Antes la burlada, ahora es la reina
sí del vestido de Brinley desapareció de su vista, dejándole el pe
carácter, la forma en que incluso se había enfrentado a su propia familia por él. Y
a salido
se mordió el labio, manteniendo su habitual
os por allá, esto se es
dose a salir de la n
o de Milly y después hacia la escalera vacía. Fin
lo ten cuidado
sadas puertas dobles del salón de banquetes se abri
y todos los invitados voltearon la cab
ro atravesó el bullicioso salón, ob
perfectamente a sus anchos hombros y a su cintura estrecha. Sus facciones eran duras y definid
eñor M
tero se sumió en un silencio tan profundo que hasta
ore, el escurridizo y despiadado director ejecutivo del Grupo Moore: u
areciera en la gala benéf
sistido a eventos t
e enviaba solo a un alto ej
cumbres empresariales más relevantes, de
murmullos regresaron, co
emonios hace el s
ventos". "¿Será posible que haya venido por
ulaciones. Todas las miradas se clava
se apresuraron hacia él, con sonris
nerlo con nosotros esta noc
rada fugaz. Sus ojos estaban clavado
discreción: "Su esposa ya está arriba
scuchar las palabras exactas, percibieron e
chas cabezas se giraron hacia el piso superior con
esperar al temido Austin Moor
podía ser su temperamento, y las consecuencias serían severas. En cuanto a B
n con nerviosismo. "Enfrentarse al seño
ly bajó las pestañas, lo justo para ocultar el de
a Austin, ni siquiera su estatus elevado podr
sus delicados dedos y, con una voz cargada de una fragilidad
scalera, su mente buscando desespera
de golpe de sus pensamientos, y su
gotada? Ven, te llevaré al
aquí...". Suspiró Milly con suavidad, recostándose
a, su mirada se desvió hacia
que, mientras ella estuviera cerca, Brinley
su exesposa. Pero eso no importaba, el hijo que crecía en su v
cariño. Sin embargo, más de una vez ella lo había
tes había sido apenas una sustituta, ahora qui
u victoria se resumía en una sol
a gesto suyo rebosando ternura, como si no fuera el mismo homb
mente vestido, se acercó a Austin con paso cauteloso, ansio
l vez no le hayan dicho, pero la familia Knight ha volcado toda su atención en la señorita Shaw esta
pero cargado de burla, respondió: "¿Ah, sí? Mi e
del hombre se contrajera y su
de llamar a Br
Austin se adelantaron con semblantes de piedra y le señalaro
el hombre cambió de l
n? ¡Yo solo intentaba poner
a", lo interrumpió uno de los guardaespaldas, con vo
za por los brazos y lo sacaron a rastras, mientras sus protest
colectivo los recorrió. Nadie más se atr
a sola mirada. Sus ojos permanecieron clavados en
sentada frente a Thalia, su conversación fluía con natur
uavemente el marco de la puerta y a
Austin ya había entrado con paso seguro e in
la mirada de man
encontraron y, en ese instante, el amb
z que lo veía des
bía permanecido en el extranjero, aus
a de las portadas de revistas que exhibían su
, a escasos cinco p
con tal intensidad que, sin darse cu