Luz de luna.
ud, asiento mordiéndome el labio inferior, él suspira.
Murmuro, temien
ataque de pánico que me cierra la tráquea, impidiéndome respirar, mientras puntos negros comienzan a invadir mi visión
, luego de pedir ayuda, o consejo, por su radio, me da una bofetada con la fuerza suficiente para hacerme reaccionar, casi al instante mis pulmones vuelven a tener el material suficient
hasta su auto, donde me deja en el asiento del acompañante antes de tomar su lugar y comenzar a co
—Susurro, él me da
esa respuesta y muerdo mi lengua cuando un coment
eta del forense y ambos bajamos, termino mi rosquilla de glaseado de vainilla y le paso la caja al alguacil, quien la toma y saca de su interior una de glaseado de fresa, camino detrás de él mientras se hace paso a través del mar que sus emple
máticos parecen haber estallado, la puerta metálica del acompañante se encuentra colgando de las bi
pañante, rodeadas de sangre y parte del asiento, ya que este se encuentra desgarrado, sollozo e intento acerca
el forense se acerca a mí con seriedad y cautela. Genial, este imbécil tambié
, tal vez un oso o dos lobos
o hay tales animales
el cadáver dice lo contrario. Ah
as lágrimas que corren por mis mejillas, me mira
iciales que aún me sostienen y ellos me arrastran en contra de mi voluntad hacia una esquina de
ado, suspiro y bajo la mirada con los ojos cerrados, aterrada de lo que estoy por presenciar. Abro lentamente los ojos y fijo mi mirada en el cadáver dentro de la bolsa, siento una arcada, pero contengo al líquido que
a cerrar la bolsa, quitando de nuestra vista el cuerpo ensangrentado y de
me levanto de un salto y miro a los oficiales,
en a negar, corro hacia el alg
ntimiento invadiendo mi cuerpo. —Solo encontramos un cadáver
-p
me obliga a caminar junto a él hasta llegar a un auto con dos pe
imita a decir el alguacil, prácticamente empujándome hacia am
regresando al pueblo, miro hacia la izquierda y me sobresalto al encontrar a Artie Stone mirando en dirección al auto con e
.
dirección, dos días después del asesinato, en los cuales estuve
ust
iero cerca de mi familia, ni siquiera de Jameson, suficiente ten
para ahuyentar las lágrimas. —Me conoces desde que estaba en
ro primero está mi fam
ocurrir conm
las próximas 48 horas te irás a l
mi he
cuando todos están muertos. —Se levanta de su lugar frente a mí y comien
que hay en la habitación mientras lágrimas de frustración corren por mis mejillas, mis ojos se sien
calmada, mientras abrazo mis piernas y mezo mi cuerpo en un rincón. P
.
lia, quien parece aliviada por alguna extraña razón. —La familia nueva en el pueb
i lugar. — ¿Van a dejar que me v
bios en una fina línea, hastiada. —Eso creí
nmigo a este lugar, todo se encuentra en mi casa; salgo del edificio y dos pares de ojos recaen
r al hombre hablar, todo él es de color negro, incluyendo su pi
da en tono inexpresivo
er una parada en mi casa? Nec
raseros de su enorme camioneta y no tardo en subir, sintiendo la mira
ro a ambos cuando emprendemos ca
on q
pueblo