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La chica de mi vida

Capítulo 2 Tiene que irse antes de que salga el sol

Palabras:3552    |    Actualizado en: 03/03/2020

mirarlo, decidió que definitivamente no era una buena idea, y un pensamiento cruzó por su mente: '¿Y si es un delincuente? Tal vez tendrá antecedentes penales'. Al lan

qué lo perseguían esas personas? Debe haber hecho algo b

n realidad, su madre le había advertido que nunca se involucrara con este tipo de hombres. Ella solía decir: "Estos hombres te quitarán todo el d

Espero que no piensen que tengo algo que ver con este hombre ni con lo que sea que haya h

sar un caos total. La idea de que él estuviera en su casa hizo que un escalof

a dispuesta a echar una mano a quien lo necesitara, pero por mucho que quisiera ayudar a ese hombre, sabía que no

ebé. Desde entonces, Carla se había convertido en su madre y su hermana al mismo tiempo, d

al ver a Carla con un chico, ya que ella nunca había tenido un novio serio, pues siempre estaba ocupada con algo, con el trabajo, el cuidado de su hermano y el pago de sus deudas. Así que realmente nunca había tenido

e terminar su recorrido habitual alrededor de la manzana y fue entonces cuando los vio. Indudablemente, Jena era una mujer muy linda. Tenía las pierna

on una gran sonrisa en su rostro, ya

en un callejón entre los dos edificios, detrás de los contenedores de basura, sin embargo,

era irritación en su voz. "¡Pero por favor! Carla... Es obvio. Sabes que es completament

nso", agregó Jena, con una gran sonrisa en el rostro. 'Desearía que fuera cierto', pensó Carla para sí misma. Después de decir

ención obvia de decir algo más. Carla puso los ojos

as noticias dijeron que se avecina una

a una pequeña risita y desaparecía por las escaleras. Carla le sonrió

aba sobre el hombro de Carla, y como estaba bastante oscuro, ella no pudo ver

razo del hombre alrededor de su cuello e intentó bajarlo

estoy haciendo todo esto por un

n tipo de pandilla, y ahora tengo que llevarlo a rastras a un lugar seguro. Si lo llevo a casa

o soy así... Nunca me podría perdonar a mí misma

su mente: '¿Acaso me atrae este hombre?'. Entonces detuvo su patrón de pensamiento antes de pensar más en ello. Carla siempre se había prometido a sí misma que encontraría a un hombre que pudiera hacerse cargo de ella económicamente, además, quería que fuera algui

, se dijo en voz

r la cabeza por todo el esfuerzo mental que estaba haciendo. Entonces decidió que tendría que arriesgarse y llevarlo a casa ha

gó a la puerta. Al tenerlo abrazado con las dos manos, fue incapaz de alcanzar las llaves

o toda su fuerza y estaba cargando con todo el peso de él. "Vamos. Solo u

Sé paciente! ¿Olvidaste tus llaves otra vez? Deja de pate

"¡Vamos, Sean! ¡Abre la puerta!", le gritó Carla desde

r a su hermana cargando con un hombre cuyo rostro estaba cubierto de sangre inmedia

azón, por lo que se quedó parado a

s había visto tanta sangre, así que er

an la miró con la boca abierta. Estaba en estado de shock, sin e

lo muy lejos. Había sudor corriendo por su rostro enrojecido. "No había hecho ta

ue cerró la puerta y corrió el seguro por si acaso. Sean intentó ayudar a su hermana tomando al hombre por los pies, y desp

irme por qué hay un hombre inconsciente y con la cara llena de sangre recostado en nuestro sofá?

el baño, tomó un paño húmedo y comenzó a limpiar la sangre de la cara del hombre. "¡Solo cálla

vertido en un hospital. Siempre quise ser médico

a echado a volar acerca de cómo ese hombre había resultado herido. "¡Sean, el botiquín!",

itó la camisa, la cual también estaba llena de sangre, y la echó en la la

ce solo tenía algunos cortes y contusiones, pero nada demasiado serio. Fue ento

ha terminado aquí, así que vuelve a tu habitación ah

te", le respondió el chico. Ella lo volteó a ver y, co

itaba terminar su tarea e irse a la cama, ya que

cansada en absoluto, y solo quería sentars

al sofá donde estaba recostado Terence. Como no había nadie cerca, Carla comenzó a examinar su rostro y s

cieron una cirugía plástica en l

bellamente tallados están sus párpados y qué perfecta es su nariz. Esos labios deben

