Tratando de no amarte
tomo torpemente entre mis manos para por fin apagarlo, cuando el silencio se apodera de mi cuarto, un suspiro de alivio se me escapa.
r que llegar tarde, en especial por el horrible tráfico que va a hacer mientras llego, mientras camino a la estación de c
me pongo a jugar una novela interactiva; me encantan este tipo de juegos, que me dejan elegir mi ruta con el hombre que más me g
s y que de ahí me va a invitar a comer algo; me siento aliviada de que ella se ha ofrecido a
nco cuadras y no quiero eso.... son demasiado grandes. Me levanto de mi asiento con mucha dificultad y empiezo a abrirme paso entre la multitud, en algunas ocasiones tengo que dar algunos c
ra de mi reloj de muñeca, siento que mi alma casi abandona mi cuerpo al ver que estoy a nada de perder la entrevista,
r poco a poco y mis fosas nasales me duelen por respirar el aire frío de la mañana, en mi carrera p
co un mini espejo y reviso mi cabello, que se ha alborotado un poco, lo arreglo lo mejor que puedo para después volver a
torio posa sus ojos cafés sobre mí en el momento en que he cruzado la puerta de cristal.
ble, para mí, quizás, buena suerte, le llega una llamada y enseguida la atiende. Estando fren
sa y recargo un poco mi cuerpo sobre la recepción, ya que está un poco alto. A mi nari
puedo a
empezado a tartamudear, que ridículo. -
a sonrisa que me dedica ahora, es mucho más sincera que la de hace unos instan
a hija d
jo sobre el trabajo
tan dulce, pareciera que es la chica ideal, la que cualquier hombre mataría por
nina; siempre quise verme así de femenina y guapa, pero en cambio, soy demasiado simple e insípida.
genia ya que me contó que le av
mujeres que les guste ha
ue a ti no
rabajo y lo neces
tocar limpiar los pisos de hasta arriba ya que los otros encargados de limpieza ya están grandes y les cuesta mu
a hablar con el de recursos humanos y a ver el trámite de mi contrato. Entusiasmada, hago lo que me dic