Me traicionó, ahora suplica

a uno de sus movimientos. Fui la *Consigliere* no oficial de Dante Gallo, su socia en todo menos en el

ror, hizo estallar mi vida. Era una foto de Dante, mostrando una argolla de pl

pequeña. Las iniciales grabadas 'D.I.' no significaban Dante y yo. Significaban Dante e Isabella, su amor de

nzó a provocarme, enviándome una foto de ellos enredados en las sábanas con la

o de Isabella, un hombre mucho más peligroso que Dante. "Tu prometida está en la S

ítu

a So

dedo, y contenía una verdad que el diamante no podía ocultar: mi historia de amor de s

re cuyo nombre se susurraba con la misma dosis de violencia y poder. Su imperio, construido con sangre y lavado a través de la fachada legítima de Gallo Importaciones, era tanto mi

ta fue repentina, menos una propuesta que una ocurrencia tardía, con una ceremonia planeada para el Día

abía vuelto lo suficientemente descuidado como para olvidar sus huellas. Pero aterrizó en mi b

ana. Ya está a salvo.

e, luciendo una argolla de matrimonio de platino con un único diamante incr

él había deslizado en mi dedo. Era la misma argolla, idéntica, solo q

.

ante

e Is

robó el aliento. No me había propuesto matrimonio por amor. Me lo había propuesto porque Isabella estaba siendo forzada a un matrimonio arreglado con otra familia, y casarse

un sonido frío y quebradizo que rompió

abrigo. Me vio de pie en la oscuridad, mi rost

ida con la impaciencia de un hombr

. El amor que creí ver allí esa misma mañana había des

mina

l sonido de un hombre desestiman

dramática

í, intentando to

es e

e había enseñado. Sostuve el teléfono en alto, empujando

rostro al reconocer el mensaje, el anillo. Luego, con la mis

es n

oz plana, desprovista de la emoción que

scura. Finalmente entendió que esto no era un juego. Nos miramos fijamente, los

", gruñó, dán

zo detrás de él, el sonido un

né hacia la cocina, mis movimientos firmes. Saqué el corte de carne y la

uerte chisporroteo, el rico aroma llenando e

aría mi libertad c