AMANTE DEL CEO
tó, eres muy capaz - Alexandra le extendió la mano - Bienvenida, nos vemos mañana -
ente, Susan salió a buscar un taxi, como no había ninguno cerca había optado por alcanzar la próxima parada la mujer siguió avanzando, pero sin prestar atención
que Sandra se veía nerviosa, Susan antes de decir algo má
e dolorosa ver que Andrés llegó a abrazar a Sandra, posteriormente la tomó de la nuca y la besó, has
antenía una sonrisa victoriosa, al fin había llegado el momento que ella había esperado
de mí? - Susan ya estaba por llorar -
tamos esperando un hijo - La manera en la que Sandra lo dijo dejaba en evi
te casaste conmigo? Para llamar la a
y si se casó contigo fue nada m
ó Susan mirando a m
onado propinándole una fuerte bofetada
devuelva, por qué esto que me hicieron no se hace ¿Qué te costaba hablarme con la verdad? Nada no te co
iendo que su hermana terminará de hablar.- Él nunca te dio falsas esperanzas, sie
Me lo hubieran dicho maldita sea y aunque doliera hubiera preferido mil veces saber la verdad, mil veces - Susurró Susan
drés, no obstante el hombre miraba
imas el corazón quemaba con tan solo pensar en las veces en la que su hermana y Andrés se burlaban en su cara, en las veces que tuvieron intimidad en su cama en las ocasiones que ella no estaba, dolía amar
uien que te robe la razón, que encienda tu pasión, ya vendrá alguien que mueva el mismo infierno por ti, que va a desnudar tu ternura y allí entenderás que esto que sientes no se compara con el amor verdadero con el amor correspondido, con el amor Infernal que te demostrarán - La misteriosa mujer había desaparecido dejando a Susan con un p
te para que no se diera cuenta de que varios hombres la tenían en la mira, la mujer se pus
san tembló ante aquella voz desconocida,
intentó escucharse
brusca afuera, Susan hizo el intento de defenderse, pero eran
estaba al borde del colapso mu
en la cabeza de Susan logró que
de manos y pies, además de encontrarse en lencería nada más, rápida
a misma voz del bar se escuch
delante de la Mansión Park las fotografías de la Esposa de Andrés P
eriodistas estaban abarrotados, Andrés por parte estaba consumido por
e - Sandra venía p
r esa razón la vida que lleva mi hermana no es digna para la F
n el estacionamiento del Restaurante Sacramento, se trataba de Susan
ordenador, sus puños estaban fuertemente cerrados y
ordinados informaron, logrando que é