HOGAR MALDITO INFIERNO
en
des
vez que cerraba los ojos, su mente volvía a ese día fatídico en el altar, cuando decidió que no podía seguir adelante. Recordaba el asombro y la tristeza
aquel día en el parque, uno de sus recuerdos favoritos. Caminaban tomados de la mano, hablando de
na sonrisa radiante, imaginando su nombre en la portada de
con admiraci
a. Solo es cuestión de t
momentos en los que sentía que todo era posible, que juntos podían
o ser inv
rompía. Su sonrisa desapareció, reempl
in nada. No estoy dispuesta a pasar por eso contigo. Necesito estabilidad,
juntos lo lograrían, que podrían enfrentar cualquier desafío si permanecían un
nes un trabajo fijo. ¿De qué viviría
una vida juntos sin preocupaciones financieras. Pero Elena, en el fondo, ya había decidido que de
ryan, estaba en la sala, inmerso en una de sus tantas reuniones con amigos y otras mujeres. Las ri
nidad para demostrar que juntos podían superar cualquier obstáculo. ¿Estaría más feliz? ¿Más segura? Las dud
que había esperado, pero le ofrecía una vida cómoda, sin sobresaltos. Sin embargo, esa comodidad vení
o hacía. Se dio cuenta de que, en su búsqueda de estabilidad, había sacrificado algo invalu
a de resentimiento. Se preguntaba si Bryan alguna vez entendería lo que significaba realmen
e sus decisiones pasadas. Era hora de enfrentar sus miedos y perseguir sus sueños, aunque eso significara tomar r
r. No sabía a dónde la llevaría ese camino, pero estaba dispuesta a averiguarlo. Porque, al final, la vida se trataba de
control de su vida. Y aunque las heridas del pasado aún dolían, sabía que estaba en el camino correcto. Porque,
ítulo de una nueva vida, una vida en la que sus sueños y su felicidad eran la prioridad. Una vida que,
an ustedes
e pasa por dejar a
as po