n tan seductores que podían tener a uno bajo cautiverio con solo una mirada. El

ó la mirada de su ro

? ¿Cómo puede tener todo tan perf

y le susurró: "Si tan solo sup

e Carla se puso roja como un tomate por

está pellizcando la cara?". Al abrir los ojos, casi se le

rieron con sorpresa, "¡

¿Dónde estoy? ¿Dónde está mi camisa?", le preguntó, y después de palparse la cabeza

r lo magnífica que era su mirada. No podía dejar de mirarlo. '¿Cómo

e estaba llena de sangre. Estás en mi casa". Terence examinó la habitación en la que se encontraba. Era una gran sala de estar, y había

iliar, por lo que pensó para sí mismo:

ver cómo era, así que movió ligeramente sus gruesas cejas y pensó: 'Es bastante atractiva, pero en c

un 4 de 10', pensó el hombre, luego la miró a los ojos, 'Sus ojos son

s le sonrió levemente. Era extraño, pero a ella le gustaba que la mirara de esa manera. "Parece que estás mejor", le dijo Carla con

incómoda con él mirándola todo ese tie

solo la estaba mirando, sino que t

un vaso de agua

as le dedicaba una sonrisa muy seductora. Ca

supuesto que eres bastante hermosa. Gracias por traerm

lado. Ella tomó una naranja, comenzó a pelarla y en broma le respondió

menazaste para ayudarte a huir de la escena, detuviste mi motoneta eléctrica a tiempo para evitar que se derrumbara en la calle, por lo cual estoy rea

persona está en serio peligro, se h

? ¿Por obligarte a salvar mi vida? Tuve que hacerlo, no podía dejarte ir así como a

a mantenerte alejado de las personas que te perseguían, verdad? Ah, y también por refugiarte de una tormenta que se avecina, además de que todos mis pedidos por en

números, ¿no es así? Cuentas cla

uiera respirar, y después se volvió a sentar, soltó

n ángulo perfecto y no pudo evitar sonreír ante esa detallada narración de Carla. Posteriormente se llevó la mano derecha a la cabe

pensar: 'Podría quedarme aquí, pero me pregun

bra", y continuó diciéndole: "Todavía tengo mucho dolor. No tengo dinero en este momento, pero te prometo que te lo devolv

isa: "Oye, estás siendo muy dramático. No creo que te duela tanto. Realmente no puede ser tan malo. Por cierto, justo abajo hay un cajero automático abierto las 24 horas. Ahí puedes sacar

