Amor Clandestino
ítu
Zabalet
o De la Sierra, era alto de cabello negro, tenía un cuerpo muy bien trabajado y unos ojos azules y hermosos como el azul del c
no te atrevas a decirle nada – Me dijo Eva, mi m
Rodrigo, estaba segura de que nadie se había dado cuenta de eso, pero m
igas esas cosas – Me reí – No le puedo decir nada al profe
y si yo fuera vista por él de la forma que te ve
tar al profesor, pero yo no soy así, aunque me gusta y no lo
udiar, no a andar buscando una oportunida
allá enfrent
nte de la escuela, seguramente andaba haciendo algo o entregando algún pedido y me caía muy bien, verlo justamente enfrente de
pado hasta te podemos llevar a tu casa
ián, vamos a ir a comer a su casa y aún no sale
a Sebas, no tengo problema y así te acompaño – Di
ora. Sirve que voy a estudiar algo de m
amiga, ha
staba como lo había pensado entregando un pedido de café y cuando se desocupó, nos saludamos con un abrazo. Mi papá y yo, siempre hemos si
el pedido, pero no pensé que fueras a
a Sebastián, y pues aquí me tienes – Respondí – Yo pienso aprovechar p
lativamente cerca, hoy se me hacía más difícil por lo pes
Papá puso mis cosas en la cajuela y abrió la puerta del copiloto par
seguía sintiéndose mal – Dije preocupada – Porque conociend
sentía verdaderamente mal, era que no iba a l
adre, pero si se sigue sintiendo mal yo no
pá, ella a ti siempre te hace caso.
conocí a ella poco antes que tuviera tu edad
o se hubiera fijado en mí, pero no hay ni quién me hag
, menos yo, es lo que me ha pasado toda la vida, es co
acercarse a ti – Papá me dio un beso en la mejilla, al bajar de la camionet
as, hoy me han dejado tarea y
tus cosas, a esta hora llega mucha gente
á. Me adela
ba ese hombre que me tenía cautivada y eso me disparó los latidos del corazón, era él, mi profesor de literatura
toda embobada, es que no era para menos y estaba segura de que a más de una le gusta
hija – Dijo mamá – Estás en
sando en algo, no pasa nada – La abracé – Estuve pr
as para llevar un café a aquella mesa – Dijo mamá señalando la mesa de mi
justo a la mesa del profesor De la Sierra, esto si
cucha mi papá, vas a estar en problemas
aquí adentro. Está afuera baj
l. Estaba frente a la Unive
prepares para tu turn
, m
biar mi ropa casual por el uniforme de trabajo, que era el mismo uniforme que usó mi madre cuando llegó a vivir aquí y a trabajar aquí. A m
tió mamá – Por favor, Jazmín. Yo iré a ayudar a
que s
se dio cuenta cuando yo llegué a dejarle su café y a mí, hasta pena me dio molestarle, pero tenía la mesa llena de documentos y
o su café – Dije en un tono
antó la mirada y me atr
r – Respondí tímida
la mesa para que yo pudiera dejar su caf
ro q