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Rescatando Corazones

Capítulo 3 El Peso de la Decisión

Palabras:1308    |    Actualizado en: 21/01/2025

el aire ese día, una extraña quietud que lo mantenía alerta, incluso sin saber bien por qué. Tras varias noches durmiendo en ese centro d

emás, sino porque no encontraba consuelo en la idea de interactuar con alguien que no entendiera lo que realmen

ante las últimas sesiones, sentía que algo se rompía, como si las barreras que había levantado a lo largo de los años est

ba Lily, como siempre, con su paso firme y su uniforme impecable. Pero hoy, su presencia le pareció difere

calma, como si nada fuera tan importante, como si la ansiedad qu

cama, sintiendo un leve dolor en la pierna, algo que no

o de fisioterapia. Ethan la observó con recelo. Sabía que el "algo diferente"

tono de voz no fue de desdén, sino de simple curiosidad

dara. Ella no parecía impresionada ni intimidada por su presencia, como el resto de las personas en su vida. No, ella lo miraba co

onversación, como si lo hubiera despojado de su estatus de "señor Bennett" y lo hubiera tratado

nas. Era una confesión honesta, pero no del todo. La palabra "confiar" le parecía un lujo que

tranquilo. Colocó una pequeña silla junto a la camill

, y es comprensible. Tu mundo siempre ha girado alrededor del control, pero a

a?** Su rostro se endureció ante la sugerencia. No había lugar en su mundo pa

ión. Su tono era brusco, pero internamente, las palabras de Lily comenzaba

de la conversación. Ella sabía que tenía que ser paciente con él, que no podía apre

an sencilla que, por un momento, Ethan casi no lo crey

de que pudiera obje

parte del proceso de sanar, de reconectar cuerpo y mente. N

so cuando su pierna seguía doliendo y su mente estaba completamen

n con una pizca de curiosidad. Algo en el fondo de su ser le dec

ante. Ella estaba acostumbrada a lidiar con personas como Ethan: hombres de poder que nunca querían

la se sentó de nuevo en la silla y cruzó las piernas, su rostro calmado y sereno-. Respira profundamente por la nariz, llen

ensar. **Esto no tenía sentido, pero tampoco tenía nada que perder.** Se tumbó en la camilla y comenzó a respirar profund

o de su respiración era calmante, como si cada palabra que saliera d

os comenzó a ceder, y aunque aún le parecía todo muy extraño, empezó a notar algo diferente. La a

e te da miedo. ¿Qué es lo primero que te viene a la mente? -preg

era difícil de contestar. La idea de perder el control era aterradora, lo sabía. Pe

sin darse cuenta de lo que de

si hubiera espera

a perderlo. Pero el miedo nunca es una buena motivación, Ethan. ¿Y si te d

ro algo en sus palabras lo hizo reflexionar.

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