Mil años para nacer

me!" gruñó con un poco de dificultad. La pequeña Sofía, había tenido problemas del hab

levantando la mano para go

voz llena de autoridad y frialdad. Sin embargo,

a Sofía con desagrado. Pero la joven no se inmutó, tal v

right, mandó a llamar a la... señor

o, "¿puedo preguntar que hace

e incorporó. " la señorita no quería despertarse, así qu

mano, era muy protector en lo que su padre le permitía. Tanto él como su madre tenían prohibido inte

les permitirse maltratar a la señorita, no le daba el derecho de faltarle al respeto al joven s

ordenó que llevarán una toalla caliente. De inmediato, se llevó a cabo las órdenes el señorito, una

cina de su padre. "puedo mandar a todos y ordenarle qué te cuide de ves en cuando pero mientras padre se mantenga.

ano, gracias a lo que tu y madre han hecho, mi vida es menos miserable". Dijo con un tono

sa Wright, era tratada mucho peor que a un

en nada a la condesa, y aunque si tiene algunos rasgos del conde y se parece a Iván, el hecho de que

haciendo que Elizabeth se sintiera ofendida. '¿Có

aba en deshacerse de ella. Pero Elizabeth intervino, diciéndole que si se deshacía de la n

a con la bebé. Le dijo, qué ella crecería en su casa pero que él no la trataría como su hija, porque él no la sentía así. Elizabeth estaba renuente a acepta

ué sin saber si vive o muere lejos de ella. También ella sabía lo complaciente qué era su mari

opción para la bebé y así poder agregarla en el registro familiar. Tomó como escusa, qué la condesa estaba devastada por l

que sabe que ella no lo engañó, y todo es culpa de esa flor, no puede explicar a los demás el porque la niña nació así. Más sabien

ue se creyera lo de que fue adoptada. Solo unos pocos sirviente,

ción humana de ella. Solo una vez al día, se le daba un poco de pan del día anterior y leche. Otros

idioma. Los guardias y sirvientes que pasaban por el agujero que era su habitación, la oían balbucear cosa

es. Les ordenó a los sirvientes cuidarla solo lo mínimo, y no alimentarla demasiado. Así que se le daba

a y gritaba a su esposo para que la dejara cuidar de la bebé, pero él era re

os de la mansión, en busca de su pequeña. Allí, le daba el ceno, mientras llorando, le pedía perdón a su bebé po