Embarazada del Jefe

antes de cerrar la puerta. Sacó su teléfono de su bolso, se conectó

su teléfono comenzó a sonar. El identificador de

es J

oficinas legales en las que ambos trabajaban, p

de su bolsa de trabajo y abrió su calen

cto anoche —Allison respondió—. Keit

ónico de su jefe—. Mi auto se averió nueva

saber —All

iento, Janeth saludó al conductor y se apresuró a recibirlo. Acomodánd

tarde —

detrás del volante—, no es la m

e lo di

n de seguridad cuando el aut

adio? —El hombre preguntó—. Me

respondió. Sacó su teléfono mient

conductor dijo—. Vi el

th respondió distraídamente.

presentó evidencia de mala conducta judicial por parte del fiscal de distrito en ese m

, Janeth dirigió su

s adentros. Él siempre de alguna m

ds podría incluso salir bajo

el tipo mató a su esposa e h

a mol

ó el conductor—. Pues yo no confío en ese abogad

ado? —pregu

spondió—. Ahora sol

é ya no

ecidí retirarme. Pero me encanta co

on Ray Wolf en la sala del

asi

nas en la ley para ganar su caso. No impo

o», pensó Janeth, estaba familiarizada con bastantes de sus c

eces, y cuando en la universidad tuvieron un acercamiento de un

una semana. Segurament

te al edificio de oficinas de quince

lete de cinco dólares en su mano c

e apresur

, Allison,

sión mientras corría por el pasillo

encias. Quieren que estés a

artera y su bolso en

én es

encias, la puerta se abrió y sus com

—Allison comentó mientras se hacía

rmo

zó la manija

—Allison susurró—: Ray

Sus jefes, Keith Morrison y Andrew Chambers, estaban sentados en la larga mesa de conferencias jun

o de poco más de cuarenta años, se puso de pie y

echo ya lo conocía, term

o del abogado y eligió

uevo jefe —comentó Janeth—. Ahora

años que había pasado toda su vida alr

cio silencioso. He decidido

na verdadera pu

son notici

o intenté hace unos años, pero después de la muer

ado ahora? —pr

miró a

fresca en

eth dijo—. ¿Estás

o —Andrew agitó un

ficina —Ray Wolf le dijo—: Le estoy dando lo

s palmaditas en e

upes por mí,

nferencias, dejando a

olvió haci

encia, la mejor asistente legal de la oficina,

u silla, dándose cuenta que estaba a solas con su... ¿ex? ¿una sem

s el miembro gere

Keith que has estado a cargo de la ofic

lo que me

ría que no te están

th s

un salario

cies por esto, Janeth. Todo el mundo habla muy

su silla rodante golpeó la pared detrás de ella con un golpe—. ¿Por qu

s recorriendo cada centímetro de ella mientras ella se paraba desafiante contra

rés en su mirada, Janeth agarró

o que quie

e estremeció. La mirada de ese

os últimos años. Tengo entendido que so

sistentes y Alliso

—Ray empujó su silla hacia atrás para

é en las noticias esta mañana. —Janeth dijo recostándo

asin

perce

¿es por eso que necesitas una firma más grande, para que e

se

las personas en su posición estarían

idez. ¡Ya no era una chi

pos

de pie y se c

tra explicación que necesite un asistente realmente bueno que lo ayude a encontrar todos esos agujeros e

n las manos en los bolsillos—. Creo que la confia

¿

que hagas más —le dió una sonrisa, que parecía calentar hasta el

va y apret

ivamente l