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El placer de lo prohibido - Daly3210

Capítulo 5 Sueño

Palabras:1970    |    Actualizado en: 25/02/2024

rado los ojos y haberse entregado a un sueño que se acercaba apacible. La compañ

n la sensación de estar en otro lugar, con una persona diferente

ado de un sueño

xistir otra explicación más que esa, había sido un sueño el culpable

lando la puerta amaderada con cierto aire de nostalgia, los dibujos que Hazel antes pegaba le llegaron de imprevisto a su memoria, de esas obras de artes ya no quedaba ninguna, dándole a enten

ujer, la muchacha era su hija y nada más, Hazel no tenía por qué saber que una mujer desnaturalizada la había aba

esperando que Hazel ya estuviese despierta. Luego de unos incesantes se

o. Su hermano estaba de pie, viéndola con aquellos ojos grises tan cálidos, como intenso

der. Su hermana no podia ser esa chica de mirada apagad

los ojos. Unos ojos avellanas cristalizados se conectaron con los suyos y, al verlos a punto de desbordarse

ores,

na magia entre esas dos miradas que no dejaban de entrelazarse. Entonces, Alexander no lo pudo resistir más y la jalo

esa manera—se disculpó procediend

r, el aroma que desprendían era exquisito y no sabía

frontarlo de una manera inexplicable. «¿Estaba bien necesitarla tanto? ¿Estaba bien sentirse de es

emociones que se arremolinaban en su pecho. Sus ojos se desb

ió él al notar que su pequeña her

urmuró ella

rdad lo

ue estabas can

eso, Ha

simplemente inaceptable, quería olvidarlo para siempre. Así que no dijo nada

ás nuevamente—solicitó la ch

ré, lo p

edarse a su lado y aquello la hizo sentir confiada, en paz. La chica se

oldear sus facciones, de forjar una belleza que superaba cualquier otra expectativa. Cuando la miraba de niña, siempre sospecho que ser

lleza de Hazel?» se preguntó de repente, s

iera intentado acercarse a ella, conocerla, hablarle, pero ning

lo hizo y nunca debía dejar de hacerlo. Ahora estaría a su entera disposición, como un protector que no dejaría de velar por su bienestar. Por el biene

ura, deleitándose en la suavidad de su piel y en la manera en que

ternura por toda la superficie del rostro masculino. La jovencita pudo aprec

o muchas cosas, excepto esa, ella seguía siendo una excepción a todos sus patrones. Seguía sintiéndose especial en la vida de su hermano y a pesar de que ahor

..

a preguntas. Lo había puesto al día con respecto a todo lo que había sido su vida en esos seis años, como conoció a sus

encia de su novio? ¿La apoyaría o

Su relación con Hermann había iniciado como un cuento de hadas, sus miradas se cruzaron y hubo un clic instantáneo. Él era bien hablado, refinado

a aquel toque que dejaba de ser inocente para pasar a buscar otra cosa. ¿Qué querí

queñas que tú, qu

que ella tenía que ser igual, ella deseaba un momento más romántico, no simplemente ser a

astrosa primera vez. Ella amaba a su novio, sí. Pero también seguía sintiendo dudas, en ese

que yo necesito!—le había

Si te acostaste con otras,

e ver con eso, es simplemen

ent

o, Hazel, pero mi cuerp

de esto, no sé si qui

, Hazel. No tar

entía muy diferente al respecto, seguía sin querer dar el paso por mied

o podré

da admirando la concentración de su hermano, que no pudo evitar dar un brin

zel le había llevado, para que la corrigiera. Aquel era un proyecto

y leyó el mensaje de Hermann. No pudo cont

ba de decidirlo, era el momento de dar

levó rápidamente su mirada descubriendo su extraño sonrojó. Hazel se sintió ruborizar aún más ante la mirada inqu

algo?—titub

manera sin pestañear. Y Hazel no pudo soportarlo, así que term

o tan nerviosa?—c

cusadora—se

ada de qué

con la suficiente atención. Y todo había comenzado con ese mensaje de texto que aca

lo idea

dirigirse a su habitación. Un segundo más en la pre

ónde

minamos con esto ot

ie

a desapareció de la sala, res

—murmuró

nto aún para hacerlo. Sin embargo, Hazel seguía con una idea en mente que e

r—saludo t

?—preguntó inmedi

o. Dame dos días y te daré una gran s

ó su novio—. Dos d

en mente, la chica procedi

e su ayuda, ¿podría

espondieron sus a

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