Un Contrato Con Mi Jefe
a. Darius y yo estamos en una mesa conversando con algunos amigos de su familia cuando, de repente, siento una
que lidiar con la lista de
desafiante, y me hace se
cesa"? -dice con una voz sarcástica, mientras avanza hacia nosotros,
íbula se tensa. Yo respiro hond
ar -responde Darius con firmeza, pe
star muy orgullosa -dice, una sonrisa burlona en su rostro-. Per
cuchillo. Mis manos se apretan sob
evitar que mi voz suene desafiante-. No necesito consejos de a
sita, cruzando los b
algo especial. Tal vez deberías p
e pie, interponién
con Trisha y eso no va a cambiar -dice
das cuenta de que sólo estás jugando con ella? ¿A
a, pero no puedo dejar qu
s ojos-. No estoy aquí para competir contigo. Dariu
-Dayana se acerca a mí, bajando la voz, como si compartiera un secreto-. Todos en esta
ción, las miradas curiosas y las sonrisas contenidas. Mi ment
meza-. No tengo nada que demostrarte. Si Darius y yo estamos j
a de sorpresa y desdén, pero
da pena por ti. Cuando Darius se aburra de ti, est
vuelve más grave-. Si no te vas, llamaré a Mike.
a sobre sus talones y se aleja, dejando una atmósfera pesada
ius, volviéndose hacia mí-.
venas. Aunque la confrontación me ha dejado con un nudo en el estómago,
ce Darius, tomando mis manos entre las suyas-.
o una oleada de
mento, me doy cuenta de que, sin importar lo que
mos y ya me estás dando
tranquilo. Luego de dos horas, todos se marchan y la mansión queda
es que le ofreció Victoria; estaba muy agotada. Poco a p
itación y noté a
u vida?-Pregunto en voz alta
cuenta a tiempo de quién era; no era con el primero que me engaña
ra divertido por cómo lo llamé-. Creo
misa y muerdo mi labio infer
r, Trish -dice en un su
pregunté, mirá
bio cuando es
e -digo en
-me da la espalda y casi babeo
a a m
baño, cierro la puerta y trato de quitarme el v
ie
uentro acostado en la cama; me a
el vestido, por favor?
la
los ojos ante su tacto. Siento un leve cosquilleo en mi vientre; lo siento
o puedo evitar sonreír al sabe
ice en un
irectamente, y vuel
aci
hagas eso de nuevo o
jamente y vuelvo a morderme el
ma por la cintura – estás haciendo qu
mío tanto que pudo
as no se q
rque quiero saber
diendo , si empiezas esto lo termina
to a lo otro –me acerco a su oído y le susurró
acia al baño cuando estoy por en
rminaremos lo
rincipio y luego de una menra salvaje me agarra por
egresar aún, se que me voy arrepentir de esto mañana pero n