Fuego en la Piel
aban completamente de una tarde
alegando que era el hombre con el qu
ando por su propia vida también, que era de
rdo -Replicó Aitana marchándos
ando desaparecer de la presencia
í que fue tras ella en busca de seguir molestándola
nido, Aitana -Preguntó
unto tuyo -ha
os idiotas se han fijado en ti -dijo L
ella saliendo de la cocina pero
jado en ti? -continuó burlándose de ella, sin
a palabra, idiota -Replicó ella con un nudo en la
a hija adoptiva de la familia Fuente, quienes muchas veces habían dicho que el esposo de s
a su edad, su rostro sin maquillaje Aunque la hici
dirle una disculpa. Su sorpresa fue verla jugar como toda una exp
gar? -se a
mala respues
mpre y cuando no me molestes -respondió
mó el control que est
e dije que no me molestes -Repiti
haces lo que yo quiera -Dijo Lucas tratando de hace
eptar. Si te digo mi co
go si puedo -habló
entes a tus amigos
ño sin entender lo
ecir? -preguntó L
é con la talla del hombre que mis padres desean que sea
a? ¿Por qué
mis padres, terminaré casada sin amor con cualqui
dolo a los cojos buscando una
o no pudo controlarse y lanzó el control, ma
y el estrés que le ocasiona toda esa situación de su vida amorosa y
tra habitación recosta
olestado tanto la p
responsabilidad de ella si sufría. Si algui
e la habitación y Aitana jugando uno y otro juego hast
a distancia ?- preguntó Jul
ban de pie frente a la cabaña cas
verme -, respondió Ámbar, mir
acó una caja peque
la caja para revelar un collar de plat
so, -susu
ti -dijo Julián, colocando el collar alrededor de su cuello-. Y
ió al sentir su a
dijo Ámbar besa
ián, besando su frente-.
ijo Ámbar, sonr
como si fuera la última vez. Ámbar se aferró a él, sin
esperando a que Julián subiera para marcharse a
ola por completo La molestaba y la intimidaba al mismo tiempo mientras que Lucas no s
e obse
mo si fu
darse cuenta que nuevam
os -Replicó Aitana regresando nuevamente a
lpearse a él mismo por quererse meter en
gustos eran horribles comparado
ambos a una distancia que los alejara de una
temente a Ámbar quien supuestamente h
lmar la desesperación de Braulio en qu
a que se despida de sus
jo Carlota para mo
ovio aquí y no que se busq
o, cielo -re
donde ella se va a enamorar y ninguno lo
que Aitana esperaba pacientemente a s
ión para despedirse a l
ómo se esforzaba para caminar bien
tras otra pero ahí estaba Cristina y Noelia
dianoche que decidieron ir a descansar