La Heredera Renacida Busca el Divorcio
vista d
o un aire helado besó mis mejillas. Pa
nte. Un cielo en calm
ch*n
e mi esposo me empujó por las escaleras y lue
vitalidad me abandonó y poco a poco la vida escapó de
e acercó a mí. Me miró con frialdad y sin rastro de culpa mientras me moría
ía casado conmigo por mi dinero y apenas muriera, él se conv
a prueba de que ese c*brón me había m*tado. Sin embargo, no encontré ninguna her
pasando?!»,
i medida. Todavía recordaba la tarde en la que mi fúrico marido la destrozó, por
llevaba puesta esa blusa
ando o alucinan
den y Amelia. Ella lloraba con mucha fuerza y me di cuenta de que estaba empapada, a pesar de
a de vacaciones. No había duda, frente a mí tenía la inmensa alberca. Jadeé por la sorpres
ho lo identificaba como el pun
de vacaciones. Emocionada y pensando en sorprenderlo, decidí ir, pero la sorprendi
enací y tengo una segunda oportunida
ELÓPATA EGOÍSTA!", m
a. Tenía la cara y el cuello rojos por e
ara...? ¡Claro! Amelia vio que Kayden iba hacia nosotras, así que me empujó a
CONTACTOS PARA LLENAR A AMELIA DE PROYECTOS Y EVITAR QUE VOL
. Quería gritarle de cosas, pero toda
rada y discúlpate", gruñó Ka
e ese día me convertí en un mar de lágrimas y regresé devastada a mi casa. Había llorado en la cama hasta qu
mienzo del infierno
encia y apenas y me dirigió la palabra, pero después de ese incidente c
Grupo Guzmán, la empresa de mi abuelo, amenazándome con que si no dejaba de trabajar
un autoengaño para no reconocer que ese b*stardo me
pensar. Y de cualquier forma, ella sigue siendo tu
ue esa mujer era una doble cara! Lo único para lo que era buena era para m
ada de eso, Amelia. Ella tiene que disculparse contigo. Además, ya estoy harto de su actitud, ¡está tan d
o la asquerosa actitud de ese m*ldito? ¿De verdad había estado tan ce
en me tomó de la muñeca y
e liberarme de su agarre, pero solo c
", demandé,
inando los dientes y apretando todavía más fuer
rminé con el brazo arañado y de las heridas escurría un poco de sang
r!", chilló Amelia, con toda la pr
ntes de voltearme hacia Kayden completamente e
d al máximo. No volvería a cometer los mismos errores. Mi renacim
ería salvarme de ese mat
o no voy a disculparme, ni
i molesto esposo me tomó del brazo y me jaló
de cambiar mi destino habían estallado dentro de mí. Si q
e divorciaré de ti en este instante!",
directamente a los ojos, le dije: "¡No vue
o por la paz. Vámonos", interrumpió A
cente. De no ser porque sabía la clase de mujer que era, habría caído en su actuación de san
no lo haces nuestro matrimonio se acabará!", arremet
ude contesté: "No lo haré. Y si tanto te m
me había sentido tan viva. ¡Todavía no podía creerlo! Para mí todo seg
elo comenzó a irse a la quiebra. Lo peor era que todo había sido mi culpa: yo había sacado una fuert
que Kayden pagara cada humillación y d