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Bailar con el fuego

Capítulo 2 El hombre que todo lo puede

Palabras:1060    |    Actualizado en: 24/04/2024

soltero más codiciado del país. Alto, musculoso y con un rostro anguloso enmarcado por un sedoso y brillante cabe

ia lo estaba carc

la alta sociedad y tener un heredero. De lo contrario, su padre legaría todos sus bienes a su h

comprometerse con nadie. Ninguna de las mujeres que su padre quería para él, le

arreglara sus asuntos ese año, o se prepar

hubiera trabajado, a su padre sólo le importaba la descendencia. Y en su arcaica forma d

rgar su enojo haciendo algo de ejercicio, y ta

afarse de las exig

asio privado. Ubicada a las afueras de la ciudad, y bien resguardada, viví

uego en su pecho y necesitaba una mayor descarga. Se dio un baño para relajar su

por un nomb

na limusina para que te traig

rco, estaré e

igía nunca que fuera cariñoso y era muy complac

s, Judy llegaba

nación y vistas hacia el magnífico jardín, unos sillones de un intenso color gr

la ventana desde la que se veía la fuente del jardín, apenas iluminada

n lentitud hasta el suelo. No se había puesto ropa interior, así que estaba de pie, con tacones, y sólo un

penas una camisa y un pantalón de seda. Le quitó la ropa deliberadamente despacio, disfrutando el roce con cada tenso músc

rutaba, pero en cuanto le cedi

él la sujetó de la cabeza, anhelando profundidad. Judy lo soltó y dándole la espalda se sentó con suavidad sobre su miemb

o más. Gruñó co

una in

a penetró con fuerza desde atrás mientras ella intentaba sujetarse de la tela del tapizado y gemía con intensidad. Le gustaba e

ándola al placer mientras sus redondos pechos bailaban en el aire. Era casi frenético, y sus voces gim

dy. Te agradezco. L

bes que siempre

evo a tu casa, en la me

ra generoso, le gustaban las joyas y

se encontró con un collar y pendientes de plata con rubíes engarzad

se le acerc

o quieres

realidad sí. N

Saboreame.

beza guiando su boca a s

u casa, cuando recibió una

he al club. Hace tiempo que no nos ve

y si debo hacer negocios, a muchos de mi

ailarinas nuevas. Además ha

n préstamo, era la única razón

o un par de horas, e

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