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Enamorada del hijo del jefe

Enamorada del hijo del jefe

Autor: Jo March
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Capítulo 1 Sorpresa en la oficina

Palabras:1132    |    Actualizado en: 18/04/2024

MA

ristal de mi despacho y mi cuerpo

ces en mi despacho? . No todas las mañanas hay un hombre de metro no

̶ Estoy entrenando contigo por un tiempo. Ya sabes, aprender de la estrella de la compañía . Su voz destila sarcasmo mientras s

... Ferna

da, negándome a darle la satis

l hijo de

e la sorpresa en mi cara. ̶ Así es, Damaris . Soy el h

uede esta

o en si

jeres despampanantes de Chicago. Su nombre está pintado por toda la ciudad con trazos gruesos de

Fernando fue visto nada menos que con la supermodelo internacional Marcela Villegas

staba alborotada por la audacia de todo aquello. Fernando Crawl , el playboy más sexy de la ciudad, no sólo alardeaba de su última conquista, sino que esta vez e

, conteniendo la respiración mientras m

Egoísta.

te también

ayboys arrogantes y

l caos. Prefiero la tranquili

undos ojos osc

es tu tipo. ¿

cl

s mi

hombre. Espontáneo donde yo soy meticu

ojos fijos

e mi vulne

. No he venido a r

o en mi interior y el ca

nso por el que me he dejado la piel. El ascenso por el que he

uestra empresa a nuevas cotas. Este ascenso es mi recompensa, la validación de mis esfuerzos. Es mi trampolín para d

undo y a mí misma. Es mi oportunidad de demostrar que una chica que tuvo que trabajar en tres sitios

ortada a una fría noche de invierno de mi in

mantengo fijos en la página que tengo dela

rompiendo el silencio. Y unos pasos pe

er el bolso al suelo. ̶ Es más de median

con la mano agarrando el bolígrafo. Mi voz es pequeña pero decidida. T

empieza, con la voz tensa por el cansancio. ̶Sólo eres una ni

suena hueco, carent

Las palabras se me escapan a

a voz apenas por encima de un susurro. ̶ Lo hago lo mejor que puedo . Oi

ncentrarme en las palabras que tengo delante. En

los obstáculos que he saltado y las batalla

la silla de mi escritorio y empiezo a caminar hacia ella. Mientras me siento, me recuerdo a mí misma que estoy aquí para trab

lguien, especialmente Fernando Cr

endo mi ordenador. ̶ Teniendo en cuenta que no has tenido que trabajar ni un solo día de t

ner un trabajo para salvar su vida. Va de un puesto cómodo a otro, si

- es un mega-millonario. Fernando

me c

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