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Al ritmo de tus besos

Capítulo 4 Liam

Palabras:1068    |    Actualizado en: 02/05/2024

ad. La sinfonía luminosa que creaban sus avenidas encendidas con destellos

o hacia alguna aventura emocionante o a un mundo paralelo donde el dolor no fuese bienvenido, mu

completo de la realidad. Esa contemplación me ayudaba a distra

a vez que invitaba a alguna fanática que se mostraba dispuesta en los conciertos para v

a, con todas las luces apagadas; o terminaba en el bar, acompañado por gente extraña con la que convers

í decepción al encontrar al otro lado de la puerta a Jonatha

s? -pregunté

da hacia el interior de la

tás

ndolo solo en la puerta para dirigi

e presentará un grupo de música celta del que he escu

por mí la inspiración que parecía haberme abandonado, pero a todos

refieres? -lo pinché, cambiando el tema,

distancia, William se había llevado a dos y Oliver tal vez

agobio y pasó para

se acerque en algún momento de la noche para conversar con los Thomson, porque ustedes

i eso era cierto, me exigirían el doble por

Me qued

So

edad. Él respiró hondo, con molestia,

r cómo había salido todo y me dijo que en su casa está tu tí

con fa

la universidad, para que les dé anécdotas de sus antiguos profesores y de los proyectos académicos que tengo pendientes. ¿Qué les diré,

. Hubo un momento de silencio ante

darte aquí? ¿Drogándo

mbros con i

is tareas pendientes o me juzgará por l

dría hace

e con firmeza, conven

a sexo, sin casi nada de conversión. Si alguna se producía, la mante

adie hurgara dentro de mí. Las miserias de mi exis

ver al que estaba sobre el escenario, al que llevaba una guitarra eléctrica colgada del

y caminó hacia la puerta, pero antes de cruzar el umbral se giró para mirarme-. Brando

ello se marchó, de

emociones se cuarteó al escuchar esa noti

ones, el corazón latiéndome a mil por horas en el pecho y las l

oradas en la boca, y las buenas calificaciones apretadas en una mano. Por años había hecho guardia en la puerta de mi casa confiando en que pronto él llegaría para d

scando controlar mi ira. Brandon Davis no conseguiría nada d

erla Negra -mascullé con enfado

en mi pecho. No iba a ilusionarme de nuevo. Era

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