ía que Terence se quedara más tiempo del necesario, especialmente si había gent

ra!", le gri

la vuelta para mirarlo. En el fondo Carla se sentí

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1 Capítulo 1 Solo soy la repartidora2 Capítulo 2 Tiene que irse antes de que salga el sol3 Capítulo 3 ¡Si me vas a ayudar, no te detengas a la mitad!4 Capítulo 4 A cada santo le llega su fiestecita5 Capítulo 5 Me ofrezco a mí mismo como pago6 Capítulo 6 Yo soy quien manda en esta casa7 Capítulo 7 Un lobo disfrazado de oveja8 Capítulo 8 Se atrevió a insultar a Carla9 Capítulo 9 Aunque ella era pobre, tenía dignidad10 Capítulo 10 Un diamante en bruto11 Capítulo 11 No fue más que una treta12 Capítulo 12 Atacado por sus enemigos13 Capítulo 13 ¿Te has enamorado de mí 14 Capítulo 14 ¿Le dijiste que eras mi novio 15 Capítulo 15 La reversión dramática16 Capítulo 16 Sr. An17 Capítulo 17 ¡No se debe confiar en los hombres!18 Capítulo 18 Quiero que te quedes19 Capítulo 19 Un hombre misterioso20 Capítulo 20 Una temperatura de 39°21 Capítulo 21 La llegada de Nicholas22 Capítulo 22 ¿Me estás siguiendo 23 Capítulo 23 Sal por lana y regresa a casa trasquilado.24 Capítulo 24 Su identidad queda al descubierto25 Capítulo 25 Un joven millonario experimentando una vida diferente26 Capítulo 26 Te vestiré yo mismo27 Capítulo 27 Espera, ¿una gran estrella en los suburbios 28 Capítulo 28 No soy rival para esos dos29 Capítulo 29 Estás viviendo en mi casa y comiendo mi comida30 Capítulo 30 Te confieso que estoy enamorado de ti31 Capítulo 31 No te acobardes32 Capítulo 32 Terence, ¡no nos dejes!33 Capítulo 33 Visitando la Ciudad JA34 Capítulo 34 ¿Una reunión repentina de compañeros de clase 35 Capítulo 35 ¡No intimides a mi hermana!36 Capítulo 36 Alboroto en la fiesta37 Capítulo 37 Rhys contra Terence38 Capítulo 38 ¡Finalmente estás aquí!39 Capítulo 39 Una villa con vista al mar40 Capítulo 40 Esta es mi habitación41 Capítulo 41 Terence, ¿vas a casarte con mi hermana 42 Capítulo 42 Cuñado43 Capítulo 43 El encuentro con el padre de Terence44 Capítulo 44 Diferencia45 Capítulo 45 Declaración46 Capítulo 46 Una oportunidad para que Carla practique47 Capítulo 47 Aún eres una niñata inmadura48 Capítulo 48 El maldito sueño húmedo49 Capítulo 49 Cuando tengamos nuestro propio bebé, no dejaré que lo golpees50 Capítulo 50 La fiesta en la playa51 Capítulo 51 El plan de Megan52 Capítulo 52 ¡Carla es mi tesoro invaluable!53 Capítulo 53 De vuelta al principio54 Capítulo 54 El apartamento se prendió en llamas55 Capítulo 55 Carla, ¿en algún momento has pensado en mí 56 Capítulo 56 Un encuentro casual57 Capítulo 57 ¿A dónde fue Sean 58 Capítulo 58 No dejaré que le pase nada59 Capítulo 59 Un rescate exitoso60 Capítulo 60 Déjame pagar mi deuda61 Capítulo 61 Casa nueva62 Capítulo 62 Rainer y Nathan63 Capítulo 63 Terence es encantador64 Capítulo 64 Quiero que seas mi mujer65 Capítulo 65 Ella no fue desleal66 Capítulo 66 ¿Alguna vez te acostaste con ella 67 Capítulo 67 Te morderé hasta que me escuches68 Capítulo 68 El día dedicado a la memoria de Marian69 Capítulo 69 Cuando tu chica se esté mudando, ¡alégrale el día! (Primera parte)70 Capítulo 70 Cuando tu chica se estaba mudando, ¡alegra su día! (Segunda parte)71 Capítulo 71 Tú eres lo que siempre he querido72 Capítulo 72 El compromiso (Primera parte)73 Capítulo 73 El compromiso (segunda parte)74 Capítulo 74 Enfrentado a un ladrón (Primera parte)75 Capítulo 75 Enfrentando a un ladrón (Segunda parte)76 Capítulo 76 Carla estaba sufriendo77 Capítulo 77 ¡Mi hombro es todo tuyo! (Primera parte)78 Capítulo 78 ¡Mi hombro es todo tuyo! (Segunda parte)79 Capítulo 79 El compromiso de Terence80 Capítulo 80 Al borde de una muerte inesperada81 Capítulo 81 Sr. An, ¡usted es todo un sinvergüenza!82 Capítulo 82 Instalando las cámaras (Primera parte)83 Capítulo 83 Instalando las cámaras (Segunda parte)84 Capítulo 84 Es mejor tener una flor que un gato85 Capítulo 85 Pidiendo ayuda a Terence para resolver un complicado problema de matemáticas86 Capítulo 86 ¿Acaso ya me volví loco (Primera parte)87 Capítulo 87 ¿Acaso ya me volví loco (Segunda parte)88 Capítulo 88 Me encanta que seas grosera conmigo (Primera parte)89 Capítulo 89 Me encanta que seas grosera conmigo (Segunda parte)90 Capítulo 90 La advertencia de Terence (Primera parte)91 Capítulo 91 La advertencia de Terence (Segunda parte)92 Capítulo 92 No vayas a la cita a ciegas (primera parte)93 Capítulo 93 No vayas a la cita a ciegas (segunda parte)94 Capítulo 94 : Deshaciéndose discretamente de Ronnie en una cita a ciegas95 Capítulo 95 La ostentosa Sherry96 Capítulo 96 Un recorrido por la Casa Embrujada97 Capítulo 97 Ve a verme al hotel esta noche (Primera parte)98 Capítulo 98 Ve a verme al hotel esta noche (Segunda parte)99 Capítulo 99 Terence, el donjuán100 Capítulo 100 El 'príncipe real'