Las vueltas de la vida
ma "Le he ganado a Sipriana definitivamente esta vez el se divorciara de ella y se casará conmigo" y se rió con mucha
a cocinar la comida favorita d
porque siempre quería consentirlo ella misma sentía que y
y abrió los ojos más grandes de lo que los tenía ella con una sonrisa de oreja a oreja "Mira te prepare tu comida favorita"
comodaron en la mesa para saborear aquellos alimentos, en la boca de José Er era lo m
esa no termina
e "Sabes hacer pastel acaso y me prestaste
lo siento no se hacer pastel y no es esa la sorpresa", levantó
. Mmm estoy.... Emba
antó de la mesa camino hacia la puerta regreso
a un hijo suyo en el vientre y el se fue, dudas y desesperación llegaron a su
n varón a quien heredar, brindaron toda la noche con sus amigos y por supuesto que no llego a dormir por primera
su habitación miro su vientre vacio y lloro amargamente su desdichada "como pudiste como p
maneras ella no podía darle el hijo que el tanto ahnelaba ni podía dejarlo pues estaban casados hasta que la muerte los separe y eso era una gran di
arazada" comento uno de sus amigos, a lo que José Er con ojos grandes
el doctor solo para asegurarme" come
coche y se fue a la velocidad de la luz, cuando llegó a la cabaña tenía sus ojos rojos de no dormir toda
a cambiarme arréglate porque vamos a salir" sin esperar que e
esperar a José Er, el por su lado se puso una camisa de ralla hecha a medida y pantalones negros el era de piel cl
cia la puerta y dijo "apurate mujer que se nos
prueba de embarazo la enfermera vestía de blanco con con un gorro Merino beanie de on y con unas pantimedias blancas y zapatos de piso color negro con una sonrisa
e a nombre de doña Lucía" dijo la enfermera con mucho respeto y se despidió de
rzar que se te antoja, ella contesto "Me encantan los marisco
on de cerca una cantina dónde vendían la comida que estaban bu
"Dime porque me has traído al
es para que te puedan atender en el hospital y lleven el control de tu e
tir con la cabeza y siguió
do para tu condición es mejor que estés tranquila en casa y no hagas
sará a recogerlos, con gran alegría los leyó y descubrió que en efecto