Esposa Indeseada

irre, llevaba consigo la Tablet para mostrarle l

que Victoria no hubiese gastado ni un peso del señ

irmeza, la pantalla iluminada mostrando con números verd

ar. El Señor Aguirre estaba sentado detrás de su imponente escritorio, exami

¿No ves que estoy ocupado? —dij

sita saber —respondió Fermín, manteniendo la calm

ver la información en la pantalla. Miró a Fe

qué debería importarme

sus palabras

ante los años que estuvo casada con usted, ella no gastó ni un solo peso del

en su silla, una expresión de

da? ¿Ni siqui

ha tenido movimiento desde que la

xpresión se volvió pensativa. ¿No creía él que el dinero

e Victoria sí lo

osible. Sabía que su amor hacia él solo era

ilencio, levantó la mirada

¿Alguna idea de por

n asi

ubra si investigo más sobre sus finanz

do ese dinero, como se había podido costear por todo este tiempo? Tal

no explicaba cómo fue que solventab

y detrás de esto. Y, Fermín, aseg

su mente seguía maquinando sobre el misterio de la cuenta bancaria de la señor

nvestigar a fondo y obtener respuestas claras so

situación. La actitud de la señorita Solís siempre había sido un eni

el Señor Aguirre permanecía sumi

uado por amor en lugar de motivaciones fi

nipuladora y calculadora, convenciéndose de

oqué?» Se pregu

le. Se reprendió mentalmente por considerar esa posibilidad, ya que estaba más que

ento genuino, la imagen de Zoé herida y el dolor de su familia volvía

donarla y ja

ctoria había logrado mantenerse sin gastar el dinero

o, decidió darse un descanso. Estaba dispuesto a ser él mismo qui

cancelara sus citas, iría a la

no estaban muy claras para él y necesitaría más tiempo

stas directas de Victoria sobre el misterio de la cuenta bancaria. Sabía que no pod

l estómago. Sabía que enfrentar a Victoria no sería fácil,

ro ahora se agregaba la complejidad de descubrir que el dine

versación que se avecinaba. La verdad, aunque dolorosa, era esencial para d

na escena nada gratificante. Victoria y Zoé estaban en las escal

te el tono de la conversación que el Se

aquí? —exclamó Oliver, con u

del piso. Cuando se percató de la presencia de Oliver

a como Victoria había vue

busca de signos de lesiones. Su mirada hacia V

nidad para tejer una narrativa a su fa

Zoé cuando Olive

r la presencia de los Señores Solís, no imaginaba

o es suficiente con lo que ya has hecho? ¿Ahora vuel

sas no son

al saber que ella se quedaría a vivir en la M

palabras. ¿Zoé había ido a quedarse a viv

a la mansión no fue tomada de buena manera por

e suceso, y se decidió por llevar e

¿Verdad, hermana? —Zoé miró a Victoria, quien aún seg

udo evitar herirse de verdad, y su pierna estaba malherida, mostr

rma. Ella no quiso hacerle daño a Zoé. Su hermana se soltó de

ido planear todo esto, porque… ¡Ser

do, se está desangrando. —Camila no se quedó atrás con su actuación, per

a Zoé para llevarla al auto, no sin

se momento solo esperaba que Zoé estuviera bien. También estab

se paró frente a Victoria cuando

nterfiriera en sus planes, era

sin entender por qué

ntra Zoé. ¿Por qué la miraban como