiempo en ese lugar fue exactamente el inglés. Lo hablaba y entendía a

ión del pecado. El rojo de mi fe es tan grande, como el sacrificio de éstos'. —hice silencio después

, no lo

io, de

sta que me ocurr

debemo

el rostro de D

rminar lo q

después formó una "O" con su boca dándome

a romper l

onario en la historia consiguió l

ión, entonces —a

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