Me Quedaré Contigo, Arquitecto

fuí tenían ropas muy extrañas, la descarté inmediatamente y me dirigí a la próxima tienda donde hay ropa de todos los estilos. Le tiendo la tarjeta de crédito a la chica de gafas y

. Tiene unos llamativos ojos azules de forma ovalada, cejas con un espesor medio, rectas con los extremos curvos, nariz delgada y perfilada, de longitud media y recta.

o por algún artista? Porque de

eta de crédito es

. —No termino la oración.

puedo describir la impotencia que sient

dete

nero, sin ropa, no tengo nada. Todo me sale mal, nunca seré feliz, ni mucho menos podré esconderme de ellos, eso es imposible.

! Soy un com

to hombre que corre hasta detenerse al frente. Trae consigo las bol

risa de boca cerrada y

solo sé que te llamas Annie, y eso porque lo leí en tu colgante. —Señala la delicada cadena que adorna mi cuello. —Para resumirte

cuenta de la cara de terror que

alivio. Él al contrario, rueda los ojos divertido —. ¡Vaya que tienes una gran imaginac

ongo mi mejor cara.

ntonces de

cuando tiene a una mujer a su lado. Boberías. —Chasquea la lengua. —En fin, le mentí al decirle que tenía novia y la llevaría para la próxima cena f

irán, ¿No? —di

aciones anteriores fue porque no quería nada serio y ellas no eran las indicad

e mi sueño era estar en este lugar, pero ahora me encuentro en aprietos, no tengo dinero, y me veo obligada a buscar una rápida solución. Sin embargo, no ve

de escorias que solo han sabido aprovecharse de la fortuna de mis padres. Cada que pienso en e

aterrizar sobre la tierra. Es él, agitando

ención a sus

? ¿Qu

ución a tu problem

cir, así que lo miro arrugando el

eres? —inquiero p

, me mira profundo, esa

por dos meses, nos convendría a los dos, porque tú no tienes

que me pide hacer. Mis labios se abren ligeramente, no emana una sola palabra d

ta el aire —. ¿En serio quieres que mi

crédito a s

no bromea. Y lo avala dando

s la candidata perfecta. Entonces, ¿qué me dices? —se atreve a sonreír, s